3. EL 24H

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Me desperté y encendí mi móvil, miré la hora y eran sobre las 6am. Había dormido tanto? Supuse que era el efecto de las pastillas que me tomé para dormir. Tenía mucho mensajes, incluso de gente que no conocía ni tenía el número guardado. Me dispuse a contestar los mensajes de mis amigos.

*Chat de Nath*

Hola Nath! Sí, es muy duro esto, no estoy pasándolo muy bien. Te importaría venir a comer a mi casa? Creo que me hará bien hablar contigo. Dile a Abby. Te quiero.

*Grupo con Nath, Daniel, Abby, Edu y Nacho*

Hola chicos! No quiero contestar uno a uno. Estoy bien, ya os contaré todo. Os quiero.

No tenía ganas de contestar uno a uno. Sólo invité a las chicas a comer a casa porque necesitaba hablar con ellas. Los chicos son muy buenos amigos también, pero a parte ellos juegan a fútbol todos los sábados y tampoco quiero que dejen de hacerlo por mí.

Me metí en el baño, me duché y salí con una toalla. Busqué algo de ropa y me vestí. Eran las 7:30 am cuando empecé a bajar las escaleras para ir a la cocina y comer algo. Sabía que Marc no estaba en casa porque Iker me dijo que se iba de viaje, y yo estaba más tranquila hasta que al final de las escaleras, justo en la entrada, vi las maletas de Iker. Suspiré y me dirigí a la cocina.

Iker: Buenos días enana -se acercó a darme un beso en la mejilla- Ten, he preparado algo para ti -me dio un vaso de zumo de naranja y unas tortitas quemadas y el empezó a reír al ver mi cara

Irati: Cuando no se te quemarán las tortitas? -le pregunté a lo que él volvió a reír- Iker, no entiendo como tienes ganas de reír con lo que ha pasado...

Iker: Enana, mamá quiere que seamos felices esté donde esté. Es difícil, pero es mejor que estar llorando todo el día. Además, aún te tengo a ti, y eso me hace feliz. -sonrió

No es que no quiera sonreír, pero recuerdo a mi hermana Carol jugando por la cocina mientras yo intentaba desayunar y me vengo abajo.

Irati: A qué hora te veas?

Iker: Pues en cuanto venga la persona que se quedará contigo.

Y justo, sonó el timbre. Iker fue a abrir y yo me quedé tomando el zumo que me había preparado. Escuché unas voces acercarse y gire a la puerta de la cocina. Ahí estaban Iker y una mujer bastante mayor. Tenía el pelo corto, rubio y rizado. Sus ojos eran muy bonitos y ella parecía muy simpática. A su lado había un perro que movía la cola de un lado a otro.

Iker: Mira Irati, esta señora se llama Elia es abuela de un compañero de tu clase, y el perro es Yako. Estoy seguro que te voy a dejar en buenas manos.

Elia: Hola querida. -sonrío la mujer muy amablemente- Como ha dicho tu hermano soy abuela de Nick, pero él iba a tu clase hasta que se tuvo que mudar con mi hija por motivos de negocio.

Irati: Hola Elia, un gusto. -sonreí- Sí, conozco a Nick desde preescolar, pero hace 3 años que se fue, cierto? -asintió- Bueno, espero que nos llevemos bien.

La verdad que me quedé más tranquila cuando supe quien era. Sabía que me iba a cuidar muy bien los meses que me quedaban hasta ser mayor de edad.

Después de una larga charla en el salón con Elia y mi hermano en la que Elia nos contó algo más sobre ella y mi hermano le dijo de lo que se tenían que encargar, y estoy segura de que todo esto lo ha pensado el solito, pero el dinero sale de Marc, Iker se despidió de mí, me abrazó y dijo que pronto me llamaría. Que estuviera tranquila y no pensara mucho, por último, lo vi salir por la puerta y como se alejaba con su coche.

Estaba sentada en el sofá con Yako, la verdad es que este perro es muy cariñoso, eran las 1pm y estaba esperando a que llegaran Nath y Abby a comer. Mientras en la cocina estaba Elia haciendo la comida, ya que es una de sus tareas.

Elia nos contó a mi hermano y a mí que desde que su hija y su nieto se tuvieron que ir, ella estaba sola en su casa con Yako, sólo salía a pasearlo y a comprar. La verdad es que lo decía muy triste y admitió que se sentía sola, que este trabajo la iba a ayudar mucho, que no lo hacía solo por dinero, si no para sentirse más feliz y tener compañía también. Las tareas que tiene que hacer no es nada que no hacía ella en casa. Es una mujer mayor y no tendrá que limpiar mucho más allá del polvo y los trastos que ensucie en la cocina, y yo dispuesta a ayudarla, sigue siendo mi casa. Además, dos veces a la semana viene una limpiadora desde hace 5 años. Elia también vivirá conmigo, mi hermano le preparó la habitación de invitados. Respecto a mi, sólo tendrá que hacerme la comida y preocuparse de que esté bien, además de darme un sobre con dinero cada lunes, que por cierto, lo enviará Marc. No es como una niñera, es más como si fuera mi abuelita.

De repente, escuché el timbre y fui a abrir. Mis amigas me ahogaron en un abrazo. Justo, Elia nos llamó para comer y allí fuimos, a comer.

Después de comer estuve hablando con Abby y Nath, les expliqué quien era Elia y porque estaba en mi casa. Y les conté todo lo que paso con mi padre, mi hermana y mi madre. Ellas se pusieron tristes, pero intentaron animarme a mí. Se tuvieron que ir con los chicos a las 6pm y me dijeron de ir, pero no quise.

Desde que se fueron me encerré en mi habitación a llorar recordando a mi hermana y mi madre. Elia me avisó para cenar pero no tenía hambre y le dije que ya comería más tarde.

Miré el reloj y eran las 12 de la noche. Había pasado el tiempo volando... Decidí vestirme y ponerme algo de maquillaje. Bajé la escaleras y al ver que todas las luces estaban apagadas entendí que Elia estaba durmiendo.

Salí de mi casa y me fui a un bar que abre las 24h del día sin exagerar y así se identifica, este bar es el 24h. Cuando estaba entrando por la puerta pude observar el local. Habían muchos hombres ya borrachos, el olor a humo era insoportable y ahí estaba yo, que nunca se me había ocurrido entrar en un lugar así...

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EN MULTIMEDIA IRATI, YAKO Y ELIA.

DE BUENA A MALA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora