Capítulo 11

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El rubio ceniza llegó a la habitación con paso apresurado y agitado de tanto correr. Subió las escaleras y entró al departamento, el chico de cabellos verdes se había quedado dormido mientras leía sobre la mesa y descansaba con la cabeza pegada al libro. Katsuki corrió dentro de la habitación sacó una maleta y dos poleras negras. El príncipe empezó a parpadear somnoliento y lo primero que vio fue la puerta abierta... la puerta abierta. Se paró de golpe y vio que el rubio apareció de nuevo y se acercó a él con paso veloz, Izuku no pensó en correr, ni en escapar para nada. La cara del rubio y su prisa le daba miedo.

-¡Ponte esto! -exclamó arrojando la polera oscura que llevaba, Midoriya alzó los brazos para sujetarla.

Izuku la atrapó en el vuelo y la contempló, subió sus brazos y se colocó la polera. Le quedaba un poco grande, después de todo Bakugou tenía la espalda más ancha entre los dos.

-¡Sígueme! -exclamó Katsuki mientras se ponía un maletín marrón al hombro y jalaba al príncipe de la mano hacía la salida.

Bajaron las escaleras sujetados de la mano, mientras Bakugou tiraba de él para que avanzará lo más rápido posible. Siguieron caminando y una camioneta se detuvo con brusquedad delante de ellos. Katsuki empujó a Izuku dentro de la camioneta y acto seguido, subió él también a su lado.

-¿A dónde vamos? -preguntó Midoriya asustado.

-Cállate, no quiero escuchar tus lloriqueos -dijo secamente el rubio mirando por la ventana.

-Mm... -soltó esa leve queja y se quedó callado mientras la camioneta se ponía en marcha.

El conductor tenía cabello rojizo y puntiagudo, Izuku intentaba levantarse un poco del asiento para ver al chico que manejaba. Katsuki se dio cuenta y le dio un leve empujón hacia atrás para que no se levantará y viera al que conducía. Izuku se asustó y luego se quedó quieto y en callado, como le indicó Katsuki al inicio.

El sueño era tan tentador ¿Y por qué no? El ambiente era cálido y no había ningún ruido. Era tan, pero tan silencioso...

•••


-Mira... se quedaron dormidos -le susurró el pelirrojo al rubio que estaba a su lado.

-Katsuki-san no se ve agresivo cuando duerme... -dijo el rubio observando a Katsuki que estaba apoyado sobre el hombro de Izuku.

-¡Hey! ¡Yo soy más lindo cuándo duermo! -aseguró el pelirrojo con brillos en los ojos.

-Ajá... Seguro que babeas -el rubio hizo una imitación de alguien que dormía mientras hacía un ademán de babear.

-¡Yo no hago eso, Denki! ¡Al menos yo no me pongo como imbécil cuando tomó! -se burló del rubio, el sonrojo de este paso desapercibido por su compañero.

-¡E-eso no es cierto! -exclamó rojo.

Cargame! ¡Me caigo! -imitó a Denki, alzando los brazos e intentando abrazar al rubio que se alejaba de él.

-¡Ya basta! -exclamó, Bakugou empezó a removerse en su asiento -¡Katsuki-san se está despertando, Kirishima! -

Bakugou empezó a removerse y empujar levemente a Izuku que también se movió, Midoriya empujó al rubio y se cayó hacía el lado contrario, golpeando su cabeza contra la puerta del automóvil.

-¡HOLY SHIT! ¡CORRE! -susurró Kirishima a Kaminari mientras ambos partían la carrera lejos de la camioneta, mientras más lejos del rubio mejor.

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