8.

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—Hola, mamá. Hola, chicos —saludé eufóricamente cuando entré a la cocina.

—¿Estás bien?—dijo Gabo cuando alboroté su cabello con la mano.

—De hecho sí —lavé mis manos en el lavabo de la cocina para sentarme a comer con mi familia. —El sábado tengo una cita doble.

Mis hermanos me miraron sorprendidos y mi mamá sonrió ampliamente.

—No es lo que esperaba —dijo Israel. —pero...

—Es una buen manera de empezar —dijo mamá dándole una mirada de advertencia.—¿Cómo se llama?

—Samantha.

—¿Cómo es?

—Linda, usa anteojos, tiene el pelo teñido de rojo. Bastante nerd, de hecho... pero no es mi tipo.

Escuché a mis hermanos resoplar.

—Todo iba malditamente bien, Joel —dijo Gabo rodando los ojos y mamá lo regañó por decir maldiciones en la mesa.

—¿Por qué dices que no es tu tipo?

—No lo sé —me encogí de hombros. —Creo que solo será una buena amiga. No estoy listo para una novia.

—Nunca se sabe...

—Además estoy casi seguro de que le gusta Christopher.

—¿Y Chris con quién irá?

—Se llama Rebecca. Es la hija de los Escalante.

—No sabía que los Escalante tuvieran una hija —dijo Israel.

—Es que nunca le dan tiempo —dijo mi mamá. —Lo más importante para ellos es su trabajo. Pobre niña, viviendo su infancia con niñeras y no con sus padres...

—Sí, bueno. ¿es linda?—preguntó mi hermano.

—Es muy guapa —dije asintiendo.

—¿Sólo eso?-dijo Gabo—¿Es guapa y ya?

—Bueno, estudia marketing. Le gustan las hamburguesas... no sé, es bastante normal.

*****

El jueves llegó. Y esta vez no me salvaría de la clase de teatro musical. Tenía los nervios de punta, como siempre que me tenía que enfrentar a cosas nuevas.

Como siempre, todos hablaban entre sí y el único solitario era yo. El profesor entró por la puerta con una energía algo envidiable.

—BUENOS DÍAS A TODOS —aplaudió fuertemente haciendo que todos se quedaran callados. —Soy el profesor Massimiliano Montanaro, y seré su profesor de teatro musical este semestre... y probablemente el próximo también, si es que quieren volver a tomar clase conmigo —el nombre del tipo era horrible, y no me caía bien, nadie puede tener tanta energía, sobre todo si es un profesor. —Antes de empezar quiero ofrecer una enorme disculpa. Mi perro enfermó el martes pasado y no había nadie que lo pudiera cuidar por mí.

Me pareció algo gracioso el hecho de que el profesor no asistiera a la primera clase del semestre por quedarse en casa cuidando de su perro.

—El teatro... un hermoso arte, que desde la época de los... —blah, blah, blah. 

Ojalá no hubiese hecho esa apuesta con Chris. Un sujeto hablando del teatro como la mejor de las artes que se complementa con la música y blah, blah.

—Entonces. Si están inscritos en ésta clase, es porque aman el arte de hacer música y de participar en una puesta en escena —por Dios, ni siquiera me gusta participar en clases. —Entonces, todos y cada uno de ustedes va a participar en el musical de este semestre: "Romeo y Julieta: EL MUSICAL"— todos soltaron unas risitas. La idea me pareció simplemente ridícula. —Representaremos la versión en español del musical de Gerard Presgurvic.

Pide un deseo » joel pimentel || TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora