20

3.4K 266 18
                                    

—Bien chicos, la presentación es en una semana y para que salga bien deben hacer todo lo que yo les diga—nos miro a cada uno  y sonrío ligeramente.

El sitio de Finn estaba vacío desde hace cuatro reuniones. Puedo decir que extrañaba su manera de ver el lado bueno de las cosas; sus malos chistes y su característica sonrisa, pero ninguno pudo convencerlo de quedarse, yo ni siquiera lo intenté. Desde que el chico porrista apareció, no ha hecho más que estancarse en mi cabeza y no dejarme pensar con claridad, Mercedes dijo que debía llamarle, pero aun no lo sé.

Por otro lado y nunca creí pensarlo, creo que esto de prepararnos para algo grande está empezando a gustarme. Los ensayos, el sentimiento, y que todos aquí logren entender eso es algo maravilloso, es solo que necesitamos aun cuatro integrantes. Finn se había ido y con él, las esperanzas de que alguien se nos una.

—Se que Finn se fue, pero eso no nos impedirá seguir. Conseguiremos más personas, lo prometo—sonrío positiva.

—¿Estás segura de eso, Señorita quiero que hagan todo lo que les diga? Lo único que haces es mandarnos a hacerte coros. Entre aquí porque quería deslumbrar, no ser tu sombra.

—Necesitamos a un líder, Mercedes.

—No tienes esas cualidades, estábamos mejor cuando estaba Finn, pero ¿Sabes qué? No puedes mantener la boca cerrada—se levanta del asiento.

Oh, por favor, no ahora.

—¿Y tu que? ¿Ves que alguien más me critica? Eres la única aquí en desacuerdo y si te molesta, la puerta está abierta.

Se miraron frustradas por unos segundos.

—Bien—dijo firme y salió del lugar.

—Iré a hablar con ella—dije y salí.

No tengo idea de que decirle, demonios.

—¿Mercedes?—la llamo mientras me dirijo a la sala.

—Aquí—dice sin ganas sentada en el sofá.

Me siento a su lado y la miro mientras ella se voltea.

—¿Segura que quieres hacer esto?

—No quiero estar al mandado de nadie, Kurt. Y menos bajo ese barato intento de diva—río.

—Créeme, yo también pienso eso mucho, pero ella creó esto, ella es la que merece estar a cargo—me mira confundida—no estoy de su lado, pero necesitamos un líder y sin Finn, solo queda ella. Por favor, no te vayas, eres mi mejor amiga y se cuanto querías entrar a ese concurso. No lo conseguirás de otra manera, no ahora, falta muy poco—baja la mirada—por favor—toco su hombro y a los segundo bufa.

—Está bien—rueda los ojos—solo porque tu lo dices, pero necesitamos integrantes, ¿Sabes?—asiento y mi teléfono vibra.

—Un segundo debe ser mi papá—veo la pantalla y la emoción se me quita.

No, no, no, no. No se supone que él me llame, oh dios.

—¿Quién es?—me pregunta Mercedes y al no responderle me quita el teléfono—¡Es él!—dice emocionada—¡Contesta, tonto!

—¿Qué? ¡Estás loca!

—¡Vamos, contesta, contesta!—me tira el teléfono y sin querer presiono "contestar"

Mierda.

¿Hola?—miro a Mercedes y susurra que lo haga.

—Hola...

—¿Kurt?—siento que el corazón se me va a salir del pecho.

—Hola—digo más calmado.

—¿Que tal? Pensé que llamarías—ríe ligeramente.

—Eh, si, es solo que estuve muy ocupado—excuso.

Bueno, llamé porque... bueno, hablé con mis papás hoy y ellos planean cambiarme de escuela.

Miró a Mercedes con los ojos como platos y ella se emociona.

—¿Q-qué?

Si, es que estamos pasando una situación económica muy mala y ya no pueden pagar Dalton—suspira pesado—Me lo dijeron de la nada, mañana es mi primer día. Espero que puedas... ya sabes, mostrarme el lugar—dice con un suave tono de voz.

—C-claro, con gusto—sonrío.

Genial—siento que sonríe y duda—Tal vez podríamos ir a tomar un café alguna vez.

—Eso sería fabuloso—sonrío algo embobado y veo que Mercedes se ríe.

—¿Es una cita?

—Es... una cita.

Popular gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora