Me dijeron cualquier cosa y me voy en una hora xD son las 1 de la mañana y voy a hacer una especie de maratón porque no sé hasta cuándo subiré. (dos o 3 días como máximo)
Bueno... Sigamos.
-D-de acuerdo ¿dónde iremos? -
-¿Está enojada? No se enoje por favor - le besé la mejilla -
-No estoy... E-enojada, sólo no quiero que tú te enfades conmigo -me miró, su carita ya estaba un poco mojada por las lágrimas, las sequé y luego, la besé, ella movió sus brazos y me abrazó por el cuello - lo lamento - musitó -
-¿Por qué? No ha hecho nada, se comporta de maravilla, no se preocupe por nada - besé su cuello y la acosté mejor, la cubrí y se acurrucó a mi lado.
A los pocos minutos, se durmió, veía como su boca estaba un poco abierta, su cabello estaba tan suave, pero... Cuando todo parecía pacífico, ella abrió sus ojos y comenzó a respirar entrecortada, me levanté rápidamente y corrí hacia donde tenía sus vacunas para este tipo de cosas, le puse una y a los segundos, se recuperó, pero se dió vuelta en ese mismo instante y se cubrió la cara con las manos.
-¿Bonnie? ¿Cariño qué soñaste? ¿Estas mejor cielo? - la abracé por detrás, estaba respirando mejor pero tenía algo de fiebre.
Narra Bonnie.
Salió de la cama, la rodeó, y se arrodilló para mirarme mejor. Parecía preocupado.
-¿Qué soñó? - me acarició la cabeza, besó mi nariz - dígame por favor - me di vuelta y lentamente tomé la manta y me cubrí - de acuerdo, ¿aún quiere que duerma con usted? - asentí - de acuerdo -
Por fin pude dormir.
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Al día siguiente, me esperé algo más aburrido.
Pero no fue así, me llevó a una gran librería y me compró cientos de libros, luego fuimos a la antigua fábrica de mi padre y me ahogué en peluches, habían tantos que ya no sabía cual tomar, mientras yo estaba buscando un conejo en especial que vi en una revista, Sebastian estaba viendo unos papeles.-¡Sebastian Sebastian! Quiero... ¡Ese! - salté, él rió y finalmente se acercó para tomar uno de los peluches que estaban altos en la estantería, me lo dio para besar mi mejilla haciendome cosquillas -
-Princesa, debemos irnos - mi sonrisa se quitó -
-¿p-por qué? ¿Fue algo que hice o dije? - negó -
-No, claro que no, pero ya se hizo tarde y mañana nos iremos a conocer a Máximo -
-¡¿de verdad?! - asintió -
-Shhhh, nosotros no podemos estar aquí -
-¿por qué? Esto es de mi papi ¿no? - asintió -
-Claro, pero si la ven aquí, lo más probable es que quieran verla y darle la propiedad, usted aún es muy pequeña para esto, constata mucho trabajo y además, significaría revivir todo esto, y eso es difícil - asentí -
-Un peluche más - rió -
-Rápido pequeña - asentí -
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Al llegar a casa, fui a bañarme.
Sebastian me había hecho la cena.
Me sonreía siempre, no parecía incómodo o disgustado con mi presencia como siempre pensé que sería.
Me arropó y nos dormimos.
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-pequeña princesa, déjeme cepillar su larga cabellera - reí, abrí mis ojos, Sebastian se acercó a besar mi cuello, reía mientras sentía sus manos acariciarme la cintura - muy bien, hay que vestirla para que se vea muy bonita como siempre -
Asentí.
Me puso un suéter blanco con una falda rosa y una pantimedias, me dijo que hacía frio, que debíamos irnos ahora mismo porque habría una tormenta de nieve en pocas horas.
Me había comentado que nos íbamos a ir recién en la noche, pero como el tiempo parecía cambiar sus planes, nosotros igual.
Me resultaba divertido ver a Sebastian correr por la casa buscando por si no se olvidaba algo.
-Cariño, no te rías - carcajeé - ven- me tomó de la cintura y me puso en su hombro - todo listo, sólo me faltaba esta maleta -
-¿qué maleta? - me dió unos golpes en las pompas - ¡Oye! -
-ésta maleta - rió -
Me dejó dentro del carruaje, cerró la puerta. Entró del otro lado y éste partió.
-¡qué divertido! - me puso en sus piernas para besarme los labios como la anterior vez - príncipe - asintió -
-princesa, iremos a ver al Rey ¿qué le parece? - asentí muchas veces -
-¿él Rey es malo? -
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Cartas para la pequeña Phantomhive (Sebastian Michaelis) (Temporada 2)
FanfictionEl Señor Ciel Phantomhive y su esposa, Sukii Phantomhive, muertos en agosto, 26 de 1900, 25 años y 24 años. La señorita Sukii, de la cual me enamoré de su ternura y facciones, dio a luz a Bunny Phantomhive. Pero, también amé a esa pequeña personit...