Siete Secretos De Un Asesino

Capítulo 7

- ¿Cómo te ha ido hoy? - pregunta y hecha andar el jeep, envés de querer responder la pregunta lo quería llenar de preguntas a él, pero de todas formas acabé respondiendo con un simple "Bien", no quería ser cortante, pero realmente no recordaba haberle dado mi número, ni siquiera sé cómo supo que en realidad venía a este colegio -. ¿Pasó algo? - Negué con la cabeza -. ¿Estás segura? - asentí, me eché para atrás acomodándome en el asiento.

- ¿Puedo encender la radio? - le pregunté aburrida.

- Si puedes encender otras cosas, la radio está bien, así que sí - me respondió, alcé una ceja y miré todos los botones que había cerca de "la radio" pero parecían botones de avión, habían muchos y si pulsaba uno por error moriría de vergüenza.

- Mejor no - me atreví a decir.

Me miró soslayo y rió suavemente -. ¿A dónde quieres ir a comer?

- ¿Tu casa? - le pregunté, pero sería mala opción, vivía con sus amigos, pero ahora que lo pienso debe estar pensando que quiero algo, y no lo es.

- ¿Enserio? - Me sonrió mostrando sus dientes.

- No, no, ahm, prefiero un lugar comercial - respondí rascándome la nuca.

Llegué al trabajo un poco más temprano de lo casual ya que Harry insistió en quererme ir a dejar a la casa para cambiarme de ropa y llevarme luego al trabajo, también me ofreció en venir a buscarme en la noche y llevarme a casa para que no me pasara nada en el camino, eso lo hacía un poco extraño y desconfiable así que me negué.

- ¡Hola! - las bienvenidas de Kaya siempre eran agradables, me hacían olvidar muchas cosas por las cuales no quería venir a trabajar, pero con ella siempre se me hacía entretenido.

Acomodé algunas cosas y me arreglé para ir atender.

- ¿Puedo tomar su orden?, mi nombre es Memphis - dije llegando a una mesa prácticamente vacía. Me miró, me causaba miedo y su mirada penetrante en sus ojos me hacía tenerle más.

- Quiero un sándwich de queso con carne - asentí.

- ¿Algo más? - típica pregunta.

- Mmmh, un jugo de uva verde - respondió.

Me dirigí a la ventanilla que nos separaba de la cocina y dejé la nota para el hombre robusto y mirada penetrante para que estuviera lista mientras hacia la cuenta.

- ¿Cómo has estado? - se acercó Kaya a mi lado dejando un vaso de bebida sobre el mesón.

Suspiré -. ¿Bien y tú?

- ¡Bieeeeeen! - dijo animada -. El otro día Hayes me preguntó si quería ser su novia.

- Que buena noticia Kaya - le sonreí.

- ¿Y tú qué onda?

- Nada - aunque Harry sí me atraía pero yo no sé prácticamente nada de él.

Caminé con la orden en la mano y se la dejé al hombre con la cuenta y todo listo para no tener que darme tantos rodeos por ahí, cuando me di vuelta vi a Zayn entrar por el lugar sonreírle a Kaya y dirigirse a una mesa vacía.

- Hola - lo saludé entregándole el menú.

- ¿Cómo estás? - Me devuelve el saludo con una mirada pasiva y coqueta.

- Bien - respondí -. ¿Y tú? - Acomodé unos vasos mientras tomaba el plato blanco que había de adorno en la mesa.

- También - respondió - Hablemos un rato - me dijo él -. Es importante.

Miré disimuladamente a la oficina de Kenny -. Okey, pero que sea rápido.

- Supe que Pascale te dijo sobre la invitación...

- Ugh... sobre eso - lo interrumpí -. No creo que pueda.

- ¿Ocurrió algo?

Asentí a medias -. Hay un chico... Harry, él me invitó a salir - su expresión cambió por completo.

- ¿Cuándo te invitó?

- Hoy me pasó a buscar al colegio para almorzar.

- No puedes llegar y salir con un extraño, Memphis. Es peligroso - alcé una ceja confundida.

- No es un desconocido, yo he hablado con él, es agradable - respondí segura.

- ¿Estas segura de que le conoces bien? - me preguntó.

- Claro que si, Zayn - respondí todavía confundida.

- Dudo de ello.

- ¿Por qué tantas dudas, Zayn? ¿Sabes algo que yo no sepa? - pregunté desconfiada pero confiada a la vez, se estaba comportado de una manera muy extraña.

- Ems yo, eh yo... Nada que ver, Memphis.

- De todas formas no sé si aceptar a salir con él, aunque no me parece una persona peligrosa como lo "Apariencias" tú, yo he estado cerca de él y tú ni siquiera lo conoces como para dudar tanto - me paré de la mesa -. Ahora... ¿Vas a pedir algo?, tengo que trabajar.

Negó con la cabeza -. Solo quería hablar contigo, ahora me tengo que ir, saluda a Pascale si es que la ves.

Se retiró del local dejándome prácticamente desorientada.