d i e c i s é i s

4.9K 512 2
                                        

Salí a nadar y mientras regresaba a los dormitorios crucé la cancha de básquetbol. Me sorprendió ver a Kentaro ahí después de varios días, recordando finalmente que ambos nos habíamos besado y que él ni siquiera me había contactado.

Al parecer había un partido importante, pues había muchas personas alrededor. Kentaro, inevitablemente, se veía muy bien en aquel uniforme verde y mucho más con su bandana descubriendo toda su frente. Su palidez me hacía apreciarlo un poco más...

Era jodidamente guapo.

Me quedé parada observando como jugaba. Era ágil, pero cometía muchos errores. Me senté en una banca, de alguna forma esperaba hablar con él, siquiera para decirle hola, ya que al parecer él no lo haría por mensaje. Sin embargo, cuando el tiempo libre llegó observé, en cámara lenta, como un montón de chicas se le acercaban. Lo más sorprendente fue que hasta le pidieron tomarse foto como si se tratase de una celebridad. Eso realmente me sorprendió.

Supe que no era momento para acercarme,  así que recogí mis cosas, que había dejado a un lado, y empecé a marcharme, sin embargo, llegué a escuchar su voz llamando mi nombre. Casi de inmediato giré a mirarlo, más me quedé sorprendida al verle acercarse agarrado de la mano con una chica.

Aquella chica solo me miraba como si tratara de intimidarme, pero no era más que una niña ante mis ojos.

–No sabía que vendrías. –Kentaro pronunció con sus mejillas sonrojadas por el juego  y su cabello con sudor. Simplemente apreté mis labios.

–Solo ha sido casualidad.—Le admití. Me detuve por él, sí, pero no he venido por él. Él asintió e hizo una seña de que debía volver, así que me despedí. Fue una conversación muy corta y no supe exactamente por qué se me había acercado así, y mucho más cuando noté que aquella chica le apretaba cada vez más su mano y le decía algo en japonés.

Ambos eran del mismo país. Debían tener mucho en común.

Me retiré de ahí sin siquiera mirar hacia atrás. Solo confirmé lo que ya sabía. Lo que empezaba mal, terminaba mal. En este caso, lo que había empezado tan fortuito acababa de la misma manera... No era de sorprender.

Switch + Pjm ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora