E̶s̶ D̶i̶f̶í̶c̶i̶l̶ O̶l̶v̶i̶d̶a̶r̶t̶e̶ ©

Capítulo 12

Maratón 3/6

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—Cómo que soy madre —los ojos de Stiles muestran enojo, pero sobre todo mucha furia.

El consiente del castaño estaba dormido, asimilando todo lo sucedido, mientras su aura se volvía totalmente roja dejando que un calor sofocante para todos, pero más para los lobos, que se morían al sentirse dentro de un horno, era tanta la calor para ellos que empezaban a sacar la lengua mientras se echaban aire con lo primero que encontraban en su campo visual.

—Hijo, sí no quieres que tus cachorros se mueran de una sobre dosis de calor es mejor que te sientes y escuches todo. —Esas palabras fueron el detonante para que Stiles volviera a la normalidad dejándose caer encima de Scott, el alfa lo acurruca en su pecho dándole mimos como en los viejos tiempos le hacía, aquellos donde sus padres estaban fuera en sus trabajos y ellos se visitaban por el miedo a estar solos en grandes casas silenciosas.

Eso fue suficiente para que Noah contara su parte. —Desde ese día Héctor nos iba a visitar para custodiar tu próximo nacimiento. El día en el que el reloj marcó las 12:20 de la mañana del día 5 de diciembre, Claudia sintió un dolor agudo rompiendo fuente dando tú nacimiento en el mismo sitio donde ella nació.
Claudia derramó su sangre en aquel tronco que de un momento a otro se iluminó con cinco colores, los cuales te cubrieron completamente limpiando toda la suciedad que te cubría y regalándote un vestir muy inusual en esa época, cuando los colores dejaron de cubrirte, cambiaste; tu cabello se pintó de un azul claro, mientras tu piel pálida se volvió bronceada asimilando el toque de la tierra fértil y tu ropa era una mezcla indefinida de esos cinco colores, a los pocos segundos tus ojos se abrieron por un momento mostrando un color verde seco en ellos y en un parpadear se llenaron por un color ámbar igual al puro color de la miel, en el instante  en que mostraste tus verdaderos ojos los cerraste para no abrirlos durante un tiempo largo así no creciendo y no muriendo tampoco. Los colores que te cubrieron fueron; el Azul que representaba el elemento del agua y en ti representa tu tristeza, el rojo símbolo del fuego que en ti muestra el odio, la furia o la frustración de tu vida, el café representa el elemento tierra que para tu vida es el equivalente a la fortaleza de tu alma, el blanco por otro lado es la transparencia de tus ojos y simboliza al aire puro que respiras y por último el verde que te rige completamte al ser la naturaleza misma. ¿Sabes cómo descubrimos que eras la naturaleza? —el mencionado niega a su padre que lo mira con amor, un amor que se le desconocía al ex–humano, pero sin saberlo se le entrega diariamente —Porque el día en que Hades quiso acabar contigo tus ojos se abrieron al mismo tiempo que del nemeton los mismos colores que te dieron ese don salían al igual que seres jamás antes vistos lo hacían, y solo para protegernos del mal que nos acechaba, pero lo que nos asombró fue ver como raíces de tus pequeños dedos salían para rodear el cuerpo de Hades mientras los cuatro elementos lo rodeaban desapareciendo al hombre que deseaba tú sangre en demencia. Después de eso Hector llegó para contarnos lo que tú madre y yo sospechábamos de ti. Que eras y eres la naturaleza, la madre de todo lo que respira.

—Bueno al creer que Stiles estaba muy pequeño para protegerse, recordé lo que mi hermano me contó y fue así como creé a seres fuertes para proteger de él, sin embargo, la persona que les dio humanidad fue Claudia, al haber aportado parte de su sangre en el nemeton, de donde fue que surgieron los primeros seres sobrenaturales de la vida, desde ese segundo ustedes cuidan y rigen el camino de Stiles, su madre, aunque muchos de ustedes tomaron caminos diferentes, hasta el punto de dañarlo severamente, entre ellos están seres como; la darach, los alfas, el kanima, los wendigo, pero que se le puede hacer si ellos se cegaron de la misma forma que nosotros nos cegamos.

—La belleza —dijeron tanto el Sheriff como Héctor al recordar que ambos perdieron su juicio ante la belleza de Lucy.

Porque sí, Lucy Moon, desea la muerte de Stiles Stilinski, hijo de Claudia Stilinski, aquella parte de ella que dio lo que nunca pudo dar.