Back Home (Germán Garmendia y tú)

10:¿Tú?

Los tres terminamos en un restaurante de comida rápida. Pedimos unas hamburguesas con papas, personalmente, se me había ido el apetito después de a quien vi.

Al parecer a Zoe y a Germán también, aparte de que ninguno estábamos hablando y estábamos muy serios. Creo que nadie tiene una muy buena idea de lo que pasó hace rato.

El silencio se rompió cuando el sonido de un celular se escuchó. No era mío, ni de Germán, era de Zoe. Ella contestó, intercambió unas palabras con quien sea que fuera, para después colgar y levantarse de su silla.

-¡Mierda! Era mi papá, había dicho que ya estaría en casa para esta hora, me tengo que ir. Adiós ___________, adiós Germán.

Los dos al unísono respondimos con un "Adiós". En cuanto Zoe salió por la puerta, seguíamos sin tener nada que decir, al menos yo. No tenía muchas ganas de hablar, mi mente seguía en lo de Ulises mientras miles de recuerdos con el venían a mi mente. Pero notaba que Germán me miraba con preocupación.

-Estoy bien. –le dije, tratando de aclarar la pregunta que de seguro tenía

-No te ves bien –respondió

-Entonces no me veas. –crucé los brazos, desviando la mirada para no ver su reacción a mi, sin esperar, humor irritada

No sé muy bien porque estaba irritada, sólo lo estaba. Quizá el conjunto de todas las cosas que me han estado pasando por fin llegaron a mi y no era justo desquitarme con Germán.

-Perdón –suspiré– Nada de eso es tu culpa

Iba a decir algo, pero al parecer se arrepintió y apretó los labios. Después, como que lo pensó mejor y por fin habló.

-¿Te puedo hacer una pregunta? –antes de que pudiera contestar, me preguntó de todos modos– ¿Porque siempre metes a tus amigos en tus cosas? Ya sabes, tus...crímenes.

-Lo has dicho, son mis amigos. Hacemos cosas estúpidas juntos. ¿No lo hacen todos los amigos?

-Solo por curiosidad, ¿Qué harías si ya no fueran tus amigos?

-¿Qué quieres decir? –fruncí el ceño

-Hipotéticamente, si dejaran de hablarse.

-Eso no pasaría, nos hemos conocido por años. Pero si llegara a pasar, creo que estaría triste, claro, son mis mejores amigos...pero sobreviviría, creo.

-¿Buscarías otros amigos?

-Naturalmente...–no entendía a donde quería llegar con esto

-¿Tienes problemas con hacer nuevos amigos?

-Para nada, ¿porque la pregunta?

-...–suspira frustrado– ¿Porque tienes que hacer eso?

-¿Hacer que?

-Pretender que eres fuerte.

-¿Disculpa? –dije ofendida

-No lo tomes a mal. Quiero decir que, no tienes que fingir que puedes enfrentarte a todo sin miedo.

-¿Que...? Oye German, ¿quien te crees que eres para decirme eso?

-...–sacude los hombros–Nadie, sólo...un chico cualquiera.

Al escuchar eso, inmediatamente me quitó el aliento.

-Eres...¿"Un chico cualquiera"? –logré decir

Tenía una cara de sorpresa, pero rápidamente su labios formaron una leve sonrisa

-Pensé que me habías olvidado –admitió