Resumen: Donde Eddie oculta su verdadero lobo creyéndoles hacer a todos que es un beta.
(...)
Abrió sus ojos lentamente al escuchar su celular sonar, era algo muy temprano para que le llamarán un sábado. Estiró su brazo hasta tomar su celular y contestar sin ver quién estaba llamando.
—¿Quien es y porque interrumpe mi siesta tan temprano?—del otro lado de la línea pudo escuchar una risita traviesa.
»Ay amor, que mal estás, ya es pasada de mediodía mi hermoso beta. Deberías de saberlo.
—Ugh, ¿qué quieres Richie?—se giró quedando boca abajo, la noche anterior no pudo dormir ya que le entraron unos dolores muy fuertes en su vientre, lloro toda la noche o hasta que su madre entro a su habitación con una taza de té y una bolsita caliente para su vientre.
Tantos supresores le están afectando.»Quería invitarte a salir, los chicos no pudieron. A Stan le llegó el celo, Beverly está con su tía, Ben ni siquiera está en casa, Mike está realmente ocupado en la granja.
—¿Y Bill?—frunció el seño.
»Esta con su hombre.
—Oh...veré qué puedo hacer. Mi madre está un poquito preocupada por mi. Anoche casi muero—rió divertido y Richie frunció el seño aunque Eddie no lo pudiera ver.
»No digas estupideces Kaspbrak, voy en seguida para allá.
—No Richie, está bien, estoy...—y la llamada finalizó—...bien.
Gruño y dejo el celular a un lado de su almohada, se levantó para salir al baño y cepillar sus dientes y lavar su rostro antes de que su amigo tuviera el descaro de llegar antes de imprevisto. También arreglar un poco su habitación. No quería que cualquier olor a pera estuviera por toda su habitación y baño, no se arriesgaría.
Después de arreglar su habitación, se metió de nuevo a la cama, estaba muy cansado y sentía que sus ojos se cerrarían por si solos. Luego de varios minutos, la puerta de su habitación fue abierta.—¡Ya llegué ya estoy aquí!—Richie entero agitado. Eddie lo miro con una sonrisa divertida.
—Ya veo.
—¿Cómo te sientes? ¿Necesitas algo? ¿Un té caliente?—se acercó a Eddie colocando su mano en la frente del Omega. Eddie rió bajito.
—Estoy bien.—Richie comenzó a inspeccionarlo, tocando su rostro y viéndolo de arriba abajo, solo quería confirmar que su beta estuviera bien.
Si claro, su beta.
—¿No quieres algo? Lo que sea—Eddie pensó varios segundos, Sonia entro de repente.
—Cariño, ire con tu tía, solo quería saber si ya te sentías mejor—dijo con la voz dulce.
—Si mami, vete con cuidado, Richie me cuidara.
—Espero que lo cuides bien Tozier, vengo luego—cerro la puerta dejando solos a los dos chicos, el alfa suspiro y se sentó a lado de Eddie acariciando esos rizados cabellos. Eddie ronroneo.
—Me preocupe cuando me dijiste que estabas mal. Solo pensé en venir y cuidarte aunque la gorda de tu mamá no quisiera.—Eddie suspiro y pensó... Richie sería un buen alfa para él, él siempre estaba cuidandolo y preocupándose por su salud, su Omega le decía que Richie era su alfa, y no podía estar más de acuerdo con su Omega. Ellos eran tal para cual, el uno para el otro.
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Eddie abrió los ojos, se había quedado dormido, se sentó en su lugar viendo alrededor, fruncio el seño al ver que Richie no estaba por ningún lado.