Estaba empezando a creer que sus amigos eran unos estúpidos perros como muchas veces los llamaban. Edward se la pasaba detrás de Jacob como un mascota y este a su vez estaba detrás de Alec por las dudas de que logrará lastimar a alguien con su condición, que no sabían exactamente qué era. Suspiro tal vez por novena vez al verlos devorarse la boca mutuamente, como sí el mundo se les fuera ha terminar.
Entonces escucho como hablaban de la manada que se había ido. Stiles era lo suficientemente inteligente para faltar a clases todo el año e ir a presentar exámenes. Pero los demás no, debían ir a la escuela y un mes con una semana ya era mucho para los chicos. Aunque sabía que era más por protección que por proyectos de clases, lo supo en el instante en que el lobo miró a su compañero.
Esa mirada de amor mezclada con un poco de odio, con el toque suficiente de sobreprotección y sí le agregamos el toque de instinto de sobrevivencia que le sucedía cada qué pensaba en perder al castaño.—¿Entonces como te sientes?—Seth regreso a la casa Cullen luego de disculparse de manera correcta con Embry.
—En un pozo profundo—susurra con voz delicada acariciando la fina madera de la mesa—siento que Edward nos dará la gran noticia en cualquier momento.
—¿De qué noticia hablas?—pregunto confundido al ver como Jake le susurraba algunas cosas al oído al vampiro.
—Tú mira—señalo a la pareja que estaba haciendo una pequeña escena en la sala—Edward está apunto.
Seth le dedicó una mirada curiosa, realmente preguntándose qué quería decir, y lo supo en el instante que Edward Cullen se hincó sobre su pierna izquierda tomando una postura parecida a los cuentos de hadas cuando el príncipe le jura amor eterno a la princesa. Los ojos de un tono tan parecido al caramelo miraron a los ojos oscuros de Jake, sin palabras rebuscó entre la bolsa de su pantalón sacando una pequeña cajita de color rojo a terciopelada.
—¿Qué es esto?—susurro por lo bajo al ver a su hermana emocionarse como una niña pequeña que obtenía el juguete más bonito u la muñeca que más había querido por mucho tiempo.
—Shhh, cállate.
Leah presto más atención desde esa posición y empujó a Seth sobre Embry cuando esté llego a molestar en la escena. Observo como las manos nerviosas de Edward abrían la caja con calma, como sí no quisiera asustar al chico enfrente suyo, en ningún momento apartaron la mirada y unas sonrisas sinceras se deslizaron por sus labios. Ella juro que pudo ver la conección cuando Edward tomo la mano de Jake y la besó con esa delicadeza que sólo un caballero que vivió en épocas pasadas lograría.
La sonrisa de Jacob se le deslizó hasta para ella, era contagiosa la felicidad que transmitía con sólo mirarse. Entonces les golpeó la cabeza a sus acompañantes al verlos intentar arruinar la pregunta.
—¿Te casarías conmigo?—pregunto lo suficiente alto para seguir dándole un espectáculo a los presentes.
Entonces Leah suspiro con una emoción algo peculiar recorriendo su ser cuando miró a los otros vampiros llenar la casa con la cara entre sorpresa y algo de pena. Porque no era por querer escuchar la conversación, pero las palabras les llegaron. Entonces ella se subió encima de su hermano y Embry para poder ver mejor detrás de todos esos ojos rojos. Y la respuesta, esa era lo que ella quería presenciar.
—Acepto—el moreno se lanzó encima del mayor haciendo que no mantuviera el equilibrio y cayera contra el duro piso.
La risa de Jake le hizo saber que era feliz, miró a Embry a los ojos haciendo que el chico se pusiera nervioso, esa mirada no prometía algo que el conociera como bueno.
—¿Y tú para cuando?
—¿De qué hablas?—el chico cuestionó curioso intentando quitarse a Leah.
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Desde el crepúsculo hasta el amanecer.
FanficElla había decidido por su hija aún podía escuchar los gritos devastadores de la pequeña, sus sueños le llevaron a aquella pesadilla donde la mataba arrancándole la cabeza, estúpido ritual, estúpida Bella queriendo romper el lazo que lo unía a su hi...