Capitulo 3

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-Hey, nena.- saludó Mathew en el teléfono.- paso por ti en media hora.-

-Lo siento, Math.- me disculpé terminando de colocarme los tacones.- hay un evento esta noche…-

-Lo sé, lo sé… Lauren Jauregui nunca se pierde un evento de sociedad.-

-Mami y papi no son tan accesibles como los tuyos.- le recordé con burla. Ellos no tenían que ir a esos jodidos eventos si no lo querían.

- Ventajas de no ser unos hijos ejemplares.- no tenía duda de ello.- Ya sabes lo que debes hacer si quieres escapar de ahí. Aún queremos festejar tu soltería.-

-Math… terminé con Leighton hace dos semanas. Venimos festejándolo desde entonces.- sonreí mientras me miraba al espejo, lista para bajar.

-Lo sé pero parece nunca ser suficiente.- dijo riendo.

-De acuerdo.- me rendí.- Dinah no irá así que es probable intente salir de ahí lo antes posible. Mantén tu teléfono cerca.- bajé las escaleras en busca de mis padres.

-Tenlo por seguro. Diviértete esta noche, nena.-

Terminé la llamada moviendo ligeramente la cabeza.

Ellos no dejarían su maldito apodo.

-Te ves hermosa, cariño.- halagó mi padre viéndome llegar al salón. Todos estaban ahí, listos para salir.

-Gracias.-respondí con una pequeña sonrisa.

Mi madre se acercó y me regaló un tierno beso que depositó en mi frente.

No tardamos demasiado en llegar al evento. Realmente no preste atención al motivo de la ceremonia pero en cuanto encontré el bar, todo pareció mejor.

-Un Martini seco con dos aceitunas.-

-Aquí tiene señorita.- ofreció el barman con una sonrisa coqueta. Lo ignoré. Me giré para ver a la gente pasar el tiempo y divertirse.

Desearía que Dinah estuviera aquí. Siempre lograba arrastrarla conmigo pero hoy era el cumpleaños de uno de sus hermanitos y no podía competir con eso.

-Hey, Lauren.- saludó una chica llamando mi atención.

-Hola…- no recordaba su nombre.- Hace tiempo que no te veía.-

-Dejaste de ir al club.- comentó sin notar mi olvido. –Realmente se te extraña.- tenía una bonita sonrisa.

-Las clases se pusieron intensas.- dije retirando la mirada de ella. Aunque era muy atractiva.- ¿Cómo van los entrenamientos de ten…-

Dejé de hablar.

Finalmente la vi.

Estaba en las mesas del centro. Sonriendo alegremente mientras platicaba con un grupo de amigos.

Era ella, lo sabía.

-De… ¿tenis?- mi acompañante intentó adivinar mis palabras inconclusas.

-Sí, yo… lo siento.- me disculpe aun sin mirarla.- ¿Cómo vas los entrenamientos?-

-Los entrenamientos son agotadores.- Aquella chica era hermosa ¿Cómo rayos no la había visto antes?- El campeonato empezará la semana siguiente. Me encantaría tenerte ahí.-

Su sonrisa. Tenia una sonrisa muy tierna.

-Sí, claro. Ahí estaré.-

Sus ojos. Sus ojos mostraban inocencia. Inocencia que en mi mundo no era familiar.

-De acuerdo, te enviaré la fecha por…-

-¿Me disculpas?- la interrumpí.- debo ir al tocador.- 

Te deje ir (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora