Capítulo 22 Magnus

140 11 1
                                    

°-Por tu culpa tu madre esta muerta.-dijo papá, mientras hacía un papeleo.

-¿perdona?, ¿que?.

-Sí, si hubiese sacado a tu madre primero ella estaría viva. Por tu culpa. Tú tenías que morir.- lo dijo de una forma tan calmada. Que eso me dolió aún más. Me asustaba que lo dijera asi, como si... lo tuviese en su cabeza siempre.- ¡¡Tú mataste a tu madre!!.°

-¡No!.- me desperté y me senté de un brinco con lágrimas en los ojos.

-¿Magnus?, ¿que pasa?.

No dije nada, solo me quede viendo hacía el piso, sollozando.

-¿Estas bien?, ¿Que paso?.

-T-tuve una pesadilla.

-Ohh... ¿quieres hablar sobre eso?.

Sacudí mi cabeza leve.

-Ven aqui bebé.- dijo mientras me acurrucaba en su pecho y debaja un suave beso en mi cabeza.-Tranquilo, todo estará bien.- estaba masajeando mi cabeza.-Trata de dormir si, calmate.

-No puedo... tengo... miedo.

-Hey, no... escucha.- dijo mientras levantando mi quijada para mirarle.- tu eres la persona más valiente que conozco, sobreviviste.- sonrió.- Eres la persona más fuerte de este mundo. Sabía que podías tantas cosas, pero haces más, de las que pensé, y por eso te amo, no hay nadie como tú, eres un guerrero, por pasar por tanto, y seguir siempre adelante, y no hay cosa que no puedas hacer, yo lo se, asi que puedes hacerlo todo.- el sonrió y dejo un suave beso en mis labios.- se que puedes.

Asentí con la cabeza. Estaba tan enamorado, enserio lo amaba tanto. Seguía mirandolo.

-¿Que pasa?, ¿tengo algo en la cara?.

-Te amo.

-Yo también te amo, tanto, que no tienes idea. Ahora duerme, necio.

Y lo hice, no tuve pesadillas en toda la noche, pero me dolía un poco la herida.

Al despertar, en la mañana, me sente levemente sin despertar a Alec. Me levante y le deje un beso en su cabeza. El solo se movió para acomodarse. Tome mis medicamentos y fuí a la ducha.

Aunque antes de hacerlo decidí hacer ejercicio como antes.

Fuí a la sala de ejercicios que teníamos en casa. Que bueno que mi padre aun no se deshiciera de eso. Y empezé a hacer mis ejercicios.

Al terminar, ya pude darme la ducha que tanto quería, me puse algo de ropa cómoda y fuí otra vez a la cama con Alec. Me puse enfrente de el, de lado.

-¿Babe?. ¿ya te duchaste?.

-Mjum.- gemí con los ojos cerrados.

-¿Por que no me dijiste?.

-Lo siento, no quise despertarte.- dije abriendo los ojos lentamente.

-Esta bien.- dijo levantandose y dejandome un beso en la mejilla.

Dentro de un rato. Me dormí.

Después de casi una hora creo. Sentí besos de mariposa en toda mi cara.

-Amor, despierta.- abri los ojos adormitado.- lo siento bebé.

-No me molesta, para nada, y mucho menos al ser despertado de esta manera.- sonreí.

-Te hice el desayuno.

-¿A si?.

-Si, vamos.

-mmm... no quiero.- hice pucheros.

-¿Como que no?.- dijo parandose.- ven aqui.

Se fue al otro lado de la cama, en donde yo quedaba dandole la espalda. Sentí como su mano se situaba debajo de mis rodillas y la otra debajo de mi cintura. Me arrastró hasta él y me cargó.

¡Estúpido Ángel!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora