Capitulo 28 Magnus

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Ya era 31 de diciembre y papá ni sus luces. Y por supuesto que no dejaría a su mujer y su otro hijo por venir.

Estaba en la cocina picando tomates para el almuerzo.

Enserio no podía creer, que dejara a su otra "familia" en Manhattan por ir a ver a la otra, al otro lado del mundo.

-¿Magnus?, los tomates no te han hecho nada ¿o si?.
-¿Que?.
-E-es que, los estás extirpando.
Bajo la mirada hacia los tomates, para darme cuenta que si, los estaba extirpando. Suelto el tomate y él cuchillos para apoyarme sobre el pantry.
-¿Estas bien?.
-Si.- asentí con la cabeza.-Todo bien.- le mire y sonreí.
-Ve a descansar, yo lo haré.
Me senté en la silla apoyando mis codos sobre la mesa mientras veía a Alec cocinar.

-¿Que cocinaremos para la cena?.
-No lo sé, mamá dijo que si podíamos ir a casa, Raphael también puede ir.
-Está bien, me parece una buena idea.
-¿Que están hablando de mi?.-llegó Raphael y se sentó a la par mía.
-Iremos a casa de Alec para Año Nuevo.
-Bien, ¿invitaran a Simon?.
-¿Por que tanto interés por Simón últimamente?.
-Em... por nada, sólo es una pregunta.
-Si, claro.
-Pues si. Wao, ¿Quien te la dio?.-Dijo Raphael, tomando mi muñeca para ver el brazalete.
-Me lo dio Owen.
-Vaya, si que tienes competencia Alec.
Lo voltee a ver y ahora era el quien estaba extirpando los tomates.
-Alexander, enserio no creo que Raphael quiera picar tomates.
Se volteó
-En primer lugar, el no es mi competencia por qué Magnus ya es mío, segundo puedo terminar de picar los tomates, puedo controlarme.
-¿A si?, pues, a ver si es verdad, por que acaba de mandarme un mensaje preguntándome si estaba Magnus en casa.
Ví como Alec achicaba los ojos, y señalo a Raphael con el cuchillo.
-Dile, que no estamos, ahh... quisiera atravesarle este cuchillo.
-Pues tendrás la oportunidad de hacerlo, por qué viene para acá.
Dentro de unos minutos tocaron la puerta.
-¿Es quien creo que es?.
-Llegó muy rápido ¿no?.
Entró Owen.
-Magnus, hola, ¿cómo estás?.
-Bien gracias.
Alec se dio la vuelta y Owen se puso del lado contrario dándole la espalda a Alec.
-Me Alegra, te ves... muy bien.-dijo viéndome de pies a cabeza.
Voltee a ver a Alec y me di cuenta que tomó el cuchillo y camino unos pasos a Owen, pero Raphael lo detuvo sigilosamente, podía ver el cuerpo de Alec arder de enojo.
-Bueno, solo vine a ver cómo estabas voy de paso.
-Muchas gracias, y que te vaya bien, adonde quieras que vayas.
-muchas gracias, bien, adiós.- y se fue.
-Alexander es solo un amigo.
-Está bien, está bien.
-Perfecto.- me estiré un poco para besarle la mejilla.
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Dentro de unas horas, ya estábamos en casa de Alec, todos estaban ahí ahora.
-Magnus, ¿viniste?.- dijo el papá de Alec.
-Hola a usted también.
-Ja, bueno dentro de poco Maryse y yo nos iremos con la verdadera familia Lightwood, así que, si me disculpas.

Vaya que me odia.

Pasamos muy bien el día, compramos estrellitas y luego comimos, pusimos música y empezamos a bailar todos, los padres de Alec se habían ido.
Comimos las 12 uvas rojas y verdes, "para la buena suerte", pero fue divertido, luego, empezamos a cortar papelitos y a escribir en ellos nuestros deseos y metas.

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¡Estúpido Ángel!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora