Una señal del destino. (Jesús y Daniel)

Capitulo 6.

Abri primero los mensajes de los grupos y deslizé el dedo sin leerlos. Despues abrí la conversación con Sara.

《Laura cielo, ¿que tal has pasado tu primer dia en ese pueblo raro?

Te hecho de menos.》

Sara era de esas personas que sabes que siempre van a estar ahi pase lo que pase. En ella confío, aunque a veces me cuesta. Pero lo de Dani se lo tenía que contar. Pensé en llamarla, asi que no contesté y leí los dos mensajes de un número desconocido.

《¡Hola guapetona! Soy Dani♥》

¿Dani? Em, ¿Hola? ¿Como ha conseguido este mi número? La intriga me mataba por dentro asi que contesté.

- Hola Dani♥ Emm, ¿como es que tienes mi numero?

Estaba en linea por lo que no tardo en responder.

- Tengo mis contactos, ¿sabes? (emoticono de guiño) Por cierto, mi hermano dice que quiere conocerte, ¿a que hora quedamos?

- Pues anda que no te has dado prisa ni nada eh. Nose, cuando querais.

- Cuando algo me interesa es lo primero que hago JAJAJA. ¿Te parece bien a las 12?

- Que imbecil (emoticono del besito) Perfecto.

- Me quieres, lo se. Te pasaremos a buscar guapetona♥

- Menudo creido JAJAJA. Vale guapo.

¿Le habia dicho guapo? Asi es.

Soy tonta - dije varias veces en voz baja.

Esto no es normal de mi. Yo no digo esto a un chico que conozco de tan solo unas horas. ¿Que estoy haciendo? Me estoy dejando llevar y con eso he tenido malas experiencias. - pensé.

Asi que terminé la conversacion con Dani. Asi, como la que no quiere la cosa de repente un 'Adios, mañana nos vemos' Todo muy bien.

Tanto hablar con Dani se me olvidó llamar a Sara y claro ya era tarde, tenia que bajar a cenar con mis padres.

Me vestí y me hize una coleta. Bajamos a cenar y mis padres me contaron que tal su día. Cuando acabamos me subí a la habitación, estaba demasiado cansada y tenía que descansar porque mañana me esperaba un día ajetreado. Puse la alarma a las 10 para que me diera tiempo a hacer todo.

- Buenas noches cariño - me dijo mi madre dandome un beso en la frente.

- Buenas noches mamá.

[DÍA 2]

La alarma sonó a las 10 y ya estaba despierta. Como ya se había cerrado el comedor, llamé para que me subieran el desayuno. Estaba impaciente, empezé a dar vueltas por toda la habitación hasta que llegó el desayuno, después abrí el armario y me puse unos vaqueros con una camiseta naranja que me encantaba. Me peiné y me pinté la raya de negro, cuando miré el reloj eran menos cuarto así que cojí el móvil y bajé al hall. Aún no habían llegado así que me senté en una silla y a dos minutos entraron dos chicos y sin duda eran ellos ya que reconocí a Dani. Me acerqué al mostrador donde ellos estaban de espalda.

- ¡Hola! - dije con una sonrisa

Se giraron los dos a la vez.

- Hola guapetona - dijo uno de ellos mientras me daba dos besos, que tenia que ser Dani ya que el otro se quedo mas callado.

- Espera, ¿tu eres Dani? - dije confusa

- Si, y este es mi hermano Jesús - dijo presentándomele.

- Encantado. - dijo acercandose para darme dos besos.

- Igualmente. - contesté timidamente.

Entonces me di cuenta de que tenía un gran problema. ¡NO SABÍA DIFERENCIARLOS!

- ¿Que te pasa? ¿Y esa cara? - me preguntó Dani

- No se diferenciaros... - los dos rieron - Os voy a exijir una pegatina en la camiseta con vuestro nombre.

- Al principio cuesta, pero te iras acostumbrando - dijo Jesus - aunque cuando nos conozcas te darás cuenta que somos muy diferentes.

Me caían muy bien aquellos gemelos.

Salimos del hotel y fuimos andando hasta una plaza. Yo iba en medio y tenia a los dos gemelos a mi lado.

- Jesús tenía muchas ganas de conocerte - soltó Dani

- Y yo de conocerle a él. - dije esbozando una pequeña sonrisa.

- Con las cosas que me dijo mi hermano, como para no querer conocerte - me dijo Jesús mientras me miraba sonriendo.

- A saber lo que te habrá dicho... - dije mirando a Dani con cara de asesina

- Pues la verdad, que eres guapa, bajita, con los ojos azules y el pelo castaño claro, que tienes caracter, con una sonrisa preciosa ...

Me puse mas roja que un tomate.

- Dani ya, la estas intimidando - dijo Jesús riendo

Los abrazé.

Entonces Jesús me dijo al oido: "le tienes loquito"

¿Quee? Pero si yo no había hecho nada... ¿Y ahora? ¿Que hago? - pensé.

Dani no paraba de mirarme entonces noté lo que me había dicho Jesús.

- Ahora vuelvo, me están llamando - dijo Jesús.

Se fue y nos quedamos Dani y yo solos.