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Días después...

Connor Waterson, se podría decir que era la persona más feliz al lado de Clara, a decir verdad jamás había creído qué terminaría siendo novio de ella, eso amigos se llama: triunfar en la vida.

Eran felices, jamás había visto esa sonrisa de idiotas qué se le hacían a los dos cada vez qué se veían, parecían dos niños con su juguete nuevo. Clara seguía en sus estudios, igual qué Connor, siempre repobrando inglés, se mandaban mensajes cada vez qué estaban en clases. Jamás perdieron esa costumbre.

En línea:

Connor: Oye, Clara ¿quieres ir a un pinic conmigo?

Clara: ¿Llevarás mi Sándwich favorito?

Connor: ¿El de jamón?

Clara: ¡Como te atreves! ¿y así quieres qué me casé contigo?

Connor: Ups, el ¿de aguacatito?

Clara: Así está mejor.

Connor: ¿Eso es un ?

Clara: ¿tu qué crees?

Connor: Conociéndote dirías: "oh querido tengo muchas cosas qué hacer" *notese el fingido de voz*.

Clara: Está vez digo qué :)
¿en el mismo parque de siempre?

Connor: En el mismo.

Guardó su teléfono como por quinta vez, porqué su clase de Química le aburría bastante su profesora sólo se la pasaba con su teléfono, y es por eso que nunca hacían nada. Por suerte llevaba un buen promedio.

Y aún se pregunta el porqué.

Después de largos minutos en esa clase, por fin habían tocado el timbre de salida. Mientras agarraba su bolso, corrió hacía la salida para pasar por el súper que quedaba en la esquina por su casa.

La señora Margaret, dueña del súper, siempre lo atendía con una sonrisa amable a todos los que entraban ahí.

—¡Doña Margaret! ¿cómo está su día? —la voz amable de Connor retumbaba por todo el súper mientras daba vueltas por los pasillos para buscar lo qué necesitaba. —me contaron que su vecina casi mata a su gato, qué tragedia.

—Oh Dios niño, casi me da un infarto en ese momento, por suerte no fue tan grave. Es más le hubiera quemado la casa si lo hubiera matado —la señora tomó su mano y la colocó en el pecho con drama recordando ese momento.

A Connor le agradaba la señora, era como la versión de él pero en mujer y anciana. Por eso, siempre visitaba cada vez qué podía su tienda, además que le hacía ofertas cuando compraba cosas o bien, se las dejaba gratis.

Como era una ocasión especial, prefirió pasar a comprar un par de aguacates en el lugar perfecto.

—Señora Margaret, ¿podría darme estos aguacates? —puso en la mesa los aguacates junto a un jarro de jugo de naranja —Y este jugo de naranja.

— ¿Solamente cariño? —preguntó la señora Margaret observando como Connor dejaba las cosas —¿Algo especial? Porque no sueles venir a comprar aguacates.

Connor sonrió, y sí ¿por que mentir? si era para alguien especial alguien muy especial.

—Pues sí, es para mi novia Clara Carter...hoy cumplimos una semana y cinco horas, no sabes lo feliz qué me siento.

—Pues sí creer que te hace feliz. Ten llevate esto no lo pagues, después me cuentas qué pasó —por eso Connor amaba a la señora, empezó a echar todo en una pequeña bolsa junto con una cajita de chocolates —Esto es para qué se lo regales y le digas lo importante qué es para ti.

Concluido esto, Connor salió de aquella tienda hacía su casa. Abrió la puerta y puso en marcha todo, la canasta para guardar todo lo que iba a necesitar, un pequeño mantel qué sería muy necesario, que había comprando hace tiempo la dejó al alcancé para que no se volviera a perder.
Primero empezó guardar platos, vasos, y servilletas de acuerdo a lo que necesitaba, y sabía qué todo estaba perfecto y no cabía duda.

Empezó a caminar, y salir de su casa hacía dirección de la casa de Clara, pasando primero por sus padres pidiendo permiso. Era una de las primeras pruebas.

Tocó el timbre por segunda vez, con una esperanza que abrieran la puerta. Y sus palabras fueron escuchadas.

—Pensaría qué fueras un vendedor con esa canasta... —ella le sonrió amistosamente —Pero te ves tierno.

—Todo mundo piensa eso, sabiendo qué mis sueños es ser un Playboy —bromeó, escuchandose por el vencidario sus risas.

—Esperame iré a traer algo.

Y después de eso salió corriendo hacía las escaleras, quien sabe a qué, sólo se quedó esperando por varios minutos. Hasta que regresó con un pequeño bolso.

—¿Vamos? —habló, después de haber agarrado el brazo de Connor, y él asintió.

Después de un corto camino de risas y una qué otra broma, como cuando Connor casi cae en la alcantarilla por suerte Clara tenía la canasta. Y no pasó nada llegaron al parque. El parque era tranquilo, sólo había niños con sus padres jugando.

Clara buscó un lugar perfecto frente al lago, un lugar para los dos. Desempaco todo y empezó a servir, qué más podrían hacer, era lo mejor.

—¿Irás al baile de máscaras? —pregunto la chica, mientras le daba un mordisco a su sándwich, dándose cuenta lo sabroso qué estaba, y dudando sí lo había hecho Connor porque él lo hubiera terminado quemando.

La intensión cuenta.

—¿Quieres que te impresione con mi traje del zorro? —sonrió burlón —Creeme no me reconocerás, sí no fuera porque te besará.

—Obvio sabría qué serías tú, además ya me lo dijiste. Tiene qué ser sorpresa —estas últimas palabras de Clara lo dejaron pensativo, ahora sabía muy bien que hacer. Y como impresionar a la chica.

—Eres la mejor dando ideas...

***

N/A:

Actualizó el jueves ¡Esten pedientes!

Esperó que les haya gustado el capítulo trabajé mucho en el, y además lo hice con muchísimo amor ♥

Chats con mi crush [Pausada Temporalmente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora