Las palabras no me salen de la boca.
Estoy demasiado sorprendida y el aprovecha mi situación para ingresa al departamento sin ser invitado.
—¿Qué.?—Mi pregunta no se completa , porque sujeto su cuerpo cuando va hacia adelante.
Quiero gritarle porque creo que ha recurrido a la bebida otra vez, cuando hace unas horas estaba en un hospital a causa de esa imprudencia, pero no se trata de eso, su cuerpo esta cansado y me lo demuestra cuando hago esfuerzo para sujetarlo.
Lo llevo hasta el mueble, dejando la pequeña lampara sobre la mesa del centro y sentándome a su lado, Casian cierra, abre los ojos y vuelve a ponerlos sobre mi.
—¿Qué haces aquí? .—Pregunto observando su rostro.—Deberías estar descansando.
—Ya descanse suficiente.—Me dice con voz cansada.—Y ya no podía esperar ni un minuto más, necesitaba verte.
Trago bajando la mirada.—Creí que ya nos habíamos dicho todo.
—Yo también.
Mi mirada se encuentra con la suya.
—Y luego fuiste al hospital.
Todo lo que digo es lo contrario a mis actos, si yo fuera el también buscaría respuestas como lo esta haciendo precisamente.
Ya no tengo fuerzas.
Ya no se que hacer para apartarlo por completo de mi lado.
Niego.—Estaba preocupada, ya lo dije.
—¿Por qué?.¿Por qué estabas preocupada?.—Me pregunta con cierta molestia en su mirada.—Dijiste que no sentías lo mismo por mi, joder.
—Casian..
—Tú no puedes hacerme esto.—Su voz rota me hace temblar.
Siento lagrimas en mis ojos, aprieto los labios.
—¿Soy un juego para ti?
No hablo, no puedo hacerlo.
—No puedes decirme que no sientes lo mismo , ir al hospital y luego decirme que estabas preocupada por mi.
—Casian..
Después de un largo silencio que dura una eternidad, su rostro tensado disminuya cuando ve mis lagrimas y toma un respiro antes de continuar.
—He meditado esto, Kendall, he tenido mucho tiempo para hacerlo y de alguna manera el accidente me ha ayudado a entender un poco, yo lo he pensado desde que te vi en el hospital y de camino aquí .—Me dice mirándome a los ojos.—Así que voy a decirte lo que creo.
No por favor..
—Primero, eres demasiado egoísta para verme feliz con alguien más.—Pronuncia y las palabras me lastiman.—No me quieres contigo, pero tampoco quieres que siga mi vida con Sienna.
Las lagrimas queman mis ojos y el me da una sonrisa negando.
—No, eso no es. Tú no eres así.
—Casian..
—Tampoco es tu miedo al ser el centro de atención ¿No es así?
No respondo y pensé que mi corazón no podía palpitar más rápido que esto, pero entonces Casian se acerca cada vez más a la verdad.
—Entonces..
No quiero oír su ultima opción porque aun estando en duda, se que es la acertada y mi corazón lo sabe con solo ver sus ojos temblando, creo que Casian también espera que esa tercera opción sea la verdad.
—Así que queda la opción donde estas ocultándome algo.
Me da miedo seguir oyendo.
—¿Tiene que ver con Sugar Free Sam?
Todo lo que hago es clavar mis ojos en el, tengo miedo de lo que podría salir de mi boca si me atrevo hablar.
Estamos solos, el y yo, sin más interrupciones y si dejo que continúe, entonces el, el lo sabrá todo.
Intento levantarme para decirle que se marche, pero no me deja, lucho contra lo que quiero y lo que puede evitarle ese dolor y entonces veo los músculos de su cara cada vez más tensos.
—¿Por qué terminaste conmigo, Kendall?
Un pequeño respiro se escapa de mi boca, vuelvo a cerrarla y su mano se aferra con fuerza a la mía.
—Casian..
—¿Porqué terminaste conmigo?.—Insiste y las lagrimas caen por mis mejillas.
—Porque no siento lo mismo.—Miento.
—Mentira.—Su voz suena ronca, ahora más que nunca luce convencido de que estoy mintiendo.—Intentémoslo de nuevo.
Un nudo aprieta mi garganta.
—¿Por que terminaste conmigo, Kendall?
¿Qué hago?
¿Qué se supone que debo hacer?
—Por qué..
Sollozo, dejo que las lagrimas manchen mi cara y me delaten, ahora no hay nada que lo haga cambiar de opinión.
—Esta bien, cariño..—Pronuncia mirándome a los ojos.—Solo dilo.
Niego con la cabeza y puedo ver el dolor en sus ojos.
—Kendall...
Ya no más.
Ya no digas nada.
Pero lo hace y me rompo, termino rompiéndome por completo.
—No puedo..
Lo escucho tragar y lo veo a los ojos, mi rostro debe ser un desastre y puedo ver ese desastre reflejado en los suyos, me duele mucho la garganta y es como si tuviera una soga alrededor de mi cuello.
Mi labio inferior tiembla y todo mi cuerpo esta igual, pero Casian no se detiene y tras verme durante un largo tiempo, vuelve a hacer la misma pregunta.
—Preguntare de nuevo... y por ultima vez.
Entonces siento pánico, siento miedo de que se marche de mi lado y no quiero que lo haga, no lo quiero lejos de mi y lo se, así que por un momento pierdo la fuerza que he mantenido hasta este momento.
Y termino por quebrarme.
—Kendall ..¿Por qué terminaste conmigo?
Sus ojos me ruegan por ultima vez y con mi corazón quebrándose respondo.
—Porque tu madre me dijo que lo hiciera.
Hola...
¿Cómo están?
Estamos a pocos capítulos del final.
Gracias por seguir aquí.
Déjenme sus opiniones y nos estamos leyendo.
>> Yiemir.
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Antes de la Media Noche (#6 Saga Odio a los chicos)
Novela Juvenil¿Conoces el cuento de la "Cenicienta"? Si ,la chica a la que le queda la zapatilla y vive su hermoso final de cuento de hadas ,bueno , esta no es una historia de esas ,lo cierto es que aquí no hay una zapatilla , ni una madrastra ,mucho meno...