En un frondoso bosque, se erguían imponentes pinos cubiertos de nieve. El invierno había llegado al bosque donde vivía la familia Carter. La espesa y fría nieve caía como copos sobre el tejado del hogar de esta familia. El menor de los Carter salió de la casa muy emocionado, a él le fascinaba la nieve al igual que la lluvia.
- ¡Mira papá es nieve! -gritó emocionado mientras recogía un poco de nieve entre sus pálidas manos.Su padre, un hombre alto, rubio y de tez clara, casi pálido. Miró a su hijo pequeño mientras se apoyaba en el marco de la puerta. La nieve se veía hermosa pero de todas maneras, al igual de linda y preciosa, era peligrosa. El padre advirtió a su hijo que no se aléjese y a pasó a casa a ponerse una chaqueta más abrigadora. Cuando entró vio a su madre, una mujer mayor y canosa, llena de arrugas por todo el rostro y cuerpo. Estaba leyendo en un mecedora.
-Mamá -dijo el hombre para llamar su atención - Deberías descansar, has leído toda la tarde -dijo el hombre.
- Sí tienes razón, dormiré unos minutos... -dijo la mujer saliendo y regresando a su cuarto.
El hombre fue a buscar una chaqueta que lo abrigase mejor, sacó del cuarto de su hijo un par de guantes para que no se le congelasen las manos mientras jugaba y una bufanda por sí acaso. Mediante iba acercándose a la puerta no escuchaba la voz de su pequeño. Aceleró el paso y abrió la puerta a toda velocidad temiendo lo peor.
- ¿Saymond...? -pero su voz se había quedado en el aire y sin respuesta alguna.
Los copos de nieve siguieron cayendo borrando todo rastro del caminar del menor de los Carter.
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El chico de cabellos verdes leía tan entretenidamente que no se había fijado que su secuestrador lo miraba detenidamente mientras leía el libro. El príncipe daba gritos silenciosos y movía sus pies mientras estaba sentado, dándole la espalda al rubio ceniza. Sin dejar de observarlo se acercó para ver que hacía volteado y con la cabeza agachada, cuando vio el libro lo primeo que pensó fue que él había cogido el libro. En otras palabras, o que sus brazos se estiraban por más de dos metros o había salido dela jaula. No pensó en la posibilidad de que Tsuyu haya dejado el libro dentro de la celda.
-¿Cómo conseguiste el libro? -preguntó con voz susurrante y Izuku dio un respingo mientras se arrastraba al otro extremo de la celda.
- Creí que tú lo dejaste aquí... -dijo el chico asustado.
-¿Ah? Yo no lo dejé ahí -dijo el rubio ceniza frunciendo el ceño, confundido.
Pero Izuku interpretó el gesto como si estuviera molesto.
-¡Y-yo no lo cogí! ¡Te lo juro! -dijo tartamudeando y con los ojos cerrados mientras se tapaba la cabeza con el libro.
El silencio reinó durante unos segundos, luego escuchó algunos pasos a su alrededor, entonces oyó la cerradura tintinear. Abrió los ojos de golpe y se arrastró al lado opuesto de la celda con el libro entre las manos. Katsuki entró a la celda y recogió el libro de tapa verde. Lo miró y notó que era uno de los libros que estaban en la estantería de allá.

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Secuestrado
Fanfiction-Entonces... ¿Solo lo secuestro?. -preguntó el de cabello ceniza con duda. -Sí y vivirá contigo 6 meses, luego nos lo entregaras. -dijo un hombre con semblante misterioso. -Esta bien. -dijo el de pelo ceniza retirándose del lugar. Pero seis meses se...