Resumen: Cada quien tiene ese pequeño fetiche que desean cumplir...Eddie tiene un pequeño fetiche.
(...)
El castaño se removía en su lugar al ver al chico de grandes anteojos con un cigarrillo entre sus labios mientras sus ojos se concentraban en el libro que tenía entre sus manos. Eddie mordió sus uñas y apartó su miraba avergonzado y con sus mejillas ardiendo. El chico de grandes anteojos sintió la incomodidad del pequeño chico a su lado.
-¿Que pasa amor?-Eddie lo miro con sus grandes ojos derrochando angustia.
-N-nada, tengo un poco de calor-rio nervioso.
-Si, tus mejillas están sonrojadas-volvio a su lectura y tomo el cigarrillo entre sus dedos y lo apartó para después soltar el humo gris y volverlo a poner entre sus labios, Eddie gimió bajito casi inaudible. Puso sus manos en su regazo y cerró sus piernas, miro de reojo al chico de anteojos y suspiro.
-Rich, ¿t-tu tienes algún fetiche?-el pelinegro cerró el libro y volvió a tomar el cigarrillo entre sus dedos y miro a Eddie quien mordía su labio con nerviosismo.
-Bueno, tengo muchos fetiches y todos te incluyen a ti...en mi cama, en bragas-Eddie jadeo indignado y golpeó el brazo de Richie, este solo río y tiro el cigarrillo al pavimento.
-¡Hablo en serio Tozier!-Richie lo abrazó por los hombros y recargo su cabeza en la de Eddie viendo hacía el cielo.
-Tengo uno, ¡y esta vez hablando en serio! Me gustaría que me montaras...-Eddie lo interrumpió.
-No es novedad, siempre lo hago-rodó los ojos.
-¡Pero! Quisiera que lo hicieras mientras usas de esas medias que usa Beverly.
-¿Las que son hasta el muslo?
-Yup, y que jalaras mi cabello-Eddie río y sus mejillas enrojecieron de un color carmín que le quedaba hermoso.
-Vaya.
-¿Tu Spaguetthi? ¿Algún fetiche?-Eddie recordó todas las veces en las que vio a Richie fumar, en los Barrens, detrás de la universidad, en su habitación, a fuera de su departamento. Cerró sus ojos imaginado cosas que él no debería estar imaginando porque según él "Dios todo lo sabe" pero era tan inevitable no verse junto a Richie en escenarios donde había calor, mucho calor, pieles chocar y gemidos hundiendo la habitación.
-No...-dijo en un hilo de voz.
-Todos tienen uno Eds, no me digas que tú no porque no te voy a creer-Eddie suspiro, no quería que Richie se enterara de su fetiche embarazoso, creería que es algo bobo y después se burlaría de él. Mejor lo dejaría como un secreto y nunca decirlo.
-Hablo en serio, no tengo ninguno y si lo tuviera te lo dijera a ti porque eres mi novio. Serías el primero en saberlo-recogió sus libros guardandolos en su mochila, después se levantó seguido de Richie. Entrelazaron sus dedos y caminaron fuera del pequeño parque.
-Bueno, espero que algún día te atrevas en decirme tu pequeño y sucio fetiche-se inclinó un poco para besar los labios de Eddie. El asmático río al escuchar sucio fetiche.
(...)
Ya era de noche y la pareja ya estaba lista para irse a dormir. Eddie estaba del lado de la cama con sus típicos pequeños shorts para dormir y una camisa de Richie que le quedaba muy grande, sus mejillas se sonrojaron al ver que Richie salía del baño sin camisa, sus pantalones de pijama se caían un poco dejando ver un camino de vello. Mordió su labio inferior y desvío su mirada a otra parte que no fuera su novio.
-¿Que pasa? ¿No puedes con tanta belleza?-Richie sonrió de lado y Eddie solo inflo sus rojas mejillas.
-Cállate y abrazame-Richie obedeció y se metió entre las mantas para después tomar a Eddie de la cintura y abrazarlo, el castaño sonrió aspirando el olor varonil de su novio.
-Me gustas Eddie...-Richie susurro.
-Eso ya lo sé, no necesitas decírmelo.
-Nunca me voy arrepentir en haberme enamorado de ti, lo digo en serio. Eres una cosita tan tierna-Eddie se sonrojo y levantó su cabeza para poder besar los gruesos labios de Richie, sintiendo ese sabor a menta.
-Lo mismo digo, jamás me voy arrepentir de haberme enamorado de ti, aunque seas un idiota-sonrió cuando sintió un pequeño golpesito sobre su cadera.
Hubo un pequeño silencio donde Eddie solo se quedó quieto para escuchar los latidos del corazón de su novio y sentir las suaves caricias que le daba este-Richie...-¿Si?
-Creo que...creo que debes saber cuál es mi fetiche-sus mejillas se enrojecieron. El pelinegro jadeo.
-¿Eso significa que si tienes uno? ¡Me mentiste pequeño diablillo!-picoteo las costillas de Eddie para darle cosquillas, el castaño solo rió.
-Basta Richie, si tengo uno solo que tenía pena en decírtelo.
-No tienes porqué sentir pena, tenemos que tener confianza. Anda, dime cuál es tu sucio fetiche que no te juzgare-Eddie se levantó y se sentó sobre el estómago de su novio para después acariciar su pecho con sus pequeñas manos, su rostro estaba totalmente rojo de la vergüenza.
-Bueno...tal vez es algo común o así pero quiero que pienses que es extraño o algo-Richie acarició las piernas del menor para así darle la confianza para decirle aquel pequeño secreto.
-Vamos, dímelo y yo te digo el mío.
-¿No me lo habías dicho ya?-frunció el seño confundido.
-Ese no era el verdadero-se encogió de hombros y Eddie lo golpeó.
-Mentiroso.
-Ya Eds, dime cuál es tu fetiche. Anda, prometo que no me burlare de ti.
-Esta bien-suspiro-tengo un fetiche contigo... fumando.
Richie lo miro solo unos segundos, unos largos segundo para el pobre de Eddie. Su rostro estaba totalmente rojo hasta las orejas, el pelinegro aún no decía nada y Eddie se estaba poniendo nervioso.
-¡Dime algo!
-No tengo nada que decirte Eds, está bien, dije que no iba a burlarme de ti y no lo hago, tampoco te juzgue-el castaño se quitó de encima de Richie y se acostó dándole la espalda.
-Crei que me dirías algo más, no lo sé.
-Eddie...está bien no pasa nada-el castaño se volteo para ver a su novio.
-¿No pasa nada? ¿¡No pasa nada!? ¡Por Dios Richie! ¡Te dije esto porque quiero que me folles mientras te fumas un cigarrillo! Pero veo que no pasará. Buenas noches-se volvió a voltear dispuesto a dormir pero unas suaves caricias se lo impidieron.
-Solo lo hubieras pedido cariño, no era tan malo.
-Es que estaba muy apenado y pensaba que tal vez me ibas a rechazar. No es fácil para mí pedirte tales cosas-suspiro aún sin voltear pronto sintió los labios de su novio sobre su cuello.
-¿Crees que iba a rechazar una oferta como esa? Ni que estuviera loco-tomo el mentón de Eddie con suavidad para verlo a los ojos-sabes que no puedes avergonzarte de algo que quieres, solo pídeme lo que quiera y estaré dispuesto a lo que mi princesa diga.
-Tonto, entonces ¿puedes hacer realidad mi fetiche?-mordió su labio y Richie asintió para después levantarse de la cama e ir por una cajetilla de cigarrillos, se giró para ver a Eddie y sonrió coqueto.
-Tu y yo estaremos aquí hasta que no haya más cigarrillos en esta caja-Eddie rió.
-Me encanta esa idea.
Fin.
Esta tampoco se la esperaban ;)
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