Todos hemos oído, leído o visto alguno en una leyenda, libro o película. Es una de las criaturas mágicas más nombrada y conocida en todo el mundo. ¡Y cómo no! Son enormes, vienen en diferentes formas y colores y están presentes en muchísimas mitologías distintas. Podemos nombrar dragones chinos, europeos y hasta mesoamericanos. La variedad es impresionante y sus habilidades, funciones y papeles, aunque suelen tener puntos en común, pueden ser muy distintos según el origen de la criatura. Sabiendo lo legendarios que son, no es de extrañar que sean un punto fuerte en novelas como Juego de Tronos de George Martin, Harry Potter de J. K. Rowling o Tiempo de Dragones, de Liliana Bodoc. Estos seres han inspirado maravillosas historias y no podían faltar en nuestro apartado.
El dragón en la cultura
Hablando en términos generales, el dragón es una serpiente o un reptil gigante, más parecido a un lagarto, muchas veces alado y con cuernos. En muchas versiones, los dragones escupen fuego y son grandes enemigos de los humanos, así como los designados de cuidar objetos importantes.
Esto ha sido algo típico en las historias de doncellas y caballeros, como en La bella durmiente, que incluso, ha sido parodiado por la serie de películas Shrek, donde Fiona es custodiada por un dragón. La criatura tiene ya de por sí una connotación malévola en varias de las mitologías occidentales. Era considerado un ser poderoso y peligroso, tanto así que los vikingos utilizaban sus imágenes para defenderse de los malos espíritus. E incluso, en la mitología nórdica, el mítico árbol Yggdrasil, era corroído en sus raíces constantemente por un dragón llamado Nidhogg.
En muchas otras leyendas, es también considerado un ser codicioso y avaro, un defecto que evidentemente se debe tener cuando se es tan fuerte y poderoso, además de malvado, por supuesto.
En otras culturas, en cambio, como las orientales, los dragones no tienen alas y se parecen mucho más a una serpiente, aunque esto no signifique que no puedan volar. Los dragones orientales suelen ser criaturas mágicas de gran conocimiento y sabiduría, muchas veces hasta son representados como dioses o guardianes. Contrario a las creencias occidentales, son un símbolo de espiritualidad, de buena suerte y son benévolos. Grandes ejemplos los podemos encontrar en la película de Disney Mulán, con Mushu; en Dragon Ball con Shenlong, o incluso en El viaje de Chihiro, donde Haku es un espíritu del río, que puede transformarse en un dragón.
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Bestias de ensueño
De TodoGran parte del encanto de la fantasía, radica en las majestuosas criaturas que habitan el universo mágico. Por supuesto, nunca falta dentro de una gran historia aquel ser que nos roba el corazón por su humildad, inocencia y/o sabiduría o al que le t...