Narra Sebastian
1889, 4 años.
-¡Sebastian! - escuché aquel grito de nuevo, entré a su habitación y cerré la puerta -
-Aquí estoy Bonnie, aquí estoy ¿qué ocurre cielito? - ella estaba cubierta de pies a cabeza con la manta -
-hay un mostro abajo - me arrodillé y miré debajo la cama, nada -
-Mmm, no hay nada, ¿quieres algo antes de que me vaya, conejita? - asintió sacando la cabeza -
-quieren comerse mis caramelos - negué -
-No no, claro que no, los monstruos te tienen miedo, no se van a acercar a tu casita - besé su frente, me tomó de la manga de mi camisa -
-Duerme conmigo, porfis, porfis - suspiré -
-Está bien, sólo hasta que te duermas - pero yo sabía que era mentira, porque, no me dejaba irme, ella sentía un leve ruido o movimiento y sus ojitos se abrían -
-Sí, sí - me quité el chaleco junto a la camiseta - ¡No veo nada, no veo! - su cubrió los ojos, reí -
Me acosté a su lado y la abracé.
-Cuéntame una historia, Sebastian-
-De acuerdo, a ver, había una vez, una linda niña, sus ojos eran grandes y hermosos, y con ellos, veía a los animales malos y a los buenos, los malos tenían un aura diferente al de los buenos -
-¿Y cuál era? - bostezó, le acaricié la cabeza suavemente -
-Los malos lo tenían azul y los buenos, blanco -
-Entonces un día - asentí -
-Un día, ella vio a dos humanos, cada uno tenía un aura diferente, pasó el tiempo, y a ambos trató de conocerlos, los dos representaban los contrario a sus colores -
-Uhh, que extraño ¿y que hizo? -
-Bueno, un día, su madre le dijo que debía elegir, uno de ellos, sería su futuro esposo -
-¡se casó con el príncipe! - reí -
-Espera Bonnie, escucha, calmate, si no, no terminaremos y esta historia es para dormir ¿de acuerdo? - asintió, la puse más contra mi pecho- Muy bien, entonces ella siguió su instinto, a sus ojos, y eligió al chico del aura blanca -
-¿Y qué ocurrió? -
-el del aura azul la quiso atacar y el chico con el que casi nunca pudo hablar, la defendió, ambos vivieron muy felices por siempre, porque ella no se guió por las apariencias -
-Me gustó mucho - me dijo - quiero otra -
-A dormir, Conejita -
Unos minutos pasaron y ella no se dormía, la mecía un poco, tarareaba una vieja canción, pero no servía.
-¿crees que yo tenga un príncipe?-
-Cuando era pequeña, usted decía que yo era su príncipe - me miró -
-¿qué hacen los príncipes con sus princesas? -
-Pues, según mis historias, viven muy felices por siempre, salen a largos paseos y el príncipe besa muchas veces a su princesa-
-¡Ay que asco! - reí - como cuando lo hacía mamá y papá - asentí - ellos se besaban mucho -
-Sí, porque... Se querían mucho - en ese momento, se tocó los labios -
-Yo quiero un príncipe que me bese todas las noches, entonces tú no te preocuparías por mí y el monstruo bajo la cama -
-para eso estoy yo, no dejaré que ningún chico se le acerque - la abracé más fuerte -
-¿tú serás mi príncipe? - lo pensé, sonreí -
-Claro que sí - la besé, ella rió -
-Otra vez - lo repetí, pero me perdí, ella era tan suave y cuando metí mi lengua se asustó pero no se separó, mi mano le acarició el cabello, y finalmente ella se separó por falta de aire - qué divertido - rió - ya entendí por qué mamá besaba mucho a... - la besé de nuevo, quería que se durmiera, de verdad, pero también necesitaba seguir, me gustaba con temblaba a mi tacto, tan suave como una rosa, se balanceaba lentamente -
-A dormir- asintió -
-uno más - infló sus mejillas -
-Debe dormirse, mañana iremos a un bonito lugar -
-Yo quiero conocer a Máximo -
-P-pero... Yo quiero pasar tiempo con usted - le acaricié las mejillas - 11 años sólo para besarla - susurré - ¿no cree que eso es una total injusticia? - miró otro punto -
-D-de acuerdo ¿dónde iremos? -
-¿Está enojada? No se enoje por favor - le besé la mejilla -
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Cartas para la pequeña Phantomhive (Sebastian Michaelis) (Temporada 2)
FanfictionEl Señor Ciel Phantomhive y su esposa, Sukii Phantomhive, muertos en agosto, 26 de 1900, 25 años y 24 años. La señorita Sukii, de la cual me enamoré de su ternura y facciones, dio a luz a Bunny Phantomhive. Pero, también amé a esa pequeña personit...