Capítulo 46

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Nunca había estado más agradecida de tener una madre con buen gusto. No digo que Ashley no lo tuviera, pero está claro que Kate entiende más de moda y de marcas.

-Ese vestido es demasiado ajustado -dice frunciendo el ceño.

Pero también es un rollo, no le gusta nada de lo que me pruebo. Es mi boda, ¿no se supone que debe gustarme a mí?

-Mamá me he probado como 30 vestidos en 10 tiendas distintas -me quejo alzando las manos.

-Lo sé cariño, pero es que tienes mucho potencial y hay que encontrar el vestido que lo saque al máximo -me explica -Recoge tus cosas, vamos a Pronovias.

Ruedo los ojos harta de la indecisión y el agotamiento de las compras. Lo peor es que Alexia está con su madre haciendo lo mismo, y como coincidamos va a ser la risa.

-¿Sabes si ella se lo ha comprado ya? -pregunto mientras Kate conduce.

-Todavía siguen mirando -toma una curva -Pero tenemos que ganarles, el equipo Becket debe comprar antes que el equipo Smith.

Andrea y mi madre han hecho una apuesta por mensajes, la que antes comprara el vestido de novia, pagaba la comida de después.

Sí, luego hay comida familiar en un italiano. No sé qué tiene la familia James con la pasta, pero es hereditario porque Alexia ama los spaghetti.

Mi madre aparca el coche y bajamos de este. Más le vale que aquí esté mi vestido, porque si no, mis pies van a reventar con los tacones finos y negros que llevo.

-Bienvenidas -nos atienden -¿Puedo ayudarles?

-No -responde bordemente mi madre.

Abro los ojos al ver que camina tan tranquila hacia el interior de la tienda y yo le dedico una sonrisa incómoda y de disculpa a la empleada antes de ir con mi madre.

-¿Por qué le has hablado así? -murmuro avergonzada mientras ella pasa una percha tras otra.

-Casandra, nadie puede ayudarte a elegir el vestido.

Voy a reprocharle pero ella abre la boca al ver uno de los tantos que hay colgados y lo saca.

-¡Pruébate este, ya! -me exige.

Ruedo los ojos y lo tomo yéndome al probador.

Cuando me lo pongo y ajusto mi moño improvisado, salgo del probador para verme en el espejo que hay fuera.

Mi corazón se acelera nada más verme. Mi madre se lleva las manos a la boca. Entonces nos miramos con emoción y ella reprime un gemido de alegría mientras sus ojos se humedecen.

-¡Mírate! ¡Estás preciosa Casandra! -dice elevando la voz -¡¿Te gusta?!

-Sí, mamá, definitivamente este es mi vestido -sonrío.

Ella me echa una foto y sonríe con malicia mientras teclea algo en el móvil.

El vestido es largo y el cuello es en forma de pico resaltando mi escote. No tengo palabras. Es perfecto.

-¡Empleada! ¡Nos llevamos esta joya! -exclama mi madre sacando la tarjeta de crédito.

Mientras mi madre habla con ella en el mostrador, yo me miro en el espejo y me imagino a Alexia conmigo.

Ella y yo vestidas de novia...

Con anillos...

Quitándonos los velos mutuamente...

Besándonos...

¡Dios, quiero casarme ya!

(...)

CASANDRA © [POR EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora