What happens to my heart? [yoonmin]

9: Te ves lindo

* POV BamBam *

Mi nombre es Kunpimook Bhuwakul y hace ya dos años me fui de Bangkook (Tailandia) y me mudé aquí a Seúl (Corea) por un motivo muy personal. En un accidente automovilístico con mi familia; sólo logré salir yo con vida de aquél espantoso momento. Mis padres y mis hermanos ya no estaban... Sólo yo.
Las pocas personas que en ese entonces integraban mi familia creían que ya no tenía motivos para seguir con mi vida en Tailandia, ya que creían que el accidente había sido por mi culpa, entonces mi tía me envío aquí para que continuara mi vida o tuviera un nuevo comienzo lejos de las personas que me creían culpable.

Tenía tan sólo diecisiete años cuando ocurrió el accidente que provocó que me mudara aquí y vivo sólo desde entonces. Por suerte el día que tomé el vuelo cumplía la mayoría de edad y podría hacerme cargo sólo de mi mismo. En cuanto llegue a Seúl recibí un mensaje de mi tía, diciendo que había depositado dinero en una cuenta bancaria a mi nombre y que cada mes dejaría una gran suma de dinero allí para que así pueda manejarme sólo.

En un principio conseguí un hambiente en un complejo de departamentos en el centro de la ciudad. No quería invertir mucho en una casa donde viviría yo sólo, así que busque algo pequeño y simple. Un lugar donde tuviera lo justo y lo necesario.

Intenté adaptarme lo más rápido a Corea posible y si lo logré. Al llegar no sabía hablar coreano pero tenía suficiente dinero para pagarle a una persona así me enseñase a hablarlo, antes me comunicaba con esa persona a través del inglés, ya que era otro idioma que sabía regularmente. Además de poder aprenderlo rápidamente mi profesor me recomendó algunos doramas para que viera primero con subtítulos en tailandés, luego con subtítulos en coreano para aprender más gramática y por último sin subtítulos. Realmente fue de mucha ayuda.

Al ya tener claro lo que signicaba cada palabra y poder conjugarlas con naturalidad decidí buscar un trabajo, ya que había terminado la preparatoria y no quería comenzar la Universidad aún...
Por suerte conseguí un puesto en un bar no muy lejos de mi casa en el momento que las luces de las calles se encendían y el cielo oscurecia. No estaba muy convencido si realmente me gustaba mi trabajo pero era mejor que nada.

Un día me había presentado tarde ya que venía de tener un día muy complicado y al llegar obtuve un gran sermón de parte de la persona que esa noche se encontraba dirigiendo. Pensó que no me iba a presentar ese día entonces le delibero mi cargo a una chica que trabajaba allí también y a mi me envío a realizar pedidos en la barra.

Atendi a todos los presentes allí, hasta que la campana que indicaba que la puerta se abría llamó mi atención.

Vi a un grupo de jóvenes de mi edad entrar por aquélla puerta muy alegremente. No estaba totalmente seguro de su edad pero realmente si parecíande mi edad, o eso creía.
Uno de los chicos de aquél grupo se acercó para pedir unos tragos para el y sus amigos, mientras sus acompañantes se sentaban en los grandes y blancos muebles que se encontraban en el centro del espacio. Preparé los tragos pedidos y se los acerqué a el grupo sentados en los sofás. Reparti los tragos y no se el porque todavía pero centre aún más mi atención sobre un chico de cabello negro y ojos café oscuro. Con un pequeño lunar debajo de uno de sus ojos y delgados labios. Tenía una apariencia un tanto inocente ya que parecía estar un poco pasado de tragos en el momento en el qur entró en el bar, pero eso no era lo importante, ahora lo que más me preocupaba es que se descomponga aquí y deba limpiar su vómito. Su voz era un tanto aguda y desde lejos podía lograr escuchar su contagiosa risa. Ese chico me hacia gracia. Quizás haya sido su gran gusto en ropa lo que me llamó la atención. Se vestía realmente bien.

Luego de unas horas sus amigos se despidieron de el dejándolo sólo en uno de los muebles mirando su teléfono con desgano. Como ya era bastante tarde bajé hasta la bodega del bar y guardé algunas botellas ya que no ingresaba mas gente en el lugar y esa noche debía ser yo quien cerrara.
Al volver al piso de arriba pude notar como ya no había nadie en el lugar exceptuando a el chico que hace unos instante miraba su teléfono. Ahora se encontraba recostado en el mueble mientras dormía plácidamente.
Me acerqué a él. Se veía muy tranquilo durmiendo y no quería despertarlo, pero debía cerrar en algún momento así que; me incline para estar a su altura y removi suavemente su brazo indicándole que debía despertar. Movió su cabeza hacia ambos costados un par de veces y abrió uno de sus ojos con precaución y su vista se cruzó con la mía y automáticamente cerró el parpado y sonrió pícaro. En ese momento entendió lo que le quise decir y ahora simplemente se mantuvo sentado en el mueble recargando su peso sobre sus codos que estaban sobre sus piernas y mirando hacia el suelo como si pensará mucho en algo. Me senté a su lado y esta vez fui yo quien revisó su móvil y estaba en silencio. Pude sentir su mirada fija en mi nuca y giré mi cabeza haciendo que se encontrara con la mía.