Me confundes

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Información que cura antes de empezar con el capítulo. Por necesidad de este fic y porque muchos lo pidieron Sam no tendrá imprimación con nadie. Sólo será otro lobo suelto que encontrará el amor :v no sé si con los Cullen. Eso depende de las votaciones.

Estaba que se lo trataba la tierra. Bella había comenzando a hablar con él de nuevo con el pretexto de: «vamos a limar todo aquello que nos impide ser amigos» pero se sentía acosado por la chica Swan. No sabía cómo tomar toda la situación, sus amigos habían estado alejados por eso de la imprimación y comenzaba a cansarle.
Porque él quería un poco de tiempo con los chicos, aunque Aro con sus testigos llegarían en poco, las manadas habían empezado a entrar con más frecuencia, Seth comenzaba a mejorar en su resistencia y reflejos. Embry, él seguía siendo él mismo de siempre.
Estaba a punto de gritar cuando Isabella lo jalo del brazo. Sintió sus dedos apretar su muñeca con fuerza y le susurró algunas cosas al oído. Porque aunque no quisiera, esa plática ya no era privada con todos los vampiros a su alrededor. Pero le molestó que le insinuara mirar aunque sea un poco hacia esa rubia llamada Tanya. Oh mala idea para un lobo imprimado.

—Isabella—gruño con voz suave e inocente. Que de inocente tenía lo que Edward tiene de virgen—mencionas otra vez engañar mi pareja y te puedo asegurar que perderás de nuevo la cabeza.

Esa amenaza iba en serio, muchos vampiros retrocedieron cuando los ojos del Alpha cambiaron a una tonalidad roja demasiado peligrosa. Sus pasos eran firmes y sabían que esa chica estaría pérdida. Pero todo se arruinó cuando uno de los lobos de la manada se acercó para susurrarle al oído algunas cosas.

—¡Te gusta Carlisle!—grito con fuerza sin darse cuenta.

Ahora, en ese preciso instante podría asegurar que estaba más que enojado, primero Isabella con eso de engañar a Edward con Tanya. Luego su amigo, casi compañero con que le gustaba su suegro, en cualquier momento esos vampiros y lobos le sacarían canas verdes. Todos los presentes se miraron compartiendo miradas curiosas. Es que lo que estaba pasando era tan interesante como una telenovela barata de esas que pasan por la televisión.

—¿Y ustedes que están viendo?—grito ante tantas miradas curiosas puestas sobre ellos.

Todos en un acto de reflejo retrocedieron ante el amenazante híbrido que los observaba como queriendo degollarlos y disfrutarlos como una cena o un recuerdo de casería.

—Calma perrito—ni la voz bromista de Emmett detuvo la ira que se acumulaba en su interior.

—Emmett no—los detuvo Edward antes de que su casa fuera un campo de ataque—deja a Jacob, sabes que es difícil que controle su temperamento.

—¿Estás diciendo que soy una mujer temperamental Edward?—se cruzó de brazos de una manera amenazadora.

Embry que pasaba por la escena se quedó callado, no sabía sí reírse o alejarse para no formar parte de aquellos a los que Jake con gusto les arrancaría la cabeza de una buena mordida. Miró a Seth que comenzaba a intentar esconderse mientras Leah comía tranquilamente disfrutando de ver arder el mundo, porque según ella su hermano se había puesto solito en esa situación con su Alpha.

—Jake, no asustes a los chupasangre—bromeo abrazando a Seth por los hombros—sabes que tenemos un temperamento difícil.

—Es cierto Jake—Seth intentaba calmar la tensión que Isabella había puesto en el azabache mayor—somos metamorfos, de temperamento difícil, y sangre muy caliento, ¿Tú no dices nada Sam?—le murmuró suavecito ocultándose atrás de Emmett con miedo a ser golpeado.

—Yo no tengo porqué disculparme—alzo los hombros restándole importancia al asunto—Yo sólo le dije lo que siento y planeo hacer.

—Tú empezaste esto, por favor arreglalo.

Sam se hizo al desentendido abriéndose paso entre la multitud de testigos que se quedarían en casa hasta que llegara Aro con su séquito.

—Y no se metan—amenazo desde la puerta principal—porque los destrozare hasta conseguir que me haga caso—miro a Jacob como queriendo dejar en claro las cosas antes de que él joven Alpha saltará a defender su "territorio"—Jacob te metes en mi camino y tu cabeza será la primera en rodar.

Antes de que los dos Alphas se agarraran a golpes, Edward sostuvo por los hombros a su temperamental novio para evitar otra pelea en casa. Mientras los hombres resolvía sus problemas de amorosos. Cierta chica de la manada los observaba mientras tomaba un poco de jugo, ella sólo intervendria si alguien se tiraba encima de su inocente y lindo hermanito.

—¿Qué pelean?—una mata de cabello café, para ella era de ese color, se acercó con cuidado—¿Jacob está enojado?

—Cosas de hombres tontos—murmuro mirando a la niña por la cual daría su vida, era linda, con esas mejillas rojas y esa piel blanca.

—¿Tú crees que alguien me quiera como a Papá?—cuestiono ya más tranquila y de acuerdo en la relación de sus dos personas importantes.

—Tal vez llegué en algún momento—Leah se sintió enrojecerse hasta la orejas por aquellas palabras—alguien que pueda ser un chica y que te quiera como su princesa.

Se le quedó mirando y por un momento algo infinito esos ojos oscuros, esos rizos bonitos que enmarcaban su carita de una manera casi perfecta le hicieron latir el corazón con fuerza, bombeando demasiada sangre para un lobo como ella. Sentía cosquillas en los dedos, lo mismo que cuando la vio a ella por primera vez, estaba flotando y su mundo perdía el sentido de apoco. No era lo que creía, porque eso la devastaría.

No estaba entendiendo nada de lo que pasaba a su alrededor, ni mucho menos aquel sentimiento de llenaba su pecho oprimiendo su corazón. Maldita imprimación, estaba empezando a confundir esos sentimientos con la atracción.

—¿Crees que Jake es el príncipe de papá?—cuestiono inocente con aquellos grandes ojos mirándola curiosa.

—Yo puedo apostar que sí—le revolvió el cabello—¿Por qué?

—Por que Jake sería un buen papá.

Todo para verla irse moviendo esos pequeños cabellos en cada paso que daba, con esa seguridad de verla moverse como una pequeña bailarina. Tal vez era una ligera atracción, sólo tal vez ese era el sentimiento que le recorría por el pecho.

Sonrió con dulzura, algo impropio en ella, pero es que era tan linda con esa sonrisa dulce que adornaba sus labios en aquellos momentos. Es que ese cabello cuidado como la mejor flor del campo, esos labios rojos como un par de fresas y esa piel blanca, tan blanca como la nieve. Un suave suspiro se deslizó por sus labios de manera descuidada.

—Es perfecta—murmuró por lo bajo, apoyando su barbilla en el torso de su mano.

Y la suave voz de su hermano se escuchó de fondo antes de perderse en su mundo donde la familia Cullen, en especial esas dos chicas eran lo que consideramos un encanto de persona.

Actualización, este capítulo se podría tomar desde el punto de vista de Leah antes de que todos pelearán en el capítulo anterior. Así que disfruten :v soy un ser de la maldad que se distrae por su novia.

Desde el crepúsculo hasta el amanecer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora