Acurruqué mis brazos atrás de su cuello, mientras nos movíamos de un lado a otro en un vaivén y muy contrario al ritmo de la música. Parecía como si estuviéramos bailando una canción romántica cuando en sí sonaba una canción pop.
Su respiración en mi cuello hacía que perdiera lentamente la cordura. Sabía que estaba mal, pues él era bisexual. No es que tuviera algo en contra de ellos, por supuesto que no, pero tenía en mi cabeza que a Jimin le interesaba uno de mis compañeros de clase; además él estaba mucho más tomado que yo y posiblemente todo esto era porque él estaba aburrido de no encontrar a alguien lindo y yo era su plan de respaldo.
Por supuesto no me molestaba, es más, me daba igual porque yo también sentía que hacía lo mismo, pues Kentaro se había desaparecido y quería seguir coqueteando con él.
A pesar que había tomado agua después de lo sucedido con aquel chico que había tiroteado de mi brazo, la ebriedad aún permanecía en mí un poco, y me sentía cada vez más y más cómoda abrazando a Jimin así. No estaba segura si simplemente me estaba dejando llevar o realmente lo estaba haciendo porque quería tener diversión.
No obstante, no pasó mucho para que realmente me detuviera, pues sus manos ya estaban dirigiéndose por otro lado, específicamente en mi curva inferior y cada vez más me besaba con desesperación, con muchas ganas de llevarme a la cama.
Una cosa era tener diversión estando coqueteando y repartiendo besos; otra tener sexo con alguien así de la nada. A penas tenía un día de conocer a Jimin y pues... Eso no era suficiente para acostarme con él. Así que realmente sentí que me había metido en la boca del loco y por mi propia cuenta.
Tuve suerte cuando él de repente dijo que iría por una bebida. —Ya vuelvo, no te muevas de aquí
Asentí, quedándome parada mientras le veía marcharse. En realidad no me quería quedar ahí a solas, pero menos mal que los amigos de Jimin estaban alrededor, por lo que tendría con quién recurrir por si me pasaba algo. No obstante, pronto sentí que alguien me tocaba el brazo. Estuve a punto de reaccionar agresiva cuando noté que era japonés con quién me había besado antes.
Era una estupidez, pero fue inevitable que no terminara sonriéndole como embobada y responderle coqueta porque aquel chico hacía que me comportara así por la brutal atracción que sentía. Sabía también que no demoraría Jimin en venir y no es que controlara el tiempo, sino que era simplemente lógica, así que posiblemente... Esa sería la forma de dar punto final a lo que sea que estuvo sucediendo con él anteriormente.
Kentaro también me daba señales para ir a follar, pero con él era peor. Mucho peor. Algo que todo el mundo sabía muy bien era que los nuevos en la universidad (incluyéndome) estaban libres de alguna ETS (a menos que se hayan contagiado en la primera semana), pero Kentaro ya llevaba casi dos años en Estambul, así que posiblemente la última vez que se hizo un examen de VIH o de otra enfermedad fue en esa época.
Lo decía específicamente porque en el extranjero, al ver tanta variedad, de todo podía pasar. Si solo en la última hora ya dos se me insinuaban para tener sexo, no me imagino cuántas veces serían en un año. Imagínense cuanto riesgo habría si aceptaba a tener sexo así de fácil...y no hablaba necesariamente de embarazos. Por lo que me hice la desentendida, además hacerme un poco la difícil haría que me buscara más adelante.
Me mordí la boca cuando Kentaro me señaló hacia atrás con el mentón y encontré a Jimin, mirándome con una ceja alzada.
Sabía que vería, era inevitable; además creo que hubiera sido peor si me desaparecía con Kentaro. De seguro, Jimin me buscaría de ser así. Mi mirada volvió a Kentaro que sonreía con triunfo, como si su ego hubiera subido de golpe. Entendía por qué.
—¿Entonces te quedas?—.Kentaro me preguntó por última vez, insistiendo para irme con él, así que asentí, me quedaría.
—Vine con mis amigos, así que...
Kentaro asintió, ladeando la cabeza y luego asentió. Mientras hizo eso pude sentir a Jimin demasiado cerca. Su francés de repente sonó muy enojado cuando soltó un:
—Me estoy poniendo celoso.
Miré a Jimin ante su oración, pero todo fue tan rápido que Kentaro me entregó su móvil al mismo tiempo que hizo volver a atrapar mi atención, sin siquiera darme tiempo de dar una respuesta o reacción a Jimin por su oración. Kentaro había dicho:—¿Me das tu número? Me gustaría salir contigo algún día.
Es lo que quería, sinceramente, así que no dudé en apuntar mi número en su móvil; pero esa acción solo hizo a Jimin suspirar, porque estaba segura que él también había entendido, y aún si no hubiese escuchado, la acción hablaba por sí sola.
Al devolver el móvil, Kentaro seguía sonriendo ampliamente. Pensé despedirme con solo la mano y volver con Jimin, para hablar y que no haya malentendidos (aunque no habría, pues no es que hubiera algo para que se malinterprete), pero no esperé que Kentaro se agachara un poco para presionar sus labios sobre los míos.
Kentaro se había atrevido, realmente. Dios mío.
Pude ver la burla de Kentaro hacia Jimin antes de irse y mis ojos pararon por pura reacción en Jimin. Mis mejillas, por supuesto, estaban rojas y una vez mi deseo de besar a Kentaro se había hecho realidad, pero fue inevitable no sentirme mal por Jimin, así que cuando le miré, solo quise excusarme.
—Oye, yo...—Esta vez ni siquiera usé francés, sino una lengua que ambos sabíamos muy bien: el inglés.
Jimin con la mirada afilada y con voz gruesa me dijo, también en inglés:—Necesitamos hablar.
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Switch + Pjm ✔️
Short Story"No sé si tomarte como un error o una experiencia, Park Jimin" Historia 100% original Escrito por @xngl25 ©No se aceptan adaptaciones ni copias al presente documento
