Hay miles de tipos de vampiros. Las características que tiene que presentar un vampiro para encuadrarse dentro de esa categoría son muy poco definidas. Contribuye mucho a este hecho que a los vampiros se les puede llamar o no-vivos, confundiéndose al llamarlos así con miles de otros tipos de seres: fantasmas, espíritus, espectros, zombies, etc...
Dejando de lado consideraciones poco importantes se puede decir que un vampiro es todo aquel ser humanoide o no de naturaleza mágica o cuanto menos maléfica que se alimenta de sangre para sobrevivir, dotado de una enorme fuerza, poder y tiene una cierta inteligencia.Primeros indicios
El registro más antiguo que documenta la existencia de los vampiros, y que a la vez es el detonante de toda la leyenda, es un vaso encontrado en Persia, con el dibujo de un hombre luchando contra una extraña criatura que intenta succionar su sangre.
Más tarde, los mitos babilónicos incorporaron una extraña deidad que se alimentaba bebiendo la sangre de los niños: su nombre es "Lilith". De acuerdo con los textos hebreos, Lilith fue, primer ser humano y posteriormente la primera mujer de Adán, pero que debido a la torpeza sexual de este último, abandonó a su marido y se transformó en la Reina de los Demonios y de los espíritus malvados.
En el Antiguo Egipto encontramos deidades vampíricas como Srun, caracterizada por tener aspecto de lobo y largos colmillos. Solían alimentarse de los cuerpos de sus víctimas humanas. Los fenicios tenían la creencia de que la mortandad de niños era debida a los ataques de Lilitu, espectro errante que se alimentaba de la sangre de los infantes.
Mundo AntiguoExisten numerosos dioses bebedores de sangre en la mitología griega y romana, conocidos como Lamiae, Empusae y Striges. Sus nombres fueron históricamente vinculados con el de brujas, demonios y vampiros. Pero estos vampiros, aunque bebían sangre humana, eran sólo deidades y no "muertos vivos". Se trataba de divinidades capaces de adquirir apariencia humana para poder seducir a sus víctimas.
En Europa, concretamente en la mitología griega, está la leyenda de Lamia, hija del rey oriental Belus y cuyos hijos fueron asesinados por la diosa Hera al conocerse que Lamia tuvo un romance con Zeus. Para vengarse, Lamia comenzó a perseguir a todos los niños que se encontraba para extraerles la sangre para alimentarse. Esta leyenda originó la superstición que persistió en las zonas rurales de la Grecia moderna, según la cual Lamia atacaba a los viajeros extraviados, seducidos su belleza.
También entre los personajes mitológicos griegos está la Empusa, , ser monstruoso con pies de bronce, hija de la diosa Hécate, y que podía transformarse en una bella mujer para seducir a los hombres y beber su sangre o devorarlos.
La novia de Corinto (Goehe)El escritor alemán retomó algunas antiguas leyendas y las convirtió a modelos literarios más modernos, este es el caso de la leyenda de "La Novia de Corinto", que originalmente se trata de un texto pagano del siglo II D.C donde se cuenta la trágica historia de una joven pareja de amantes que ven truncada su felicidad producto de los sacrificios que exige la llegada del nuevo Dios de los judíos.
Es imponente el reclamo de amor de la joven vampira hace 200 años: erguida sobre el lecho se lamentaba de un Dios que prefería sacrificar hombres que ofrendas. Goethe preludiaba la orfandad de un mundo en el que los hombres buscarían en la noche y entre los muertos vivos una eternidad y una luz que se les escapaba como arena entre los dedos.
Renacimiento y RomanticismoEl fenómeno del vampirismo continuó en boga durante el Renacimiento, aunque de manera esporádica. A mediados del siglo XV, el vampirismo volvió a tomar la delantera en temas supersticiosos gracias a la publicación de un ensayo de Frenchman Gilles de Rais. Más tarde, un miembro del batallón de Juana de Arco se fugó hacia las tierras del sudoeste de Francia para buscar el secreto de la "piedra filosofal" en la sangre. Guiado por esta búsqueda, asesinó entre 200 y 300 niños, torturándolos de forma siniestra, para utilizar su sangre durante los experimentos.
También en esta época otra figura histórica llegó a ser asociada con el vampirismo: su nombre era Vlad Tepes Drácula, príncipe de Wallachia, un reino antiguo que ahora es parte de Rumania. Gobernante de carácter volcánico e impredecible, fue el más duro de todos los gobernantes de Europa Oriental en el Siglo XV.
Como su apodo Tepes indica, tenía predilección por el empalamiento, una técnica de tortura y ejecución que consiste en introducir un palo de aproximadamente 3.50 m. de longitud sin punta (ya que esto aseguraba un mayor sufrimiento en la víctima), por el abdomen, fijarlo a la carne con un clavo y después levantarlo para que la víctima muera allí lentamente, entre dolores atroces.
Un delegado papal en la corte húngara lo describió así: "No era muy alto, pero sí corpulento y musculoso. Su apariencia era fría e inspiraba cierto espanto. Tenía la nariz aguileña, fosas nasales dilatadas, un rostro rojizo y delgado y unas pestañas muy largas que daban sombra a unos grandes ojos grises y bien abiertos; las cejas negras y tupidas le daban aspecto amenazador. Llevaba bigote, y sus pómulos sobresalientes hacían que su rostro pareciera aún más enérgico. Una cerviz de toro le ceñía la cabeza, de la que colgaba sobre unas anchas espaldas una ensortijada melena negra."
Aunque nunca desapareció totalmente, el auge del vampirismo disminuyó entre los siglos XV y XVII. Sin embargo, hacia 1611, la supersticiosa tierra de Hungría vio nacer las macabras ocurrencias de la condesa Elizabeth Bathory, más conocida como la "Condesa Sangrienta". Esta aristócrata húngara fue acusada de secuestrar y torturar a numerosas jóvenes muchachas hasta su muerte con el objetivo de bañarse y de beber su sangre. Creía que, de esta manera, preservaría su juventud y su belleza.
La temática "vampiresca" reapareció durante la época victoriana. Hacia fines del siglo XVIII, el Romanticismo intentó recuperar la emoción y la nostalgia pérdida durante la Ilustración y la Revolución Industrial nacida en tierras inglesas; por ello durante este periodo se impulsó el renacimiento de la novela gótica. Fue el tiempo en que Bram Stocker escribió la legendaria Drácula, que durante siglos nos otorgaría el estereotipo del vampiro clásico.El vampiro, como un diablo corrupto que seduce a través del sexo y el dinero, nunca ha dejado de estar presente en el inconsciente colectivo. Esa es la imagen que inspiró una serie de relatos que datan de 1840 titulados "Varney el vampiro" o "La fiesta de la sangre". En ellos, se incluían mujeres de la aristocracia que se bañaban en sangre de vírgenes para conservar su juventud eternamente. El más famoso de estos relatos fue la historia de Sheridan Le Fanu "Carmilla", que data de 1872, y que fue la primera de miles de relatos sobre fantasías de vampiresas lesbianas. Le Fanu fue también un editor de diario que le dio a Bram Stoker su primer empleo como escritor, así que no es casualidad que la primera versión del "Drácula" del autor irlandés estuviese ambientada en Styria, Austria, el mismo lugar que "Carmilla".
Edad ContemporáneaEl Mundo de los Fantasmas de Agustín Calmet en un ensayo llamado "Negociación y explicación de la materia y características de los Espíritus y los Vampiros" acá expone las diferencias entre demonios y vampiros y su naturaleza para escapar de la tumba. Y dice que los vampiros también son creadores por Dios.
El poeta inglés Lord Byron escribió el poema épico The Giaour (1813). Donde combina horror y lujuria asociado al vampiro y como también pueden convertir a mortales en vampiros. Luego se añadiría este poema de Lord Byron en una novela llamada "El Vampiro".
Un escritor británico, Brian Lumley, desarrolló otra generosa aportación al género de los vampiros. En su serie del Necroscopio (las Crónicas Necrománticas) narra los enfrentamientos de su protagonista contra diversos seres de procedencia vampírica. Sin embargo, Lumley se desmarca completamente de las convenciones del origen de los vampiros, y los presenta como parásitos que se sirven de los humanos (aunque también podrían parasitar animales si así lo desearan) para sobrevivir, mejorando biológicamente a su hospedador y otorgándole poderes sobrehumanos, mientras va sustituyendo la propia personalidad por la del vampiro.Las crónicas vampíricas de Anne Rice son una serie de novelas fantásticas escritas por que hablan sobre la historia del personaje de ficción de Lioncourt, acompañado de una serie de enigmáticos personajes vampíricos. Son reconocidas como las mejores novelas dedicadas al mito vampírico y encargadas de resucitar el mito en los EE.UU.
Fuentes:
1. https://bestiario.wikispaces.com/VAMPIROS.
2. http://tuscriaturas.blogia.com/2006/080612-vampiros.php.
3. http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/08/150805_vert_cul_origen_historias_vampiros_ch.

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Bestias de ensueño.
RandomGran parte del encanto de la fantasía, radica en las majestuosas criaturas que habitan el universo mágico. Por supuesto, nunca falta dentro de una gran historia aquel ser que nos roba el corazón por su humildad, inocencia y/o sabiduría o al que le t...