Capítulo 25

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25

De todas las maravillas que he oído, la que mayor asombro me causa es que los hombres tengan miedo.

—William Shakespeare, Julio César

Es lunes por la noche.

Mañana es la patrulla. Mi primera patrulla. La primera desde lo de Meghan.

Estoy tumbada en la cama retorciéndome las manos. Llevo todo el día haciendo lo mismo, no puedo dejar de pensar en mañana, en lo que puede pasar. Llevo desde el viernes preparándome físicamente durante todo el día, pero lo que más necesito es preparación psicológica para lo que sea que pueda ver mañana.

Respiro hondo para relajarme e intentar dormir, pero sigo sin conseguirlo y salgo de la habitación.

Me dirijo al invernadero, pero antes de llegar, alguien me agarra del hombro. Agarro a quién sea del brazo mientras me giro.

—Mierda, Amanda, para —es Andrea.

—Ups, lo siento. Me he asustado —me llevo la mano a la boca.

—Pues, joder, parece que te creyeses que te iba a violar o algo parecido.

Me río.

—¿Qué haces aquí? —Andrea ya no lleva muletas, pero aún no puede pelear, con lo que mañana se quedará en Refugio.

—Mmm… —Se pone roja, y sonrío al darme cuenta de que ha estado con Dan o se dirige hacia algún sitio en el que él esté.

—¿Algo relacionado con Dan?

—Sí —sonría avergonzada.

—¿Vas a verle o ya lo has visto?

—Voy a verle. Vamos al invernadero.

—Oooh… Mejor me busco otro sitio —Sonrío pícaramente.

—Vale, pero no se lo digas a nadie.

—¿A quién se lo voy a decir?  Noah lo sabrá por Dan, y yo no hablo con nadie más a parte de a Dan, Noah y a ti. Y a Charlie, pero no cuenta.

—Vale.

—Que os lo paséis bien.

—Para de mirarme así.

—Te miro de forma normal —la verdad es que no puedo evitar sonreír. Tiene las orejas coloradas.

La sonrío una última vez y me voy a cualquier otro sitio.

La cocina acaba siendo mi destino. Enciendo solo las luces de la mesa donde, durante unos días, preparaba los bocadillos de las expediciones y me senté en el taburete. Pienso en algo que comer, cuando estoy nerviosa quiero comer y, aunque sé que la comida siempre se divide para que todo el mundo pueda comer, no puedo pensar en otra cosa.

Veo un soporte de plástico con un poco de queso. Lo cojo mientras me agencio un trozo de pan y me escondo debajo de la mesa, apagando las luces. Me pongo a pensar en cosas bonitas, en cosas que me gustan para no céntrame en la aventura suicida de mañana.

EL recuerdo de una yo de quince años en Los Ángeles visitando los estudios de cinematográficos. EN especial el recuerdo se centra en los estudios de Warner Brothers. Pude cumplir uno de mis sueños al pisar esos suelos: visité donde Peter Parker dio ese famoso beso a Mary Jane, los vestuarios y decorados de la saga Harry Potter, F. R. I. E. N. D. S y un montón de estudios dónde se han grabado tantas escenas míticas que han marcado la historia del cine.

Recuerdo ver mi saga favorita de películas en una tarde: Regreso al futuro. Siempre repetía los diálogos con mi padre, lo hacíamos como si de verdad fuéramos los verdaderos Michael J. Fox —Marty Mcfly— y Cristopher Lloyd —Doc— con la el mítico saludo de :  —Hola, Doc. —Hola Marty. Mi padre siempre me repetía la frase: Hay alguien ahí, Mcfly, hay alguien ahí, cuando llegaba a casa.

REFUGIO ( #1) [EDITANDO]Where stories live. Discover now