-¿Me viste?- pregunté cuando llegué junto a ella. Mathew también se había acercado.
-¿Qué si te vi? Cariño, ¡fue asombroso!- dijo emocionada. Si no saltaba sobre mí era porque seguía al otro lado de la cerca de madera. -Enfrentaste tu miedo, no podría estar mas orgullosa.-
Sonreí, recibiendo de vuelta mis gafas de sol. Me liberé del casco, y pasé la mano por mi cabello antes de colocarme mis gafas.
-Voy a salir de aquí pero prométeme que no empezaras a darme besos y a avergonzarme.-
-Cariño, no lo hare.- dijo mi madre. Asentí mirándola con los ojos entrecerrados. Desconfiaba.
Fui hasta la puerta y caminé de regreso a mi madre y en cuanto llegue, ella hizo exactamente lo que le pedí que no hiciera.
Saltó sobre mí para envolverme en un abrazo protector y llenarme de besos que no intenté evitar. Ella había ganado.
-Venciste tu miedo, ¡eres mi pequeña campeona!-
Fulminé con la mirada a Mathew que intentaba reírse.
-Ella es muy buena.- comentó. Pero esta vez no fue mi madre o mi mejor amigo.
Me giré para ver quien estaba tras de mí. Joder, era ella.
Mi madre seguía abrazándome y ella me miraba con una enorme sonrisa.
No podría decir si su sonrisa era de ternura o de burla. La segunda opción parecía convincente.
-Hola Mathew.- saludó, el chico asintió suavemente en respuesta. -Señora Jauregui.- saludó, extendiendo la mano. Mi madre sonrió encantada (esa sonrisa si la conocía) y apretó la mano de la morena.
–Llevaba tiempo sin verte, pequeña. Estás hermosa.-
¿Pequeña? Mi mamá era muy tierna pero no llamaba pequeña a cualquiera.
-¿La conoces?- le pregunté a mi madre, que aún seguía abrazada de mi cuello.
Nada que hacer.
-Camila es hija del socio de tu padre, el señor Alejandro Cabello. ¿Lo recuerdas?-
Claro que lo recordaba. Había ido a su casa un par de veces por alguna cena o cumpleaños de su esposa. Sabía que tenía hijas pero nunca me interesó ver sus fotos familiares en la sala.
El hombre me odiaba y él no era mi persona favorita en el mundo.
Solo asentí en respuesta.
-No sabía que ella era su hija.- dijo Camila mirando a mi madre.
-Así es.- respondió- Mi hija es una valiente y segura señorita. ¿La viste…-
-Mamá, estas avergonzándome.- corté alejándome de sus brazos para tomar mi bolso deportivo.
-No, claro que no. Yo quiero seguir escuchándola, señora.- habló Mathew con una sonrisa cabrona. Lo fulminé con la mirada antes de volver con mi madre.
–Iré a las duchas y te buscaré cuando esté lista. ¿De acuerdo?-
-Está bien, iré a despedirme de las chicas, hasta entonces. Cuídate Mathew.- le dijo a mi mejor amigo con una sonrisa. –Cuídate, Camila y saluda a tus padres de mi parte.-
-Así lo haré, señora.- respondió educada.
Cuando mi madre se fue, el incómodo silencio que nos envolvió se hizo insoportable.
-Bueno, he pasado demasiada vergüenza para un solo día.- miré a Keana aun sobre el caballo realizando los mejores saltos que habia visto.- Despídeme de tu hermana. – Pedí a Mathew.- te llamo luego.-
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Te deje ir (Camren)
FanfictionSinopsis: -¿Cómo sucedió esto?- preguntó mi padre confundido y sin mirarme. -Todo era tan perfecto y ahora....- -Esto es real.- susurré intentando seguir el ritmo de la realidad.- es real, es real, es real...- -Lauren, yo me siento tan culpable...