¿Te gusta el chocoflan?

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La luz entraba por la habitación y las risas de jóvenes, adultos y principalmente niños molestaba en mi cabeza, había mucho ruido afuera.

Con gruñidos molestos, me senté sobre la orilla de la cama con los ojos entre cerrados, los rasqué un poco y luego bostecé. Miré a mi alrededor y estaba completamente sola, todas las camas estaban destendidas y Darwin ya no estaba ahí.

Me levanté de la cama, saqué mi cepillo de mi mochila, cepillé mi cabello y me coloqué mi traje de baño para poder salir.

Las risas y el ruido del agua no cesaban, estaba un poco molesta pues nadie me despertó para poder ir a desayunar algo, el parque era gigante y seguro ellos ya no estaban en el comedor si no divirtiéndose sin mí en los toboganes.

-Qué grandes amigos te conseguiste, Aura...-Susurré con los brazos cruzados mientras caminaba por el vestíbulo del hotel, que por cierto, andaba algo lleno.

Cuando estaba por cruzar la puerta principal, una mano tomó mi muñeca haciéndome detener de golpe y olvidar todo lo que pensaba, volteé a ver quién era la persona que me había detenido y en serio que me llevé una gran sorpresa.

-¡Hey, Aura, sabía que no me había equivocado! –Comentó aquél chico alto, su torso estaba desnudo y mojado, tenía unas bermudas blancas y dentro de los bolsillos de éstas unos lentes de sol.

-¿Larry? ¿Pero qué haces por acá? –Dije impresionada con una sonrisa mientras me giraba completamente a él, por su parte, él soltó mi muñeca

-Vine aquí de descanso con mis padres, decidimos que sería bueno descansar un rato

-¡Eso es genial! Veo que te fuiste a dar un chapuzón desde temprano

-Los toboganes son mejor por la tarde, así que decidí ir a relajarme un poco en una alberca normal...¿Esperas a alguien? –Me miró con amabilidad.

En ese momento recordé que debía estar enojada.

-Ah...Bueno, vine aquí con unos amigos que se supone estarían conmigo pero me dejaron sola en el hotel –Dejé salir un suspiro pesado mientras pensaba en cómo podía vengarme de los demás.

-Entonces, ¿estás sola?

-Así es –Respondí moviendo mi cabeza afirmativamente.

-¡Bueno! Pues ya no estás sola

-¿Qué? ¿Piensas acompañarme? Pero estás con tus papás y-...-Cuando estaba por terminar, una linda niña rubia con coletitas y un bañador azul corrió hasta las piernas de Larry y abrazarlas.

-¡Hermanito, aquí estás! Mami y papi me dijeron que viniera a buscarte...¿Quién es ella? –La pequeña me vio y su mirada inmediatamente cambió de tierna a una muy amenazante.

-Ashley...Ella es Aura, una amiga...¿puedes decirles a mamá y papá que hoy pasaré mi día con ella?

-¿Queeee? ¡Nooo! Yo quería pasarla hoy contigo –La pequeña se aferró más a las piernas de su hermano.

Justamente detrás de Larry, dos adultos se acercaron, ambos eran hombres...¿Más hermanos suyos? No, se ven muy grandes.

-¡Ashley! Aquí estabas...-Comentó uno de los hombres mientras que la pequeña dejaba las piernas de Larry y corría a los brazos del hombre.

-¡Papi, mami! Larry no quiere venir con nosotros, se quiere ir con esa niña –Ashley hizo un puchero mientras me señalaba con cierto enojo y ambos hombres me miraron y después miraron a Larry en busca de una explicación.

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⏰ Last updated: Aug 09, 2018 ⏰

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Cuando las estrellas se apaguen...Where stories live. Discover now