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– Ashton está muy feliz –Dijo Michael caminando a mi lado mientras nos encaminabamos a mi casa–, gracias.

Sonrió y le devolví la sonrisa.

– Se veía muy feliz –Dije mirando mis manos.

– Hay un concierto el viernes, ¿quieres ir? –Dijo empujándome cuidadosamente.

Abrí la boca. Este viernes era el concierto de Sum 41.

– Michael –Dije lentamente. Él me miró y sonrió–, ¿de qu-uien es?

– Sum-

– ¡mICHAEL! –Grite emocionada y lo abracé.

Él rió correspondiendo mi abrazo y me tranquilice entre sus brazos.

– Sabía que te gustarían –Dijo separándose de mí.

Al llegar a mi casa lo invité a pasar.
Subí a mi habitación con él detrás mío.

– Uh, palomitas –Dijo tomando una bolsa de palomitas encima de mi escritorio–. ¿Están caducadas?

Me sonroje y negué.

– Las abrí hoy en la mañana.

– ¿Sabes cacharlas con la boca? –Preguntó alzando una ceja y asentí.

El sonrió y aventó una palomita. Rápidamente la atrapé con mi boca, lanzó dos y las caché al mismo tiempo. Lanzó tres y así hasta llegar a 5. Donde ya no las pude cachar todas. Reímos cuando se cayeron de mi boca. Le pedí la bolsa y está vez yo las lancé a su boca. Y no cachó ni una.

– ¿Estas son tus películas? –Preguntó mirando unos discos y asentí– ¿Puedo?

– Claro.

Comenzó a verlas mientras decía los nombres en voz baja.

– Me encantan las portadas de los discos de Transformers –Dijo mirando un disco.

Me acerqué a él emocionada y abrí la cajita, mostrando la firma. El abrió la boca de una manera gigante.

– Estás bromeando –Dijo mirándome y negué–, te lo pienso robar –Dijo fascinado.

Media hora después estábamos llegando a su casa, en donde habíamos quedado con los chicos de estudiar. Aunque siendo sinceros, no estudiaríamos.

– Hey, llegaron –Dijo Ashton abriendo la puerta. Mike paso y yo fruncí el ceño.

– ¿Es normal que al llegar a tu casa te abra uno de tus amigos? –Pregunté cerrando la puerta detrás mío. Michael se encogió de hombros.

– Supongo que ya estoy acostumbrado –Dijo poniendo las papas y las frituras en la mesa, Luke, Calum y Ashton ya estaban en casa y estaban iniciando una partida de Battlefield.

– Tal vez la próxima casa de la que nos adueñemos será la tuya –Calum habló mientras abría una de las bolsas de papas. Me senté a su lado.

– Mis padres me matarían –Le robé una papa.

– Probablemente.

– Yo quiero conocer a tus padres –Michael dijo mirándome desde la otra esquina del sillón–, yo conozco a todos los padres de ellos.

– Buena idea –Dije asintiendo en broma–, aunque mi hermano se burlaría de mí por añooos.

– Sería divertido burlarnos de tí con él.

– Hey, se supone que debes de apoyarme –Dije haciendo un puchero, el rió.

Me hacían sentir bastante cómoda. Siempre me había costado trabajo adaptarme a las relaciones con algunos chicos, porque tenías dos opciones. O ser su mejor amiga, o ser su mejor amigo. Si eres su mejor amiga, tienes que ser linda, muy cursi con el, ser prácticamente novios sin serlo, y realmente no me gustaba para nada eso. Y si eliges ser su mejor amigo, olvidan por completo que eres una chica y llegan a ser completamente groseros o bruscos contigo.
Pero con ellos sentía que podía llorar sin ser juzgada, y también reírme de mi misma con ellos. Me sentía yo misma.




Losers Club «5sos»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora