Ritual

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Aclaraciones antes de leer. Uno, aquí pondré que los vampiros muertos pueden revivirse mediante un ritual. Investigaciones muy profundas y tal vez otros datos que he tenido que investigar fuera del universo de Crepúsculo y no sé sí sea así. Por eso les aviso antes de leer. Sin más por el momento, espero que disfruten su lectura.

→Derek_Daniel←

Estaban tomados de la mano con cariño extremo mientras se veían a los ojos con una dulzura inexplicable.
No sabía como tomar las cosas, la situación era totalmente nueva para él. No sabía con que fuerza acepto el ritual al cual estaban asistiendo.

Renesmee necesitaba a Isabella, él lo entendía de una manera profunda y muy buena. Pero es que era lo único que se encontraba en medio de su camino. No estaba feliz por el hecho de seguir casado con una persona por la cual ya no sentía lo mismo. Pero luego de hablarlo tranquilamente con la familia Black;  la cual lo amenazó con arrancarle la cabeza sí lastimaba al Alpha menor;  y con su familia, acordaron que lo mejor era devolverle a Renesmee su madre y alistar los papeles del divorcio.

Una sonrisa dulce y amorosa se deslizo por sus labios buscando una razón para permanecer ahí. La tendría cuando se unieran por completo. Eso era completar su imprimación. Lo saco del lugar con cuidado, todo estaría bien sin ellos dos por ahí un rato, le susurró al oído haciendo que él azabache se le erizarán los vellos de la nuca.

—Ven, terminemos lo que empezamos—beso su nuca dejando por el camino besos húmedos y abiertos.

—Edward—musitó con suavidad—aún estás casado con Bella.

—No podría importarme menos—murmura besando sus labios con gusto.

Pero claro que el poco sentido común que le quedaba le hizo darse cuenta que estaba empezando mal de miles de maneras, de muchas que podrían hacerle sentir los nervios a flor de piel y las ganas de vomitar gracias al nerviosismo que le invadía a cada segundo el cuerpo. Rodeo su cuello con sus brazos y le dió un pico en los labios, estaba dispuesto a esperar que todo se resolviera entre los dos vampiros. No era fácil de seducir, mucho menos de calentar, era capaz de callar y esperar con paciencia, hasta con una calma casí; por no decir, muy hilarante hasta cierto punto.

—Dejen de coquetear—la voz de fondo les hizo sonreír de manera inconsciente.

—¿Qué pasa Emmett?—susurró, pero a los oídos de un vampiro era lo suficientemente alto.

—El ritual—los miro mientras sonreía, quería estar con su persona especial de aquella forma tan cálida.

—Te lo dije—le dió un suave golpe en el hombro—vampiro tonto e inmaduro.

Su risa le hizo erizar todo el cuerpo. Tal vez estuviera mal aquella situación en otro mundo, pero ahí era todo perfecto y encajaba de una manera realmente exacta y no podría pedir más que eso.

—No me importa—murmuró abrazando de manera sobreprotectora al azabache.

—Eddie—le dió un suave golpe en el pecho, tenía la suficiente fuerza para lastimarlo—no seas un grosero. Es por el bien de Ness.

Ese apodo que tanto le había molestado escuchar en su tiempo. Ya no le causaba tantos celos, ahora podía sonreír cuando él lobo tenía ese tipo de cariño hacia su hija, porque estaba seguro que no sería nada más que un cariño paternal.

—Él cachorro tiene razón—se acercó para tomar de la mano al que sería su próximo cuñado—venga, hay que asegurarnos que todo vaya bien.

—Tú quieres verlo—le gruño aceptando su mano con tranquilidad—ya estaba imaginando muchas cosas—le apretó la mano con fuerza y le mostró los colmillos en amenaza silenciosa—pero lo lastimas y te juro que desgarrare tu garganta con mis dientes.

La amenaza fue por una parte tomada y por la otra juzgada como una broma. Porque sabía que pase lo que pase, él lo iba ha defender del Alpha menor. Aunque tuviera que pelear contra Jacob Black para salvar su bello cuello, que por el momento estaba en un excelente lugar.

Una sonrisa se deslizo por sus labios, coqueta y complice al mismo tiempo. Porque sabían sus secretos, estaban conscientes que nada de lo que pasara de ahora en adelante los detendría, nunca lo haría, estaban dispuestos a aplacar a quien amenazara su felicidad. Aunque esto significará involucrarse con los Vulturis, porque la amenaza aún estaba ahí, en secreto guardada como un murmuró suave, como las hojas de los árboles cayendo en otoño. Ahí estaba todo el peligro que los amenazaba en el cambio de estación, cuando el hielo endureciera les tocaría defenderse hasta el último hueso.

—Deberías relajarte—la voz suave y fría de Jasper le hizo mirarlo y guiñarle con cariño—de un momento a otro te encuentras tan ansioso...

—Sólo intento esperar... Como sí nada en el mundo fuera tan importante—soltó la blanco mano para abrazar al chico de hielo enfrente suyo.

—¿Esperar?, sólo queda eso, recuerda que el amor está ahí, sólo queda hacerlo florecer.

—Eres tan romántico—su risa baja le hizo rodar los ojos—mejor esperemos a que el ritual termine para hablar de estás cosas.

Los murmullos subieron de volumen como iban acercándose, las voces clamaban al mismo ritmo, rapidez y hasta con cierto tono de desconcierto. Les había pedido ayuda en la reserva, aceptaron luego de que Seth fuera quien provoco el accidente. El olor de sangre inundó sus pulmones, sujeto la mano de Jasper al sentir su garganta arder.

Era insoportable, las manos le temblaban cada vez más, la mirada busco a sus acompañantes que le tomaban de los hombros, la sed parecía consumirlo, mordió su muñeca con fuerza ahogando sus intentos por ir a saborear a la persona con ese olor casi adictivo.

—Jake, calma—lo abrazo dándole un beso tranquilo en su nuca—shhh...—intentó calmarlo dando suaves movimientos, como si fuera un Vals que sólo ellos conocían.

Se relajo pegándose a su cuerpo, su aroma le llenaba el pecho y el cuerpo. Cada fibra de lo que era le hacia latir el corazón de manera descontrolada. Y todo se detuvo, cuando la voz de Carlisle le llego a los oídos intentando ayudar a Bella, Esme estaba calmada mientras ayudaban a la chica que no recordaba mucho.
Pero no le importo, porque en verdad estaba perdido en esa dulce voz que le murmuraba al oído.

—Te amo más de lo que imaginas y piensas, te amo como se ama el olor de un libro nuevo, te amo con deleite; así como se bebe el café en las mañanas de invierno—lo amaba hasta el fondo, hasta en aquellos momentos donde lo comparaba con los tristes autores de época—te amo como se ama a una canción en un día lluvioso mientras se camina por la calle. Te amo como la poesía a Neruda. Te amo como solo yo sé hacerlo.

Actualización después de mil años. Es que no me salía mucho :v lo siento pequeños, pero soy pésimo concentrándome

Desde el crepúsculo hasta el amanecer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora