Capítulo 4

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MEMPHIS'S POV.

El timbre de receso sonó y salí a buscar a Pascale, caminé entre la gente y me paré fuera de la puerta del maestro de literatura, ojalá me hubiese tocado esa clase a la primera hora cada lunes, pero no, tenía que soportar al Sr. Matthew y su estúpida razón del sonido, movimiento y vibración. La cual, por supuesto, no entendía nada, sinceramente no sé cómo mis notas están sobre grado y pasaría fácilmente.

- ¡Pascale! - agité mi brazo para que ella se diera vuelta y no caminara a su taquilla.

Ella se dio la vuelta y me miró sonriente.

- Cariño - me saludó llegando a mi lado-. ¿Dónde habías estado? - me preguntó.

- Pascale - la saludé -. Esa pregunta yo te la debería hacer a ti, ayer me encontré con Zayn y me dijo que había ido a tu departamento y no estabas - enarcó una ceja.

- Me estaba duchando - hizo un puchero -. De todas formas no sé por dónde anda con sus amiguitos raros.

Aguanté la risa. ¿Amiguitos raros?

- ¿Quiénes? - reí.

- Un tal Harrison o algo así, cuando él lo llama por teléfono Zayn siempre se tiene que ir - me miró entristecida.

- ¿Harrison? - pregunté con perplejidad.

- No lo sé, creo que se llamaba Harriet - contestó abriendo su taquilla y guardando unos libros.

Dejé el tema de un lado y divagué entre mis pensamientos. Estaba más rara de lo habitual, como que me echaba a fantasear con mis recuerdos sobre él. Y eso era sorprendente, como que él despertó de alguna forma algún sentimiento en mí.

- He conocido a un chico - me arrepentí de lo que había dicho, seguramente me llenaría de preguntas alborotadas como lo suele hacer.

- ¿Te ha besado ya? - la fulminé con mi mirada pero ella no despegaba la sonrisa de su cara.

- Pascale a penas le he hablado - confesé.

- ¿Entonces? - preguntó mientras empezábamos a caminar.

- Lo he conocido en el local de Kenny - apreté mis labios.

- ¿Es guapo? - preguntó rápidamente.

- Eso creo - me encogí de hombros haciendo una mueca.

- ¿Cómo se llama? - preguntó cambiando su tono de voz.

- Harry - respondí inquieta.

- Cuéntame de el - me dijo súper exaltada.

- Bueno... - empecé y de nuevo me metí en lo recóndito de mis recuerdos, de mis minúsculos e insignificantes recuerdos -. Lo conocí el sábado, me ha dicho cosas...

- ¿Cosas...?

- Cosas que hacen que me ponga nerviosa, tu sabes... - cerré mis ojos y a lo lejos su rostro se impregnó en ellos -, bien - suspiré -. Bueno, sí, es lindo - dije pero sonó más como una pregunta, aclaré mi garganta -. Se muestra bastante misterioso - respondí.

- Dame más detalles de él - me empeñaba Pascale.

- Uhm, tiene el pelo café y rizado, pero no tanto, supongo que suele usar siempre unos jeans negros al igual que toda su ropa.

- ¿Supones? - dijo y entramos a la cafetería.

- Sí, las dos veces que ha ido al local va así, ¡Ah! y tiene un amigo, supongo que es su amigo, es rubio y tiene ojos azules, es atractivo y tan enigmático como él.

Siete Secretos De Un AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora