Capitulo XX: El nacimiento de Leomon

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Henry continuó caminando, adentrándose más en el bosque, donde había unos árboles inmensos. Al pie de uno de éstos se detuvo para descansar un poco: La caminata lo había agotado mucho, y más el hecho de llevar el peso de Nyaramon sobre su cabeza todo el camino.. Algo lo estaba inquietando desde hacía un tiempo..

- Nyaramon..

- ¿Sí, Henry?

- ¿Cómo es que sabes tanto acerca del ciclo de los digimon, su origen y todo lo que me contaste?

Nyaramon pareció buscar una buena respuesta durante un momento, mirando hacia arriba con una dulce mirada pensativa, rascándose la cabeza con su propia cola.

- Bien.. En realidad, no lo sé.. Ya nací con esa información.. Según me dijeron los otros digimon con los que vivía, fui creada a partir de una información algo extraña..

No sabía porqué, pero Henry recordó de inmediato a Calumon..

Volvió a su acostumbrada mirada pensativa, poniéndose dos dedos sobre la barbilla, como apoyando su cara en su mano.

- "¿Qué estaba pasando? ¿Era Nyaramon un digimon cualquiera, o algo lo había puesto en su camino por alguna razón que él desconocía?

Se sobresaltó de pronto por una idea repentina, pero Nyaramon no lo notó

- "¿Y si este digimon está programado para guiarnos a los tamers hasta donde está ese ente que no deja que ellos vayan al digimundo? Quizá sea eso.. Tendré que investigar.."

Rápidamente miró a su lado, pero para su sorpresa, Nyaramon ya se había quedado dormida.

- ¡Sí que duerme esta pequeña! - Exclamó, con los ojos muy abiertos, algo pasmado, y luego añadió - Tendré que postergar esta investigación hasta más tarde..

….

Los demás chicos en el digimundo se hallaban algo dispersos. Takato seguía algo dolido por la pelea con Ryo, y éste, por su parte, se sentía bastante apenado, pero pensó que si intentaba entablar una conversación en ese momento con Takato, aunque fuese para pedirle disculpas, el otro no reaccionaria bien.. Decidió quedarse callado, hasta que las cosas se calmaran..

Renamon aun quería llevar en brazos a Terriermon, pero éste le pidió amablemente que lo dejara caminar.

- Renamon, ¿Ahora Henry es nuestro Tamer compartido?

- Parece que sí.. Por mi parte, solo Rika ha sido y será mi tamer.. Aunque el D-Power de Rika siguió funcionando con Henry y él fue capaz de hacerme digievolucionar.. Supongo que es ahora nuestro tamer..

Terriermon suspiró; era obvio que la idea no lo entusiasmaba mucho..

- No te preocupes, Terriermon - Añadió luego Renamon, mirando al cielo - Yo sé que aunque tuviera miles de digimon, Henry siempre sería no solo tu tamer, sino tu amigo..

Hubo un corto silencio luego de esas palabras, que Terriermon se encargó de romper..

- Cambiaste mucho tu manera de pensar, Renamon - Le dijo el pequeño digimon con un dejo de asombro en el rostro

Renamon lo miró, y le dedicó una pequeña sonrisa, a la que Terriermon respondió, con una sonrisa más amplia y amistosa.

Takato seguía algo molesto con Ryo, pero trataba de calmarse y entenderlo. Él no era muy cercano a Henry, y estaba enamorado de Rika. Y si ella había desaparecido mientras peleaba junto a él, su reacción era comprensible. Trató de pensar si fuera Ryo quién debía proteger a Juri y hubiera fallado.. Realmente no sabría como reaccionar.. Pensaba que quizá hubiese reaccionado como él, no lo sabía y esperaba no tener que averiguarlo nunca.. De repente, algo cortó sus pensamientos, haciéndolo sobresaltarse..

- ¡Takato! - Chilló Guilmon con su voz aguda

Takato, Ryo y los demás digimon corrieron en dirección a donde Guilmon se encontraba. Estaba cerca de una formación montañosa, donde más allá se podía ver un prado, con decenas de Mamothmon echados en el pasto

- ¿Qué ocurre, Guilmon?

- ¡Aquí huele a Henry!

A Takato se le iluminaron los ojos.

- ¿En serio?

- Sí, y también hay olor a gato, junto al de Henry

Takato y Ryo se miraron, extrañados. ¿A gato?

….

- Bueno.. No hagan caso de lo que dice Calumon.. Debemos ir..

- ¡Kazu, ya basta! ¡Te estás dejando llevar por tus impulsos y tu orgullo! ¿Acaso no entiendes lo que podría pasar? ¡Piensa un poco, ¿Quieres?

Hirokazu se asombró de que Kenta lo confrontara así, pero de igual manera le respondió:

- ¡Sólo quiero ir a ayudar! ¡No quiero quedarme sin hacer nada!

- ¡Hirokazu, no entiendes! Sabes lo que está en riesgo.. Rika no volverá, ¡Por más que no haya muerto aquí, no volverá! ¡Esto no es un juego!

- Sólo porque tú eres un cobarde dices eso!

Kenta abrió los ojos. Sabía que Hirokazu se tenía eso guardado, sabía que se lo diría en algún momento, pero no creyó que le doliera tanto

- ¡S.. Sí soy un cobarde! ¿Y qué? Al menos pienso, al menos sé valorar lo que es la vida

- ¿Vida? ¡Tú no disfrutas tu vida! ¡No haces nada que no esté dentro de las reglas, jamás quebrantarías una ley, jamás desobedecerías!

- ¡Tú no entiendes! ¡No entiendes la importancia de la vida!

A medida que avanzaba la discusión su tono subía más y más. Juri estaba en medio, frente a los dos, y pasaba la mirada de uno a otro con lágrimas saliéndose de sus ojos.

- ¡Basta ya, chicos! ¡No peleen más! Hirokazu, sé que quieres proteger a los chicos, pero debes entender que no nos necesitan en este momento, y solo pondrás en peligro tu vida si vas al digimundo ahora..

Los chicos se calmaron mientras miraban a Juri, quién continuó hablando..

- La vida es algo muy valioso, pero algo todavía más importante es el valor que tiene nuestra vida para los demás.. ¿Te has preguntado al menos porque Kenta reacciona así? Él es tu mejor amigo, y no hay nadie que valore más tu vida..

Kazu dejó caer una lágrima por su mejilla izquierda, al tiempo que miró a Kenta, quién ya tenía el rostro surcado por varios lagrimones. Ambos se dieron un abrazo, palmeándose la espalda, diciéndose que lo sentían..

Juri contempló tiernamente la escena, feliz de que todo se hubiera resuelto. Pero no los miró mucho más: Él huevo canela en su regazo había comenzado a brillar intensamente, vibrando un poco. Los chicos se separaron y miraron con la boca y los ojos abiertos el huevo, mientras que un pequeño digimon emergía del brillo platino. A Juri se le llenaron los ojos de lágrimas de alegría, cuando vio a su pequeño Popomon mirándola con dulzura desde su regazo..

La chica lo abrazó muy suavemente y Kazu dejó escapar una exclamación en voz baja

- Leomon sigue enseñándonos sobre la vida.. Aunque acabe de nacer..

Juri alzó al pequeño y los chicos la escoltaron de nuevo a Hypnos, ya que tenían instrucciones de volver ahí cuando naciera.

Aún en el camino le fue imposible a Juri limpiarse las lágrimas. No dejaba de observar a su compañero digimon, pensando con una sonrisa en la cara:

- "Por fin" "Por fin estás de vuelta conmigo"

Digimon Tamers: Una nueva amenazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora