Capítulo 2

14K 1K 311
                                    

Ser la primera en algo, significa adelantarse a los hechos. Y si yo quería coger mi sitio esta mañana, debía ir antes de que Alexia sentara su culo en mi silla.

De modo que me he asegurado de llegar antes a clase, tanto es así, que está cerrada.

Resoplo.

Miro el reloj de mi muñeca, aún quedan quince minutos para que empiece la clase, los alumnos están empezando a llegar, pero todavía falta mucha gente aquí.

Camino por el pasillo dispuesta a ir a la cantina para comprar el almuerzo, ya que con las prisas se me ha olvidado preparármelo esta mañana. Sin embargo, unos murmullos me detienen y elevo una ceja al ver a un grupo de personas junto a la puerta.

Pongo atención simulando que estoy mirando algo en mi móvil.

—Es ella, es Alexia James, ¡está forrada joder! Tenemos que conseguir ser amigas suyas —dice la chica bajita.

—¿Y cómo lo hacemos sin parecer interesadas? —le plantea su amiga castaña.

Esto es increíblemente patético.

—¡Eh! ¡Mirad! —exclama un chico captando la atención de todas —¡Ya está aquí! ¡Menudo coche!

Me asomo por la ventana para ver un Audi R8 gris, y luego frunzo el ceño al ver cómo todos se ponen en una taquilla disimulando lo que quiera que piensen hacer.

Alexia entra por la puerta mientras yo permanezco tras una columna que me cubre de su campo de visión, hoy lleva unos jeans rotos en las rodillas y una camiseta negra con el estampado de alguna banda de rock.

Tengo que reconocer, que hoy va mejor que ayer.

—¡Es ella! —grita uno de los idiotas.

Como si de repente la subnormalidad se contagiara, todos se acercan descaradamente hacia ella, ella abre los ojos asustada por toda la atención que le están poniendo y yo ruedo los ojos ante lo patético que resulta todo esto.

—¡Quiero ser tu amigo! —exclama el mismo idiota de antes.

—¡Podemos ser mejores amigas! —interviene ahora la bajita.

—¡No! ¡Yo seré tu mejor amiga! —dice ahora la castaña.

Por dios, creo que quiero vomitar de tanta idiotez junta en una mañana.

Estoy a punto de dirigirme a clase para no soportar toda esa tontería, pero cuando miro a Alexia y la veo tan agobiada e intentando salir de ahí, detengo mis planes y observo cómo visualiza la salida y sale corriendo fuera.

Y para colmo, los otros la siguen.

—Quién me mandará a mí a meterme en esto —digo para mí misma mientras cojo la salida lateral del edificio y me escondo tras uno de los arbustos que adornan el patio.

Veo a Alexia correr y los otros siguiéndola mientras le piden que no se asuste, me preparo alargando el brazo, y cuando pasa cerca de mí, la tomo por sorpresa y atraigo su cuerpo al mío.

Ella clava su mirada en la mía sorprendida de verme, y yo tapo su boca justo cuando va a decir algo.

Sentir sus labios contra mi mano, es realmente extraño.

Los idiotas pasan buscándola y ella sigue mirándome mientras que yo los miro esperando a que se dispersen.

—¿Dónde se ha metido? —dice el chico.

—¡La habéis asustado inútiles! ¡Ya no querrá ser nuestra amiga! ¡Adiós a tener una amiga rica!

Escuchamos cómo caminan de vuelta al edificio y entonces retiro mi mano de su boca.

CASANDRA © [POR EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora