E̶s̶ D̶i̶f̶í̶c̶i̶l̶ O̶l̶v̶i̶d̶a̶r̶t̶e̶ ©

Capítulo 6

Maratón dedicado a CH_Christian user75198381 natalyr5family onemoredaywithyou LouieAyn Miku_Grimes-Dixon

MARATÓN 1/4

Disfruten del capítulo 乂❤‿❤乂

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—¿Scott? ¿Papá?

La personas presentes en la sala creían haber escuchado la clara voz de su salvación, pero era parte de su imaginación.

La verdad ya estaba dicha por aquel grito de banshee, aunque en realidad Lydia deseaba aferrarse a esa idea de que no había perdido también a Stiles como había echo con Allison, era en esos momentos donde ella odia ser una banshee, odiaba con todo su ser tener que pronunciar los nombres de ellos en medio de un grito y no hacerlo con un grito de emoción.

Derek estaba apunto de encajar sus garras, las cuales dolían al tener acónito amarillo, pero antes de siquiera pasarlas en su pecho donde estaba su corazón, una ráfaga de viento lo golpeo haciendo que su cuerpo flotara y su lobo rasgará su interior queriendo apoderarse de toda su totalidad. Ese olor era el olor de su Mieczyslaw, pero cómo; como era posible que incluso después del grito de la muerte, el que se dio para llamar a su pareja, su mente aún le seguía jugando una trampa mortal. Ahora, no sólo lo hacía con la imagen de su castaño, sino también con aquel embriagador aroma tan característico del amor puro y sincero que experimento alguna vez en ese ser tan magnifico, como lo era su Mieczyslaw.

Los demás lobos, incluso el Sheriff, quien había dejado su esencia para cuidar a los humanos en la sala, —por si los lobos se descontrolaban— todos absolutamente todos, al mismo tiempo que el ojiverde, se quedaron tiesos en su lugar al sentir la esencia clara del humano, aunque ahora tenía otro olor más intenso que lo hacía un poco más fresco, al olor de hogar que antes le pertenecía, pero ninguno quería voltear al frente y darle la cara al engaño de sus almas dañadas, porque ellos sabían que era sólo su imaginación.

Cora se encajo sus garras con fuerza en su antebrazos para no caer en la locura que sentía querer salir de su cuerpo, al ahora imaginar no sólo la voz del chico, sino imaginaba su olor, ese olor que tanto añoraba durante ese mes lleno de calvario para todos, pero la voz de Melissa los trajo a la realidad, pues ella; la enfermera había murmurado con incredulida, mirando al frente, paralizada en su lugar, al lado del cazador y del druida, quienes también miraban junto a la mujer a un fantasma que hace un mes vieron recostado en una mesa metálica sin vida, inerte... Y frío como cualquier otro muerto.

—¿Scott? ¿Papá? —Stiles volvió a preguntar al llegar a la sala arrastrando con él un cuerpo desnudo de la parte de arriba, —la parte de abajo se cubría por sólo unos bóxer color negros con franjas disparejas de color azul claro— aquel cuerpo era pesado, sin embargo, él podía sostenerlo con una sola mano. —Porqué no me avisaron que había reunión de familia en casa —la voz del castaño salió con alegría más al alzar la mirada del hombre que traía arrastrando, se detiene, soltando sin ninguna preocupación el cuerpo del agente Parrish al suelo, pues nunca imagino ver a las personas que veía en esa sala.