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Sus manos estaban sudando estaba a diez metros de altura, y aún no se lo podía creer iba a morir sip, definitivamente; había llegado su hora.

—Diganme qué no vamos a subir más —preguntó algo desesperado, y preocupado al mirar hacía abajo y observó como las casas se veían pequeñas y las personas no se lograban ver.

«Ay Diosito en que me he metido» pensó en su mente.

Ahora sí tenía que aceptar qué tenía miedo, mucho miedo.

—Señor, digale a mi mamá que la amo mucho. Eso, si no sale nada bien ¿se lo podrías decir? —el señor barrigón con barba lo miró burlón, mientras asentía —solo no le digas que mi abuela me trafica dinero sin que ella se de cuenta.

Él asintió otra vez, esta vez le sonrió.

Y era el momento, tenía que ser superman, pero no era un héroe ni tenia una capa, en vez de eso tenía un paracaídas. La puerta de la avioneta se abrió pegándole todo el viento en la cara, se puso unas gafas para que nada le estorbara y pudiera mirar; empezó hacerse más y más a la orilla que ahora si sintió que todo su desayuno saldría de su estómago en pocos segundos.

—Me ha llegado la hora —murmuró, sin que él señor barrigón contará hasta tres. Connor se encontraba volando por el aire.

Y sintió qué era lo mejor, es más su miedo a las alturas había desaparecido, pensó hace un momento qué todo iba a salir mal, pero no, todo estaba saliendo mejor qué lo parece.

Miraba a todo a su alrededor, mientras el viento pegaba en toda su cara cuando hablaba, y el chico qué iba junto a él, no le entendía.

—¿Esbuebsnalsis? —preguntó, a lo qué el chico no entendio, otra vez.

Estaban por llegar para tocar tierra, y se podía ver ya las casas más de cerca, y un poco las personas. Y así iba, más y más; hasta que llegó dónde quería. Se podía ver a Clara sorprendida y un poco confundida a la vez, no sabía exactamente lo que había pasado, excepto qué Daniel fuera de chismoso a contarle porque no se contuvo las ganas.

— ¡Clarinete! —dijo Connor, a su lado, dándole su mejor sonrisa.

— ¿Estás loco? Te tiraste de un avión...—ella se tocó la frente, sip, estaba preocupada por él, lo qué no sabía era qué era para una buena causa.

—Loco por ti bebé —murmuró.

Después de unos minutos, el mismo avión qué había llevado a Connor, pasaba, pero está vez tenía un cartel detrás de él...

—Mira eso —le dijo el castaño.

Ella no se lo podía creer, estaba soñando, o eso pensaba. Connor en traje, Connor pidiéndole ser su novia.

Estaba en shock, pero a la vez tenía una sonrisa inexplicable.

Esto era un sueño, si definitivamente.

—Clarinete, ¿quieres ser mi novia e ir al baile conmigo?

Y esto cada vez se ponía más interesante, el mejor momento, ¿quién lo diría?

Ella lo estaba pensando, estaba nerviosa, sus manos estaban sudando. No sabía exactamente qué responder

—Sí, si quiero ser tu novia y con ese traje podríamos casarnos ahora mismo.

Él sonrió.

—Sabía qué iba a valer la pena...

Chats con mi crush [Pausada Temporalmente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora