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– Hola señora –Salude a la mamá de Michael. Ella se acercó y me abrazó.

– Hola Cassie, ¿cómo estás querida? –Preguntó y sonreí mientras soltaba un pequeño "bien". Se acerco a los chicos y los saludo igual.

La mamá de Michael era un amor de persona, era una muy buena madre, siempre nos recibía bonito y nos consideraba como sus propios hijos. Michael entro y dejó las llaves del auto en la entrada.

– Hola mamá –Dijo rápidamente–, estaremos en la sala, ¿sí?

Ella asintió.

– Yo les aviso cuando esté la comida, y Michael, ¿podrían limpiar el garaje? Apenas pude caminar por él en la mañana. Y aprovechas para enseñárselo a Cassie.

– Ella no quiere conocerlo, ¿verdad? –Michael hablo rápidamente, los chicos asintieron dándole la razón mientras yo me quedé confundida.

Caminamos a la sala y los chicos se sentaron mientras prendían la televisión.
Me senté de chinito y saqué mi cuaderno.

– Sigo sin creer que seas niña buena –Ashton rió. Era una rutina, ellos siempre llegaban a jugar y yo aprovechaba para hacer la tarea. Tampoco era una matada pero si era responsable.

– Estoy un poco atorada con esta tarea –Hice una mueca. Michael trajo palomitas y se sentó a mi lado.

– ¿Te ayudo? –Preguntó mientras miraba mi cuaderno.

– ¿Crees poder? Está muy complicada.

Ashton se acercó a nosotros y miró el cuaderno.

– Yo te puedo ayudar, soy dos años mayor que ustedes y sé más –Presumió y reímos–. Cal, tú le entiendes a esto, ¿no? Él otro día me contaste que habías visto esto.

Y diez minutos después estábamos los cinco intentando resolver el problema. La mamá de Michael se apareció y se sorprendió al ver a los chicos tan interesados en hacer la tarea, tanto que me agradeció. Comimos con ella y después subimos a la habitación de Michael.

– ¿Qué hay en tu garaje? –Pregunté curiosa.

– Hay una cabra muerta, el otro día intentamos hacer un ritual satánico pero decía que necesitábamos una persona virgen, y como no tenemos una persona virgen no pudimos hacerlo –Dije haciendo puchero. Reí.

– Pensándolo bien, podemos utilizarte a ti –Ashton me señaló. Abrí los ojos y alcé las cejas repetidamente.

– Lamento informarte qué ya no-

– ¿En serio?

– ¿Ustedes tampoco, verdad?

– Bueno, probablemente nunca hayas estado en una sala con más gente virgen que nosotros –Calum rió, delatando a todos.

– Claro que yo también lo soy –Me encogí de hombros.

– Nunca te imaginaria en esas –Michael bromeó y me quedé callada.

Algún día iba a pasar.

– Entonces, ¿me enseñan sus garaje?

Losers Club «5sos»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora