16:Secuestro

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Capítulo dedicado a: TeamBenson
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-Germán, lo digo muy en serio. Esto literalmente es considerado secuestro.

-Me aseguraré de llevarte a la estación de policías para que me reportes, pero sólo quédate quieta en lo mientras.

Crucé los brazos y me sumergí completamente en el asiento. ¿Qué estaba haciendo aquí? No tenía que seguir aquí. De repente una sensación de incomodidad me invadió. Todo lo que ha pasado, lo ignorado que se debe de sentir. ¿Tal vez es por eso? ¿Quiere respuestas?

-¿Aunque sea me puedes decir a dónde vamos?

-Un lugar ilegal.

Excelente.

(. . .)

-¡German! ¡Pensé que cuando habías dicho que era un lugar ilegal, que era una broma! Te estas volviendo loco.

-Lo sé, ¿No es genial?

Terminamos en el punto más alto de una colina donde hay un observatorio. Ya saben, a uno de esos edificios grandes donde adentro tienen un telescopio para poder ver las estrellas, planetas o cualquier otra cosa en el cielo o espacio.

Claro, siendo que era muy tarde, el lugar estaba cerrado. Germán dejó el auto en el estacionamiento vacío, y ahora estábamos parados a frente a unas especies de vallas altas, que nos impiden acercarnos al observatorio.

-Bueno, que mal. Al parecer no podremos entrar, no es que sepa para que quieres entrar tampoco. Será mejor que nos vayamos.

Di una media vuelta, avancé dos pasos antes de ser jalada de nuevo a mi lugar original por Germán.

-No finjas que esta es la primera vez que haces eso. –se ríe

No está equivocado.

De repente, salta, tomando la valla e impulsándose con su misma fuerza. Hasta finalmente llegar al otro lado. Hizo que pareciera que no fuera algo difícil.

-¿Vienes? –me pregunta

Si no fuera porque no sé manejar, y que obviamente no tenía las llaves del auto, aparte de estar a kilómetros de mi casa, me hubiera ido. Hice lo mismo que Germán, salté sobre las vallas, la única diferencia es que el estiro los brazos tratando de ayudarme al momento de bajar. Ya que ambos estábamos del lado del observatorio, Germán empezó a caminar, jamás había venido aquí, así que no tenía idea hacia dónde se dirigía.

Terminamos sobre un balcón que daba vista a toda la ciudad, las luces de ella era lo único iluminaba todo en este momento. Germán se recargo, más que estar viendo la vista, se notaba que tenía algo en mente. Algo que me quería decir, de seguro la razón por la que me trajo aquí. No me iba a atrever a interrumpirlo, lo iba a dejar recopilar sus pensamientos. Pero, creo que si fuera por el, me haría quedarme aquí toda la noche

-¿Ahora me puedes decir algo? ¿De porque me tienes aquí secuestrada?

-En realidad, lo que te tengo que decir te lo pude haber dicho perfectamente en tu casa

-¿Entonces porque rayos vinimos hasta aquí?

-... –sacudió los hombros– Se me figuro que esto haría la noche más divertido –se rió levemente

-... –rodeo los ojos y cruzo los brazos– ¿Qué querías decirme entonces?

Dejó de recargarse y se puso frente mío, pero aún así dejando un poco de espacio.

-¿Hice algo que te molestó? ¿O dije algo? –preguntó frunciendo el ceño 

-No.

-¿Entonces porque...? ¿Porque has estado así? Me has estado ignorando, así de la nada. De verdad quisiera saber porque e intentar arreglarlo. El problema es que, necesito saber que hice y para saber eso, necesito hablar contigo. Que como ya sabes, no has estado cooperando mucho que digamos. ¿Es porque cuando te dejé afuera de tu casa ese día iba a...-

-¡German, no! No es nada que tu hayas hecho, solo es algo mío. Perdón, pero es que, no sé... he estado un poco por todos lados y no he podido pensar en lo que pasó o si en realidad quiero algo más, contigo o con nadie. 

-¿'Con nadie', eh? –parecía más molesto ahora– ¿Ulises también cuenta como nadie? No tuviste problema saliendo con él.

-... –quedé con la boca abierta– ¿Co...como supiste de eso?

-¿Creerías si te digo que fue casualidad que yo también estaba en ese grupo de turistas? Alguien me había recomendado ir, justo hoy, igual que ustedes. Ojalá hayan tenido una buena cita.

-¡No era una cita! De verdad que no quería, es más complicado de lo que crees.

-Entiendo. Entiendo que crees que vale la pena más alguien que no te supo apreciar en su momento, que yo, alguien que estuvo ahí cuando literalmente no tenías a nadie y que lo hacía sin interes.

-¡German porfavor! ¡Deja de presionarme así! Acabo de dejar la escuela, no sé que estoy haciendo con mi vida, acabo de perder a Mason y ¿Ahora tu? No necesito esto de ti.

-Sabes que yo estoy para ti. El problema es que me estás empujando lejos de ti. No sé dónde estoy contigo o que soy para ti. Solo sé que te quiero. No quiero que te alejes de mi como lo has estado haciendo. ¡Eso era todo lo que quería decirte al traerte aquí!

Es difícil admitir cuando te enamoras de alguien, aparte de que me prometí que no iba a hacerlo. Pero aquí estaba yo, a las dos de la mañana. Apesar de estar discutiendo me sentia feliz por lo que me estaba diciendo, me estaba demostrando que le importaba, sin importar que. 

Antes de que pudiera responder con algo coherente, unas voces masculinas nos gritaban desde lejos y con unas linternas apuntandonos, claramente los de seguridad. 

Instintivamente empecé a correr, le tomó unos segundos más a Germán, pero al final, empezó a correr detrás mío también. No tenía idea hacia donde iba, creo que di varias vueltas hasta que terminamos detrás de unos arbustos. Ambos respirabamos fuertemente. Estuvimos esperando ahí varios minutos, ya que aún podíamos escuchar las voces y pasos de los de seguridad. Cuando al parecer se escucho que se habían alejado un poco, le susurré a German

-Sabía que alguien nos iba a terminar atrapando. Ya pasé por esto hoy, ¿Ahora otra vez? No sé si aventarte de la colina o...-

Antes de que terminara mi oración, él hizo la cosa más simple del mundo. Se inclinó, me besó, y el mundo se abrió.

  

Back Home (Germán Garmendia y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora