Capítulo 2

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Dejé que el hervidor terminara de calentar para tomar desayuno, no esperaría ir al local de Kenny para comer algo, no estaba permitido hacer eso en horas de trabajo, sí de descanso, quizá, yo no sabía, no le pregunté eso a Kenny.

Después de una ducha y vestirme con algo cómodo y casual, metí algunas cosas en mi bolso para salir a trabajar. Cerré la puerta de mi departamento verificando que hubiese quedado todo cerrado.

- Buenos días Kyrian - saludé amablemente al salir del ascensor.

- ¿Tan temprano, Memphis? - preguntó asombrado.

- Cambio de horarios donde Kenny - hice una mueca -. En fin, si viene Pascale dile que cambie de horarios y no la dejes pasar a mi departamento.

- ¿Si no se resiste?

- No lo creo - Hice un ademán y salí del lobby.

Hoy caminaría, no estaría dispuesta en pagar aunque sea poco para que el taxi me fuera a dejar a diez cuadras de mi departamento, aparte estaba claro, y había más movilización que ayer en la noche. Hablando de anoche me acordé del sujeto que estaba atrás mío, no creo que me estuviera siguiendo, y me comportaría un poco paranoica al pensar que lo hacían.

Antes de llegar al trabajo doblé en la misma cuadra pero a la izquierda, entré a la biblioteca municipal buscando un extra material de Crimen y Castigo, algo así como detective.

- Disculpe - dije llamando la atención al peli café, se dió la vuelta dejándome ver sus hermosos ojos cafés.

- Diga - dijo el delicadamente atendiéndome con una amable sonrisa.

Aclaré mi garganta -. ¿Tiene extra material de Crimen y Castigo?

Empezó a caminar hacia el lado izquierdo de la biblioteca llegando a una estantería con libros gruesos -. Éste - dijo sacando un libro color beige con la base verde y tapa dura -. Es el único de la última edición.

- ¿Y de la primera? - pregunté.

- Es la única - responde haciendo una mueca.

- ¿Qué precio? - pregunté un tanto entusiasmada mientras el caminaba hacia la caja, lo seguí.

- Veinticuatro euros - respondió. Me alcanzaba de más con mi sueldo, pero no traía veinticuatro euros en ese momento.

- ¿Lo puedo dejar reservado? - pregunté rascando mi nuca.

- Claro - sonrió coquetamente -. Sólo tienes que darme algunos datos y unos euros para asegurar tu compra.

Asentí, de todas formas no perdía nada en hacerlo. Caminó hasta la caja de pago dónde había una computadora.

- ¿Nombre? - preguntó mirándome atravez del vidrio.

- Memphis Lawrence - respondí.

- ¿Número de celular o red fija?

- 7122854, celular - respondí.

- Perfecto - sonrió.

10:13 a.m perfecta hora para llegar. En este horario no se encontraba Kaya, pasaría una mañana larga y aburrida, presioné el botón de llegada y minutos después estaba Kenny fuera de su oficina.

- Buenos días - sonríe.

- ¿Qué hay? - lo saludé.

Empezó hacer cuentas en la caja y yo me acomodé el delantal e hice una coleta en mi cabello, tomé lo necesario para ir atender clientes. Me acerqué a unas mesas principales y saludé a los clientes como de costumbre mientras atendía y dejaba las cartas sobre las mesas vacías.

Siete Secretos De Un AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora