Resumen: Para Richie, Eddie siempre será su bebé.
(...)
Eddie Kaspbrak, tan solo en pensar en su nombre su corazón latía muy rápido y sus mejillas se pintaban de un color rosa. Ese niño tan tierno y sonrisa dulce lo volvía loco, su voz tan suave y que para los oídos de Richie, era una melodía que no se cansaba ni se cansaria de escuchar.
Richie siempre trato a Eddie como un bebé desde el día en que se conocieron, tal vez siempre decía chistes de humor negro y algo estúpido acerca de la señora K, pero quitando eso, siempre lo trato como un bebé. Su bebé.Y aunque Eddie tuviera diecinueve años, Richie lo seguirá tratando así.
—Rich...anoche estuve hablando con mamá y, dijo que quiere que vayamos a cenar—Richie rodó los ojos, no es que le guste ir a la casa de la mamá de Eddie, si no que, cada vez que van. Sonia siempre les habla de tener hijos, siempre y de como cuidar a Eddie y que comida es buena para él. Habían hablado de tener un niño, pero no era el momento de hacerlo.
—Eddie mi amor ¿tenemos que ir?
—Si, mamá quiere hablar muy serio contigo, no se porque pero lo quiere hacer—Eddie se acurrucó un poco más en el pecho del mayor alzando su cabeza para verlo mejor.
—Cada vez que quiere hablar conmigo, es para advertirme sobre tus alergias y que deberías tomar tus pastillas a la hora correcta. Eso ya lo se, lo se desde que tenías catorce años joder—Eddie río y comenzó acariciar el pie de su novio con sus dedos, ladeó la cabeza y sonrío coqueto.
—Bueno, la otra vez me contó que había comprado dos cajas de condones—Richie suspiro pesado y negó.
—¿Para que? Tu madre esta loca, Kaspbrak.
—No lo se, le dije que no los ocupabamos de hecho. Nunca lo hicimos—frunció el seño recordando.
—Cuando fue tu primera vez...lo hicimos con condón, estabas muy asustado de quedar embarazado—dijo riendo recordando aquella vez.
—Solo tenía dieciséis años ¿okay? Era normal estar asustado—Richie río.
—¡Oh claro! ¿Y después? Oh Richie, oh dios si si, no pares oh—imitó la voz de Eddie, el castaño se sonrojo y lo golpeo.
—Cállate Tozier—se separó del pelinegro para ver la hora. Era tarde, deberían de irse a dormir porque mañana tenían clases en la universidad—es hora de ir a dormir.
—No tengo sueño—lo volvió a tomar de la cintura—mejor ahí que esperar el amanecer en este sofá.
—No, vamos a dormir Richard. No faltare por tu culpa.
—No sea agua fiesta señor. Usted y yo nos vamos a divertir—Richie lo tomo de la cintura.
—¡Richie no!
(...)
Eddie comenzó a mover sus ojos en señal que ya estaba por despertarse, bostezo un poco y abrió sus ojos viendo su alrededor. La sala estaba iluminada por el sol y su ropa estaba tirada en el suelo, trato de levantarse pero los brazos de su novio se lo impedían, al menos Richie tuvo la decencia de tomar una manta y taparlos y no como las otras veces.
Su espalda dolía por haber dormido en el sofá y encima del pelinegro, volvió a acurrucarse en el cuero de su novio pero pensando muchas cosas mientras escuchaba los leves ronquidos de Richie. Si se lo preguntaran, nunca se había imaginado estar así con el niño que siempre decía chistes malos y cosas sobre su mamá, aquel niño que enfrentaba a Bowers y nunca se callaba. Eddie hubiera reído hasta que le diera un ataque de asma si alguien le dijera que viviría con Richie. Recuerda cuando el pelinegro se le declaro, fue algo bonito y a la ves desastroso porque Richie estaba muriendo de nervios y Eddie no sabia lo que quería hacer o decir, hasta que le dijo un lindo poema y le canto un poco pero Richie termino vomitando de los nervios que acumulo. Eddie al principio estaba en shock pero aun así le dijo que sí.—Eddie...—el mencionado tarareo y comenzó a acariciar el pecho de Richie—creí que estabas dormido.
—Desperté hace diez minutos. Quería darme una ducha pero, no me dejas salir—río bajito y levanto su cabeza para ver a Tozier, este estaba viendo al techo con sus ojos entrecerrados—sabes que no puedes forzar la vista Richie.
—Lo siento, es solo que estaba pensando...
—Vaya, Richie Tozier pensando. Esa no me la esperaba.
—Dejame continuar. Llevamos casi cinco años de novios y no creas que me estoy arrepintiendo de haberme enamorado de tí, en estos cuatro años que hemos estado juntos—el corazón de Eddie comenzó a latir.
—¿Si...?
—Creó que es el momento de...ya sabes, casarnos—esto último lo susurro aun con su vista al techo pero ahora tenía sus ojos cerrados.
Eddie sonrió y negó.—Richie, es muy pronto para dar ese paso tan grande. Aun no terminamos nuestros estudios y-
—Lo se Eds, yo se que es un paso muy grande pero te amo tanto que duele, pero quiero que seas mi esposo y el padre de mis hijos, despertar y saber que llevas mi apellido—estiró su brazo a la mesita ratonera para tomar sus lentes y así ver a Eddie.
—Yo quiero un futuro contigo, me encantaría, pero primero ahí que terminar la universidad y después ya veremos—Richie sonrió y beso la frente de su novio.
—Te amo Eddie, créeme que te amo.
—Yo también te amo Bocazas.
(...)
—Ugh ¡Tozier! ¿¡Cuantas veces tengo que decirte que no dejes tu ropa sucia tirada por donde sea!?—un Richie con el cabello alborotado sin playera y un bote de helado entre sus manos, salió de la cocina para ver a Eddie quien tenía su seño fruncido y sus ojos al igual que su nariz estaban rojos.
—Bebé, ¿que haces levantado? Sabes que no puedes salir de cama. Estas enfermo—Eddie rodó los ojos y comenzó a levantar la ropa de su novio.
—No me importa, veo que no eres capaz de levantar tu propia ropa—sorbió su nariz y tosió un poco. Richie negó y camino hacia él.
—Eddie, vuelve a la cama. Yo me encargaré de esto—lo tomo de cintura guiandolo hasta la habitación. Eddie chilló y volvió a tirar la ropa y literalmente se colgó del brazo del más alto.
—Es que, me aburro demasiado estar acostado. ¡Quiero hacer algo!
—Hagamos un trato, tu limpias la habitación y yo abajo y después salimos al parque ¿que dices?—sonrió tratando de convencer a su novio quien lo miraba con sus ojos entrecerrados.
—Esta bien.—Richie beso los labios de su novio.
Tres semanas después...
Eddie en vez de mejorar, iba empeorando. Se fue la gripa y llegaron unos fuertes dolores de estómago, dolor de cabeza y vómito, Richie se estaba preocupando por la salud de su novio porque estaba adelgazando y su rostro estaba muy pálido, tenía miedo de que algo malo le vaya a pasar.
—Amor, tienes que comer algo.
—Que no Richie ¿que necesidad tengo para comer si después lo voy a devolver?—tomo la manta para cubrirse hasta la cabeza, Richie suspiro y dejo el plato de sopa a un lado para después quitar la manta del cuerpo de su novio.
—Me preocupas Eddie, desde hace días que estas así y no quieres ir al medico por miedo a lo que te digan—acaricio la mejilla de Eddie.
—Esta bien, iremos al medico pero...promete que no me dejaras solo.
—Te lo prometo mi amor. Pase lo que pase no te voy a dejar.
Relajen las tetas, habrá segunda parte porque sinceramente, no me gusto este OS.