Cartas para la pequeña Phantomhive (Sebastian Michaelis) (Temporada 2)

Entry 10

No pude responderle la última carta que me "envió"
Su tío había cerrado la ventana, más bien, sellado.

Pero él no entendía que en 3 días más era su cumpleaños 16.

Y yo la tendría en mis brazos.

Yendo a otro tema, su habitación estaba lista, a ella le gustaba el azul y el rosa pastel, por lo que lo ordené tal y cual esos colores.
Incluso, había una pared que era solamente libros, grandes y largas repisas repletas de libros.

Ordenados alfabéticamente. Claro.

Luego en unos estantes cerca de su cama, muñecos de todos los colores y formas.

Yo sé que le gustará.

-Sebastian, ¿crees que Bonnie podrá ser mi modelo para una revista? - lo miré de reojo, le serví una taza de chocolate, su rojizo cabello estaba peinado hacia atrás por la sesión de fotos formal que había tenido hace apenas unos minutos -

-Claro que no - sonreí - es mi pequeña, ella no modelará - rodó los ojos -

-Te apuesto 20 libras a que dirá que sí - reí -

-Con gusto, conozco a mi niña, dirá que no -

Tomó una de las revistas y comenzó a hojear. Ponía pegatinas en algunas páginas.

-¿Qué hace? - puso los pies encima de la mesa -

-Señalo cuáles vestimentas va a usar - negué -

-No la dejaría de todos modos - sonrió sin mirarme -

-Claro que la dejarás ¿y sabes porqué lo sé? - suspiré -

-dígame - sus ojos verdes me miraban, allí yacía la marca, les decía a la gente que era un pupilente, cuando el Señor Ciel preferiría cubrírselo con un parche-

-Por que ella te suplicará y tú cederás, tú mismo lo dijiste- catarreó - es mi niñita, le daré lo que necesite y quiera, no cómo sus estúpidos padres y tíos - aplaudi ante la clara distinción de su voz, no sabía cómo lo hacía, pero sabía imitar voces a la perfección.

-Le agradecería que deje de hacer eso, me resulta espeluznante - caminé hacia la puerta -

-Claro, porque un demonio no... - catarreó de nuevo - resulta espeluznante -

Me fui de allí con su risa a pulmón.

En exactamente 5 minutos es su cumpleaños. Bueno, ya es su cumpleaños, pero ella nació, como lo dije antes a las 10 de la noche con 5 minutos.

Esperaba fuera de la puerta, sonreía a cada minuto que pasaba.

El Señorito estaba en la mansión con sus amigos, le avisé y reiteré, que me quedaría con Bonnie unos días fuera. Obviamente, éste ser independiente (pero, según sus palabras, nadie hacía los chocolate calientes como yo) podía estar hasta una semana sin mi presencia.

Pero no sin mi chocolate.

-5... 4... 3... 2... 1 - toqué la puerta -

Al instante, el Señor Godrik me abrió la puerta, su cara palideció.

-Vengo por Bonnie -

Trató de cerrarme la puerta, pero lo detuve y simplemente lo empujé.

Subí las escaleras para encontrarme a...

-Señorita Elizabeth, qué alegría verla, no creo que quiera que rompa la puerta, por lo que... Me gustaría que me de las llaves - negó, me apuntó con una 45, reí, me acerqué y la tomé por el cuello, ella, esta vez no me doblaria, la tiré hacia su habitación y cerré la puerta - ¡Bonnie! ¡¿Dónde estás mi amor?! -

-¡es la última puerta! -

-¡No Tan Rápido! Ya he llamado a la policía - suspiré -

-No me haga encargarme de usted- caminé a paso ligero y destrocé la cerradura con un puño.

Ella gritó, pero se detuvo cuando me vio, le sonreí.

-tiene 5 minutos para tomar lo que necesita -

- ¿S-Sebastian? - asentí - ¡Sebastian! - corrió, la tomé entre mis brazos, ella se aferró con sus piernas y brazos a mí - s-solo quiero llevar mis cartas -

Pero ahí, el hombre abrió la puerta.

-¡o la sueltas o le vuelo los sesos - la apuntó -

- t-tio p-por q-qué -

-Porque esa cosa es una bestia - me señaló -

-Ya lo sé - rió - papi me lo dijo cuando era pequeña - besó mi mejilla suavemente -

-Pues... Preferiría que cierres los ojos, yo haré el resto ¿de acuerdo?-

Asintió.

Narra Bonnie.