Narra Laura:
[Día 14, el último]
Me despertó mi molestoso pájaro del whatsapp, cada vez lo odiaba más.
Cogí el móvil, lo desbloquee y abrí un ojo para ver la hora.
¿Que hago yo despierta a las 8:30? - pensé.
Tenía sueño acumulado, ya que me había dormido cerca de las tres de la mañana. Me volví a dormir y a las 10 desperté de nuevo, tenía que preparar la maleta y había quedado con Dani a las 12.
Laura, organizate.
Me duché y dejé que se me secara el pelo al aire libre. Me puse mi último conjunto, una camisa de cuadros violeta metida por dentro de unos shorts azules claros y mis sandalias marrones. Me levanté con hambre asi que bajé y me comí un croissant relleno de chocolate acompañado de un cola-cao. Después de aquel desayuno tan completo, me sentía gorda.
Cuando llegue a Madrid, saldré a correr todas las mañanas. - me propuse.
Subí a la habitación a preparar mi maleta, no sabía a que hora nos íbamos, no sabía nada. Desde hace dos días no hablaba con mis padres, y justo ahora no están. De mala gana, llamé a mi madre.
*Llamada telefónica*
- ¿Donde estais?
- Con Eva y Carlos.
- Ah. ¿A que hora nos vamos?
- Supongo que esta noche, a tu padre le gustar viajar de noche.
- Vale.
- ¿Tu no has quedado con Dani?
- Em si, ¿como lo sabes?
- Me lo ha dicho un pajarito - rió. - Bueno luego nos vemos cariño, un beso.
- Adios, un beso.
*Fin llamada telefónica*
Me quedaban menos de 24 horas alli, quien iba a decirme a mi cuando a mis padres se le antojó venir a este pueblo de vacaciones que ahora fuese yo quien no quisiera irme.
Metí los últimos dos pantalones, y como era normal, la maleta no cerraba. La deshice y la hice dos veces y seguía sin cerrar.
Pero, ¿si la traje medio vacia y ahora va llena? ¿Tantas cosas he comprado?
Volví a sacar todo, y entonces me encontré la sudadera de Dani.
*Flashback*
Había pasado la noche en su casa, él me había dejado su sudadera para la noche anterior.
- Te he dejado la sudadera en el armario - dije esbozando una sonrisa.
- Quedatela, a ti te queda mejor.
- Que va, si me está enorme.
- Te esta perfecta, además me encanta las chicas con sudaderas de chicos - me contestó Dani guiñandome un ojo.
- Vale, pero solo porque me encanta su olor eh.
- Porque huele a mi - dijo echandose flores y riendo. - Cuando haga frío y te la pongas, acuerdate de mi.
- No dudes que lo haré - dije abrazandole mientras cogía la sudadera en mis manos.
*Fin flashback*
La cogí para olerla de nuevo. Me traía un recuerdo malo, pero a la vez bueno. Obviamente para ella tenía que haber un sitio en la maleta, saqué dos camisetas y ya cerraba perfectamente. Suspiré.
Miré el reloj y aún me quedaba media hora, asi que decidí llamar a Sara, que la prometí llamar todos los días y al final he estado tan ocupada que apenas tenía tiempo para hablar con ella.
*Llamada telefónica*
- Saaari cielo.
- Laaura amoor, ¿que tal?
- Bien, bueno esta noche vuelvo a Madrid...
- Que ganas de verte, aunque bueno tu ahora preferirás quedarte allí, ¿me equivoco?
- No, bueno en parte quiero ir para verte y para veros a todo; pero por otra parte quiero quedarme aqui con mi Dani y toda la gente que he conocido.
- Normal, bueno pues que tu Dani se espere un poco que ahora me toca tenerte a mi un poco eh.
- Anda tonti - reí. - Me hubiera gustado un montón que conocieses a Dani, bueno y a Jesús, María, Marina, Sonia...
- Yo los quiero conocer, al verano que viene me acoplo contigo.
- ¡Eso! Ya convenzeremos a nuestros padres - reí. - Bueno cielo, mañana nos veremos que me tengo que ir que he quedado con Dani.
- Disfruta de tu último día cielo, y no te extrañes si cuando te vea te tire al suelo de un abrazo. - rió. - Te quiero Lauro.
- Yo más Saro.
*Fin llamada telefónica*
Eran las 11:55, asi que baje abajo, esta vez por las escaleras y me senté en una silla a esperar.
Pasaron varios minutos y como no llegaba salí a la calle, estaba empezando a ponerme nerviosa.
Pero entonces se iba acercando un precioso caballo blanco montado por un chico guapo, con los ojos marrones y una sonrisa que enamora y sin dudarlo sabía que era Dani.
- ¡Guapetona! - gritó al verme.
- ¿Y esto? - dije sorprendida. - ¿Montas a caballo y no me lo habías dicho?
- ¡Sorpresa! - dijo haciendo un gesto con las manos. - Venga, monta.
- ¿Pretendes que monte asi? - dije señalando a mi vestuario.
- He pensado en todo, aqui tienes tu ropa - dijo dandome una bolsa. - Ve a cambiarte que te espero aqui.
Inmediatamente salí corriendo a cambiarme, eran unas mallas de montar a caballo, sabía que tenían un nombre pero en ese instante no me acordaba, después que acabé de ponerme todo lo demás sali donde él se encontraba.
- Uuuuo, que bien te sienta - dijo echandome un vistazo de arriba abajo.
Yo no pude evitar sonrojarme, y simplemente sonreí.
- ¿Donde me subo? - pregunté indecisa.
- Aquí - señalo con su mano la parte trasera. - Dame la mano y apoya ahí.
Hice como me indicó y a pesar de ser un poco patosa para estas cosas, subí a la primera.
- Agarrate a mi cintura - dijo cogiendo mis manos y colocandolas.
- ¿Donde vamos? - pregunté eufórica.
- ¡Sorpresa! - dijo alzando las manos.
- No me gustan las sorpresas, jo.
- Te encantan.
- Me encantas - dije en un tono suave acercandome a su oreja.
-------------------------------
Hola mis queridas lectoras, os dejo el penultimo capitulo de la temporada, mañana intentare subir el ultimo capitulo, y luego empezaré la continuación de esta. Gracias por todos esos comentarios tan bonitos que me dejais, os quiero♡
ESTÁS LEYENDO
Una señal del destino. (Jesús y Daniel)
RomantizmLlegaba el mes de Mayo y como todos los años mis padres preparaban un viaje familiar para la primera quincena de julio. Cuando era mas pequeña siempre me gustaba ir y estaba deseando que llegase el verano para disfrutar y pasármelo bien, pero ahora...