Te deje ir (Camren)

Capitulo 10

-¿Ustedes estarán bien?- le pregunté una vez que llegamos a casa.

-Intentaré evitar que se maten. Pero no prometo nada.- respondió Miller desde su ventana. Miré hacia el interior del auto. Keana veía a la ventana mientras Mathew miraba al frente con los brazos cruzados. Dinah miraba su teléfono.

-Escríbeme cuando lleguen a casa.- le pedí apartándome del vehículo.

-No te preocupes. La que tendrá una noche interesante aquí, eres tu.- señaló con la cabeza a Camila que estaba a unos metros detrás de mí.

-Aprovéchalo, nena- dijo Mathew forzando una sonrisa. Seguía increíblemente molesto, era obvio.

-Keana, mata a tu hermano.- le pedí a la chica que volvió la mirada a mí. Ella también sonrió tenuemente. Me alejé del auto para ir hacia Camila.

-¿Qué haré contigo, ahora?- le pregunté con una sonrisa.

Se rehusó a dejar que Miller la dejara en casa, explicando que tenía algo urgente que hacer antes de llegar. Me pidió que la llevara argumentando que no quería molestar a Miller.

Acepté sin nada más por hacer.

-Vamos por un helado.- respondió emocionada. Miré mi reloj.

-Camila, es mas de medianoche.- dije caminando hacia el porche de mi casa.

-Podríamos ir por pizza-

-Te llevaré a casa.- dije abriendo la puerta para tomar las llaves de mi auto que se encontraban en la mesita de la sala. Volví a salir para abrir el garaje con el mando.

-Podríamos ir por unas malteadas.-

-Podríamos ir a tu casa.- volví a decir mientras entraba en el auto y esperaba a que Camila hiciera lo mismo. Salí de reversa y conduje sin que ella me dijera su dirección. Conocía el camino a su casa de memoria.

-Y si vamos a…-

-¿Qué sucede?- le pregunté cortando sus palabras.- ¿Por qué no quieres ir a casa?-

-Es temprano.-

-No es eso.- dije segura.- dejas a tu novio y tu mejor amiga en la fiesta y luego no quieres llegar a casa. ¿Qué sucede?-

-Te lo diré si vamos por pizza.-

-¿Me  sobornas?- pregunté mirándola un momento.

-Eso parece.- respondió elevando los hombros.

-Bien.- acepté.- He caído tan bajo.-

-Deja de llorar. Hay una pizzería que abre las 24 horas. Te encantará.-

Solté un cansado suspiro antes de conducir hacia donde Camila me indicaba. Llegamos al lugar y ella pidió una pizza personal y yo una botella de agua. Era demasiado tarde para comer. Pagué mientras ella buscaba una mesa.

-Bien, Camila.- empecé mientras me sentaba frente a ella.- Empieza a hablar.-

-¿Quién eres, Lauren?-

-¿Disculpa?-

-Quiero saber quién eres. Estamos aquí, en una pizzería a mitad de la noche y no te conozco. ¿Quién eres?-

-Podría ser una asesina en serie y tú mi próxima víctima. ¿Siempre sales con desconocidas por pizza?-

-Nunca.- respondió mirando como el mesero depositaba el pedido sobre la mesa. Camila empezó a comer de inmediato.- No puedes ser una asesina, quiero decir, ¿Qué clase de asesina eres si llevas a tu victima a comer pizza antes de asesinarla?-