Cuando las estrellas se apaguen...

Tú...¿Otra vez?

El sonido de los grillos sonaba en aquél escenario...Abrí los ojos y me encontraba otra vez en aquel pasto verdoso, el chico pelirrojo estaba vestido totalmente de blanco y nuevamente su cara estaba muy borrosa.

-Ah..Aura, al fin despertaste...Sí que eres muy dormilona

-¿Tú crees? –Dije mientras rascaba mi ojo somnolienta y miraba al chico, miré mi cuerpo y yo tenía un vestido blanco, nuestros pies estaban descalzos. El pasto me daba cosquillas en la planta de los pies. Envolví mis rodillas entre mis brazos y así pode ver el cielo estrellado, las estrellas habían cambiado su color a uno turquesa.

-Um...¿Te gusta éste paisaje?

-Sí, ¿Por qué lo preguntas? -¡Wow, ya puedo controlar cuando hablo en mis sueños!

-Bueno, los sueños son los deseos más profundos de la persona...Y al parecer esto es parte de tus sueños

-Probablemente, una vez visité un lugar así cuando era pequeña, me gustó tanto que pensaba regresar algún día...Pero si todo esto son mis deseos más profundos ¿tú eres parte de mis deseos?

-Jum...No, soy más como un déjà vu de tu futura pareja y me alegro que pueda dialogar más con la Aura verdadera

-¿En serio? Pero...¿Por qué no puedo ver tu cara?

-Por qué así el juego no sería divertido...Te encuentras alrededor de 5 chicos y cada uno de ellos tiene cierto cariño hacía ti pero tu deberás encontrar quien es

Guardé silencio por unos momentos, el chico se acercó a mí y juntó sus labios con los mío formando así un beso. Amo sus besos.

-Es hora de despertar pequeña...

Esas fueron sus últimas palabras hasta que escuché mi celular sonar repetidamente, adormilada lo tomé entre mis manos y miré la pantalla. Número desconocido.

-¿Bueno, quién habla? –Agregué con un bostezo.

-Hey floja, ¿recién despiertas? –Es Castiel.

-¿Qué quieres y como conseguiste mi número de celu? A ti que te importa...

-Me lo dio Adrián y lo que quiero es que me acompañes tabla...

-¿Tabla? ¿¡De dónde sacaste eso!? ¡No estoy tabla!

-Oh vamos, tus pechos son muy chiquitos a comparación de las demás

-¡No es mi culpa que las demás les encante tener pechos grandes! Además ¿podrías dejar de mirarme los pechos Castiel? es bastante incómodo.

-Bueno, no te estoy llamando para hablar sobre tus diminutos pechos, te hablo para que me acompañes hoy en la noche

Coloqué el altavoz y me levanté de la cama, estirando mis brazos y piernas mientras escuchaba sus planes, en serio que hace sueño y este tarugo me llama temprano para salir.

<<Debería ir a comprar más pan...¿Qué voy a desayunar? debí haber ido a visitar a mi familia...Jum...¿Y sí le digo a Larry que salgamos a come? Claro el debe invitar...no no, mejor preparo algo en casa, hace mucho que no preparo algo de comer>> Así es amigos, en vez de estar prestando atención a la platica con Castiel pensaba en que comer.

-Y bueno, eso es básicamente para lo que te llamé....¿Me estás escuchando tabla?

-¿E-eh? Ah sí...-Afirmé sin estar convencida