Secuestrado

Capítulo 14

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Corrompido de recuerdos
me permití seguir durmiendo...

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Cuando llegue al castillo era todo menos solitario, habían muchas personas haciendo una larguísima fila para hacer una entrevista. Tenían que conocer a las personas que iban a contratar y además saber que eran aptos. La mayoría eran personas recomendadas, yo a diferencia de ellos, no era recomendado así que ¡Tengo que dar mi mejor esfuerzo en esto si quiero conseguir el trabajo!. La fila se acortaba cada vez más, la gente salía de ahí con un rostro de desilusión. No comprendía la razón, no creo que estaban rechazandolos desde ahora ¿No?. Entonces empecé a sudar y me puse nervioso, miraba desde un lado para otro. Hasta que choque de casualidad con una chica de cabello verde oscuro, ella estaba atrás mío y no me di cuenta cuando fue que retrocedí tanto.

-¡Lo siento mucho! Nunca miró lo que estoy haciendo y me distraje, lo lamento -dije avergonzado por haber pisado uno de sus zapatos blancos, al pisarlos los ensucie de barro.

-No te preocupes, me dan igual mis zapatos, mi mamá me obligó a ponerme estos zapatos vistosos para la entrevista jiji -contó con alegría.

Conversamos durante cinco minutos, todo fue bastante agradable, ella se llamaba Asui Tsuyu. Un nombre muy bonito, decía todo que pensaba, era honesta y divertida. Entonces tocó mi turno para la entrevista.

-¡Siguiente! -exclamó un vigía.

-Suerte, Midoriya-kun -susurró Asui sonriente.

-¡Gracias! -y con un enérgico gesto de mano se despidió.

Seguí al vigía y me dirigió dentro del castillo, habían muchas personas en aquel lugar. Todas acompañadas de un vigía cómo el mío. Lo seguí hasta un cuarto pequeño que tenía un escritorio. Él se sentó y comenzó la entrevista. Fue rápido, intenté permanecer calmado y no mostrar que tenía ganas de vomitar por los nervios.

-¿No eres recomendado verdad? -preguntó.

-Ah n-no -contesté inseguro por mi respuesta.

- No importa, eso no es relevante -dijo el hombre esbozando una sonrisa- ¿Sabes? Todos lo que han estado aquí creen que van a ser admitidos por ser recomendados, pero yo nunca les daría una partida a esos papanatas, obviamente soy mejor que ellos y no fui recomendado -dijo con una gran sonrisa llena de confianza.

- ¿Cómo te llamas? -pregunté para ser amistoso, parecía una persona muy agradable, comprensiva y divertida.

- ¡Mi nombre es Eiji Kirishima! ¡Y soy el mejor guía del mundo! -exclamó con emoción - Me caes muy bien así que hablaré bien de ti, aún no van a decidir cuántos se quedan pero... ¡Igual! -

- ¡Muchas gracias! -exclamé, creo que demasiado emocionado.

•••

Después de unas semanas me llegó una carta con un sello real, de las casi mil personas que fueron al palacio, fui uno de los afortunados de quedar entre los cincuenta mejores. Con ello pasé a ser parte de la servidumbre real, eso incluía una habitación dentro del palacio.

- ¡Estoy aquí! ¡Al fin! -pensé con emoción al entrar al palacio con los cincuenta elegidos.

Divise a lo lejos al guía pelirrojo que hablaba con un guardia rubio. Conversaban amigablemente y un poco cerca. Seguí avanzando con el grupo hasta unas habitaciones. Nos dieron reglas y nos fueron asignando tareas como pruebas, todas tenían un valor significativo. Hubieron pruebas de inteligencia, lealtad y rapidez. Yo, honestamente, creo que me equivoque mucho en algunas pruebas pero de todos modos pasé.
De los cincuenta solo quedamos diez, solo cincuenta de mil y solo diez de cincuenta.