Más Que Una Bautister || Mario Bautista [TERMINADA - Editando]

16. Canasta de Rosas

"Así me gusta," sonreí aunque sabía que no me podía ver.
"Pues a mi no. Créeme, me encanta tu nombre y todo de ti pero me gustaría decirte 'mi amor' de ves en cuando," confesó.
"Aún no, ya te lo dije."
"Lo sé, lo sé..."
"Por cierto, ya leí tu Tweet de anoche."
"Yo sólo escribo lo que siento y pienso," respondió inocentemente.
"Uh huh," rodé mis ojos sonriendo.
Él se ríe dulcemente.
"Te llamé para decirte que me acaban de informar sobre algunas sesiones de fotos y entrevistas que debo asistir durante del día y me preguntaba si querías acompañarme."
"Creo que si vas tú solo, todo será más rápido y cuando te desocupes, me puedes decir," le sugerí.
"Tienes razón. Antes de despedirme, quiero que sepas que voy a estar pensando en ti."
"Yo también pero sé que es parte de tu carrera así que si no te queda tiempo, está bien."
"Siempre haré tiempo para ti porque eres mi dosis diaria de felicidad," me dijo.
"Aww, tú igual."
"Ya me tengo que ir.."
"Okay, bye."
"Adiós hermosa."

Antes de que pudiera reclamarle, colgó y entonces no pude hacer nada. Lo único que hice, fue sonreír.
Como ya estaba bien despierta, decidí levantarme a desayunar. Cuando terminé, tocaron a la puerta varias veces. Me cambié rápido y fui a abrir, dejando entrar a una alocada demente. Y esa demente era mi mejor amiga, Brenda.

"Los rumores que he escuchado son ciertos? Cuéntame!" dijo mientras caminaba por todos lados, hasta por fin sentarse en el sofa.
Me senté al lado de ella y le contesté todas sus dudas.
Si no fuera por el cartero que llegó, juro que hubiéramos hablado sobre Mario y yo todo el día.
"Y luego que pasó?" me preguntó, mientras caminaba a la puerta.
"Espérame, voy a abrirle la puerta al cartero."

Al abrirle, me sorprendí al ver que me esperaba una canasta gigantesca de rosas. Me pidió que firmara para confirmar que lo recibí y lo hice. Brenda se emocionó y me ayudó a llevarla adentro.

"De seguro te las mandó Mario!" aseguraba Brenda.

Yo sonreí con el mismo pensamiento, pero mi sonrisa se borró al ver de quien eran.

"No son de Mario.."
"Entonces de quién? No estás viendo a alguien más o sí?"
Le enseñe la tarjetita que estaba entre las rosas y frunció el ceño.
"Pero cómo? por qué?"
"No sé."