Capitulo 14.

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Cruzé sin pensarmelo dos veces. Quería huir de los problemas, pero no de esa manera.

[DÍA 5]

Desperté en una habitación, estaba en una cama atada por cables y ami lado había una máquina que no paraba de pitar.

Que ruido más molesto - pensé

No venía nadie, no sabía donde estaba ni lo que había pasado. Entonces entró una mujer con una bata blanca y supuse que estaba en un hospital.

- ¿Donde estoy? ¿Quien eres? ¿Que hago aquí? - pregunté nerviosa incorporandome de la cama.

- Tranquila Laura. - dijo la enfermera dandome la mano - Estás en un hospital, soy una enfermera y estás aqui porque ayer cruzaste un paso peatonal cuando estaba en rojo. Gracias a que no pasó nada grave

- ¿Que? - dije asombrada - Tengo que irme.

- No puedes, tienes que quedarte aqui dos días más - dijo mientras me colocaba más cables

- Yo aquí no aguanto, estoy de vacaciones. - dije impaciente

Entonces me acordé de Dani. ¿Donde estaba? Necesitaba verle.

- Ahora vendrá el medico y despues verás a tus familiares y amigos. - dijo alejandose de la cama y cerrando la puerta siligosamente.

Esto no me podía estar pasando ami.

Me levanté de la cama, pero apenas pude dar dos pasos, ya que los cables no me permitían moverme más. Noté que mi cabeza me dolía mucho, volví a la cama. Entonces entró el médico.

- Hola Laura, soy el doctor Domimguéz.

- Hola - contesté seca y borde.

- Llevaremos esto lo mejor posible. Tiene un golpe fuerte en la cabeza, por lo que tienes que estar dos días más en el hospital para que te hagamos pruebas. Por lo demás no tienes nada más.

Asentí y el doctor se marchó para dejar pasar a mis familiares. Entraron mis padres. Mi madre entró deprisa y me abrazó fuerte. Mi padre despues hizo lo mismo. Estuvimos unos diez minutos hablando, ami madre se le notaba que había estado llorando, tenía los ojos rojos.

- Laura, nos tenemos que ir. Están los gemelos y sus padres fuera, ahora entrarán a verte.

Los dí un enorme abrazo y se fueron. Entró Dani.

- ¡Laura! - gritó - ¿Como estás? Yo... - dijo dejando sin acabar la frase.

- Dani, estoy bien. Solo que tengo un fuerte golpe en la cabeza.

- Lo siento, ha sido todo por mi culpa - dijo mientras se le caían algunas lágrimas por los ojos.

- No sientas nada, ahora solo quiero pedirte un favor... - le agarré la mano

- Pideme lo que quieras, estoy dispuesto a hacerlo por tí.

- Prometeme que me vas a cuidar, tengo que estar dos días en esta cama sin moverme y, no quiero estar sola...

- No estás sola, yo estaré aqui. Y lo digo de corazón.

- Gracias, ¿y Jesús? - pregunté

- Está fuera, espera que le digo que pasé.

Jesús entró y me dio un enorme abrazo.

- ¿Como estás? - preguntó sentandose en la cama

- Bien, bueno excepto el golpe en la cabeza... En dos días estaré en casa.

- Tranquila que Dani y yo vamos a estar aqui para cuidarte - dijo mirando a Dani, y este último asintió.

Dani nos contó un chiste para amenizar la situación. Los tres reimos.

Una señal del destino. (Jesús y Daniel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora