Extra 3 - Último extra

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No me salen las palabras porque se me han quedado atascadas en la garganta, no me sale respirar porque mis pulmones se han bloqueado, estoy completamente bloqueada. Mi vista no se aparta de la pantalla del móvil, los segundos pasan tan lentamente que me desespero y la angustia crece en mí a pasos agigantados. Sin embargo, mi cerebro ha guardado la cara del niño que aparece en la pantalla como si fuera un tesoro: es pelinegro, de ojos azules, y de tez blanca con algunas pecas por sus mejillas. Tiene el ceño fruncido y los dientes apretados, su rostro expresa odio y rabia, y si viera de cerca sus ojos juraría que la violencia los corrompe y los llena de ira. Sostiene el arma en la mano con mucha fuerza, no le tiembla el pulso, es como si ya hubiera estado ensayando para cometer este crimen. Pero ¿qué edad tiene?, ¿15?, ¿16 tal vez?, ¿qué lleva a un adolescente a llevar a cabo semejante atrocidad?, ¿qué le impulsa a coger un arma y disparar a las personas sin remordimiento ni temor?, ¿qué se le pasa por la cabeza?

-¡Jefe! ¡Ese pasillo es el que está en el ala izquierda del edificio! ¡Mire el extintor de la pared! ¡Solo se distribuye por 3 zonas y solo una de ellas tiene una ventana al lado! -alarma uno de los policías del equipo de Maldrov.

Greg Maldrov no tarda en tomar el walkie-talkie y en ordenar a través de él que comiencen con la operación.

-¿Qué va a hacer? -grito asustada.

-Acabo de ordenar que entren, mi prioridad es salvar cuantas vidas sean posibles -me explica. -Y lo que ha hecho su esposa, es una imprudencia, si algo le pasa no será responsabilidad mía. Sin embargo, le he pedido a la mejor policía del Estado de Nueva York que la localice y la rescate.

Miro la pantalla del móvil esperando que pase algo, y entonces escucho la voz de Alexia:

-¿Por qué? -susurra mirando al niño. -Dios santo, ¿por qué haces esto? -su voz tiembla, creo que está en shock.

-Te hubiera matado si no hubiese reconocido tu cara de las revistas -habla el niño en tono frío y siniestro. -Además conozco a tus hijas, Valerie y Deborah.

Esto no me está gustando nada.

-Y esto estaba dentro de mis planes, no de esta manera, pero me lo has puesto aún más fácil. -Sonríe -¡Deborah! -grita.

De repente aparece Deborah a su lado y me llevo las manos a la boca. Llamo a Greg de inmediato y frunce el ceño al ver la escena.

-No me jodas que un puto niño va a chantajearnos así -gruñe Maldrov quitándose la gorra y tirándola al suelo.

¿Chantajearnos?

-¡Deborah! -grita Alexia y hace el amago de ir hacia ella, pero el niño vuelve a disparar hacia alguna parte y Alexia retrocede.

-Eres mi salvavidas, ya he hecho lo que tenía que hacer, ahora mi plan de salida eres tú, Alexia James Smith. Pensaba usar a tu hija como rehén, pero ahora os tengo a las 2 y será incluso mejor.

Maldrov da la orden de detener la operación, los policías cancelan la entrada en el edificio y la policía, que había puesto al cargo de rescatar a Alexia, toma el walkie-talkie para expresar su impotencia. Le pide a su jefe que la deje entrar a ella sola ahora que tienen localizado al niño, pues luego podría ser tarde. Greg Maldrov se muestra indeciso por un segundo.

-Déjala -susurro. -No sé por qué, pero confío en ella.

Maldrov toma aire.

-Está bien, pero lleva contigo a Lorenzo, no vayas sola -le ordena.

-Recibido y corto -se la escucha por última vez.

Cruzo lo dedos y miro de nuevo la pantalla del móvil, esta podría ser la última vez que viera a Deborah, a Alexia o a Valerie, y eso es lo que me está matando. No obstante, que Valerie no esté ahí me da algo de paz mental.

CASANDRA © [POR EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora