Mientras nos dirigíamos a casa de Scott, comencé a charlar con Sara de nuevo. Estaba muy contento de lo que podría pasar entre ella y yo, tenía esperanzas de poderla hacer mi novia, si salíamos vivos de esta guerra. Claro, ambos debíamos salir vivos, y yo protegería de ella. Claramente, Richard no sabía nada de lo que sucedía, solamente que yo gustaba de su hermana, nada más.
— ¿Qué pasa si salimos de esta? — murmuré.
— Estaríamos vivos — respondió con un tono demasiado sarcástico.
— Hablo de... tu y yo. Perdón si voy demasiado rápido — dije.
— No pasa nada, tranquilo. Realmente... deberíamos de hablarlo con mi hermano — respondió.Tenía mucha razón, él debía de saber, básicamente, todo. Es su hermana y tenía el derecho de saberlo. Sin embargo, no lo aclararíamos en ese momento. Sería muy complicado meterle más cosas en su cabeza de las que ya tiene, era suficiente con la idea de una guerra entre nosotros y Bill.
— Él ya sabe que gusto de ti, yo se lo comenté — dije.
— Diablos, ¿en serio? Eso es muy tierno de tu parte. Lo hablaremos luego con él. Ahora... solo pienso en descansar, me siento débil — respondió.Dejamos la charla para luego, ella se recostó en mis piernas, utilizándolas de almohada y se durmió. Era evidente que no se encontraba bien.
— Cuida de ella — dijo Richard, mientras guiñaba su ojo.
Creo que había escuchado parte de mi conversación con ella. No habíamos sido nada discretos, pero tampoco teníamos nada que esconder. Era mejor que él lo supiese por nosotros y no por otras personas. No importaba si había escuchado, importaba el hecho de que me dejara estar con su hermana. Me sentí muy feliz cuando me dijo que cuidara de ella. Una emoción entró en mi cuerpo, que solo me permitía sonreír como un idiota.
No obstante, tras haber pasado tan hermosa sensación, llegamos a casa de Scott. Por cierto, una casa muy grande, pero muy grande ¿eh? Podía ser de cualquier súper estrella del cine. Bueno, pero eso no es tan importante. Nos bajamos del coche, y fuimos directos a la sala de estar, bueno... una de las salas de estar, eran como cinco. Nos sentaron en el sofá con Sara, y ellos se sentaron enfrente nuestra. Se sentía como una charla en la que los padres dan a conocer tópicos extravagantes a sus hijos y demás, sin embargo, esta conversación era aún más importante que tópicos extravagantes.— Bueno, ¿chicos...? Pues esto no es muy sencillo del todo, deben de colocar mucha atención para entendernos — dijo Scott.
Bueno... pues Sara, al igual que yo, teníamos nuestra atención puesta en ellos. Sabíamos que lo que contarían era algo... quizá intrigante, podría ser. Realmente, no logro encontrar un adjetivo para la situación. Sin embargo, no se trataba de describirla, sino de entenderla.
— Sara. Nathan. La verdad detrás de todo esto, son ustedes — dijo Richard — La verdad, es que por ustedes hemos hecho cada cosa — agregó.
— Podrías ser más específico, por favor — reclamó Sara.
— Claro. Sara... te amo, eres mi hermana y deseo verte bien siempre, ¿si? Y Nathan... eres un hermano para mí, cada situación llevada a cabo, como el hecho de que Scott esté con nosotros, la causé yo — respondió.
— ¿Por qué? — pregunté.
— Porque deben de estar bien. Me enteré de tu plan para inculpar a Scott. Yo cambié la nota, y por ende, Scott se unió con Bill. Le hizo y sigue haciendo creer a Bill que va a matarme — dijo.
— ¿Qué tengo que ver en todo esto? — preguntó Sara.
— Bill sabe que eres mi única debilidad. Como Scott está dentro de todos sus planes, siempre he ido un paso adelante y te he tratado de proteger como debo — respondió.Hasta el momento, todo se encontraba un poco claro. Sin embargo, había una pequeña incógnita ahí, algo que hacía dudar.
— ¿Cómo conoces a Scott? — pregunté.
— Richard y yo, llevamos años de conocernos. Hemos sido muy apegados desde tercer grado, sin embargo, entre ambos dijimos que nadie debía saber de eso. Él sería el chico inteligente, y yo el absurdo y ridículo. Creímos que a la larga nos podría funcionar, podría ser útil. Y aquí estamos, batallando hasta el último segundo — respondió Scott.
— Mierda... ¿por qué jamás supe algo de eso? — pregunté, de nuevo.
— ¡NADIE SABÍA! — gritó Richard, mientras se acercaba a mí — Nadie, hermano, nadie. Lo ocultamos — dijo.La conversación quedó ahí. No discutimos más. Supimos lo que debíamos hacer. Nada más. Era lo necesario para poder proseguir con la guerra.
Sara aún se encontraba malherida. La teníamos recostada en la recámara para visitas. Se notaba demasiado débil aún. No podíamos seguir sin ella. Alguien debía quedarse cuidándola, y no quería ser yo. La amaba, sí, pero también necesitaba acompañar a Richard y Scott en la masacre que pensaban hacer. Sin embargo, esa masacre aún se encontraba en proceso. No había ningún plan. Nada. Eso significaba que teníamos un tiempo extra para poder esperar la recuperación de Sara y así, poder iniciar dicha masacre.— Te amo, Sara — dije mientras se encontraba dormida.
— Yo a ti, Nathan — respondió.Me tomó muy por sorpresa, creí que estaba dormida, sin embargo, no era así. Aunque, su respuesta fue lo mejor de mi día. Ahora sabía que me amaba, y pasará lo que pasará, yo necesitaba regresar con ella luego de lo que pensaríamos hacer con Bill. Debía de regresar. No estaba a discusión para mí. NO.
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Richard Vendetta
Misterio / SuspensoPara Richard, la realidad del bullying, no es solo insultar, maltratar, o inclusive golpear. Es mucho más que eso. Para él, todo trae sus consecuencias... y no solo para el receptor, inclusive para el agresor. ¿A qué se refiere? Al inicio de una ar...