Epílogo

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Once años después

—El segundo plantel de la "Academia Jukebox" abre hoy sus puertas. —exclamé cortando el listón rojo seguido por aplausos de todos los presentes.

Fundar mi propia academia de arte surgió de las clases en la academia de teatro del profesor Montanaro, el cual nunca dejó de ser un guía y ejemplo para mí, fue una de las mejores decisiones de mi vida. 

Quería un espacio en el que niños, adolescentes y jóvenes que soñaban con dedicarse al arte se desempeñaran, el primer edificio inaugurado, lo dediqué especialmente a la enseñanza de cualquier instrumento clásico y/o moderno, así como al canto, la danza y el teatro. Conté con el apoyo de muchos compañeros para dar clases, entre ellos a Erick, por supuesto, el cual está más que encantado con el puesto de profesor de guitarra, y subdirector de la primera escuela.

Poco tiempo después, decidí invertir en una segunda escuela dedicada a los chicos que quieren aprender dibujo, pintura y escultura, es considerablemente más chica que la primera, pero me costó más trabajo convencer a gente para que entrara a trabajar dando clases, además de lo estresante que fue escuchar a todos aconsejándome que esperara un poco más considerando que acababa de regresar de mi viaje de luna de miel, pero una vez teniendo el apoyo completo de Becca, no di marcha atrás al proyecto que ese día se inauguró.

Sí, me casé con mi novia de la Universidad, no fue exactamente como Chris lo tenía planeado, porque el apostaba que yo sería el primero en casarme, pero no, el primero fue Richard, el cual le dio el anillo a May apenas tres años después de terminar la carrera y empezar a vivir los dos juntos, celebramos la unión en una boda bastante lujosa llena de música. Otros tres años después tuvieron a su primer hijo, bautizado con el mismo nombre que su padre. 

Becca y yo decidimos unirnos oficialmente tiempo después de la inauguración de la primera academia, ambos teníamos vidas estables así que no había tiempo qué perder, para decepción de Chris, nuestra ceremonia fue "exageradamente" discreta, nada demasiado extravagante, buena música, con muy pocos invitados en un jardín de eventos con luces tenues y adornos florales en color blanco y rosa pastel. Nos pareció lo más romántico del mundo, aunque donde gastamos un poco (mucho) más fue en un ansiado viaje a Sidney, para relajarnos, disfrutar de la vida y naturaleza y separarnos por un momento de la ciudad.

La inauguración prosiguió toda la tarde mientras dí el recorrido por las instalaciones, para la noche, ofrecí una cena con todos los asistentes, vino, música suave en vivo y algunos de mis amigos presentes.

Me percaté de la hora mirando a Rebecca, la cual agrandó los ojos al notar lo tarde que se estaba haciendo. Rich y May ya se habían ido, debido que no querían que Richard  Camacho Jr. se quedara tanto tiempo con la niñera. Sobre todo por el viaje que tendrían que hacer temprano al día siguiente.

—Te dejaré a cargo de la fiesta. —anuncié a Erick, que acababa de hablar con uno de los invitados, aún después de años, me era extraño verlo tan elegante con camisa y corbata.

—¿Se van tan pronto? —comentó viendo su reloj de pulso sobre su muñeca. 

—Sí, Joel olvidó comprar los boletos de avión cuando le dije, y sólo alcanzamos para mañana a las 6am. —le contestó Rebecca mirándome con una pizca de desaprobación.

—Uy... mi vuelo a las 8 de la mañana no suena tan mal en ese caso. —se burló. —¿A qué hora se van Rich y May mañana?

—También tienen su vuelo a las 8. —volvió a hablar Rebecca.

—Entonces, si todo sale bien, todos estaremos a tiempo. —asintió Erick. —Bien, regresen con cuidado, nos vemos en menos de 24 horas. —guiñó. —Felicidades por esto, Joel.

Pide un deseo » joel pimentel || TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora